Si es contigo acepto

Capítulo 31

Robert.

—¿entonces, qué dices?—Marie se pavonea delante de mí mientras bate sus pestañas coquetamente

Odio que las mujeres hagan eso. Mierda. Las mujeres no son idiotas, se dan cuenta cuando un hombre no está interesado en ellas, entonces, ¿para que seguir en plan coqueteo cuando no te voltean ni a mirar?

—anímate Robert—hace un mohín

Esto es incómodo.

—no lo sé, Marie. Yo no soy del área de música, quería descansar ese día

—pero irás conmigo, serías mi acompañante

¡Entiende que NO quiero ir contigo!

—te confirmo la otra semana

No muy convencida vuelve a su postura de lo que es. La directora de la Universidad.

—como quieras—frunce los labios

Antes de salir de su oficina. Me detengo al recordar algo que quería preguntarle.

Aunque… no creo que esté de buen humor.

—Marie—ella alza una ceja al mirarme—si te dijera que debo viajar de imprevisto, y no podré cumplir con las clases...

—¿un imprevisto? —interrumpe ella

Podría ir a darle el alcance a Viviana. No sé nada de ella hace tres días y estoy preocupado. No me ha contestado las llamadas, ni los mensajes del celular.

Iría a buscarla.

—algo importante

Se sienta en su silla giratoria y se pone sus lentes. Ojea unas cuantas carpetas.

¿Está ignorándome? Lo que me faltaba.

—Marie—digo

—no puedes dejar así botado el trabajo, Robert. Ésta no es cualquier Universidad. Si es tan importante tendrías que tramitar un documento que diga por qué no puedes estar aquí. Claro, si es tan importante tu asunto

Viviana… es muy importante.

—¿cuánto demoraría eso?

—un par de semanas—una pequeña sonrisa de lado muestra su satisfacción

—eso es mucho

—tendrías que haber avisado con tiempo. Lo siento Robert

No. No lo sientes.

~*~

Viernes. Se supone que no llovería. Jodido clima. Tendré que irme en taxi si no quiero terminar empapado hasta llegar a la casa de Tyler.

Cuando estoy dentro de un taxi, decido llamar a Viviana. Saco mi celular del bolsillo de mi saco y busco entre mis contactos su número y pulso llamar. Cinco timbradas.

Contéstame, vamos…

¿Qué está pasando?

Cuelgo a penas escucho la grabadora pidiendo que deje un mensaje.

Quizás esté ocupada. Por eso no contesta.

¿Y si le pasó algo?

¿Si se encontró con el que iba a ser su esposo?

Mejor.. dejaré de pensar.

~*~

—¿no te cansas de ver siempre todas las películas de Terminator?

Tyler deja el tazón de palomitas de maíz en el sofá, mira la televisión en donde está reproduciéndose la tercera película y me mira de reojo.

—¿y tú no te cansas de pensar en Viviana desde que la conociste?—pedazo de idiota—no te metas con mis películas—se mete un puñado de palomita a su gran boca

—eres tan infantil—murmuro mirando a otro lado

—así soy—habla con la boca llena—y pásame la cerveza—me señala en donde están las latas de Heineken

Tyler se desparrama a mi lado en el sofá y sube sus piernas las cuales apoya en la mesita que está en frente. Dos horas más tarde ya estamos en la última película de Terminator. Suspiro. Miro mi celular. Nada.

Hecho un vistazo a las ventanas que están descubiertas por las cortinas, sigue lloviendo con fuerza. Ojalá Viviana esté bien.

Sacudo mi cabeza.

—ese es el motivo por el que no me enamoraba…—Tyler hace el intento de una sonrisa de lado

¿Habla en pasado?

—¿por qué no vas a buscarla?—dice después de tragar el montón de palomitas que tenía en la boca

—no sé dónde vive

—viven juntos desde hace más de medio año ¿y no sabes eso?

¡Bien! no iba a portarme como un policía haciéndole todo tipo de preguntas. Si ella no quería hablarme de su vida, por mi estaba bien.

—no, no lo sé

Tyler estrecha sus ojos hacia mí.

—¿sabes al menos quienes son sus padres? ¿si tiene familia?

No digo nada.

—¿sabes algo que no sea que huyó de su boda?—lo dice con sarcasmo y burla

—no

Mi amigo hace una mueca y se hecha contra el respaldo del sofá.

—aprecio a Viviana..—dice mirando la televisión

Su frente se arruga.

—desde que la conocí me di cuenta que era una buena mujer, pensé que no era tu tipo, así de inocente e ingenua, pero me equivoqué—habla en voz baja—es la primera vez que te veo enamorado, hermano. Déjame decirte algo y no lo tomes a mal… pero, que poco la conoces

—Tyler… a Viviana no le gusta hablar de su pasado—termino por responder

Sonríe con ironía.

—vaya, otra cosa más que tienen en común—reprime una risa

—me da ganas de golpearte

De verdad, un día voy a hacerlo.

—atrévete y verás cuántas de mis mujeres vienen a golpearte por dejar mi rostro desfigurado

—eres un enfermo—afirmo con asco pero termino riéndome

Tyler está a punto de responderme pero mi celular suena y veo quien llama. Es Viviana.

—cierra la boca—le advierto

Acepto la llamada y me quedo helado al escuchar su voz.

—hola—mi voz sale ansiosa

—Robert…—murmura

Le pasa algo. Lo sé

Se queda en silencio un largo rato, sigo en línea con ella. No escucho nada, está sola. Su corta respiración golpea con el micrófono. Lo siento. Sé que está llorando.

—Viviana ¿qué pasa? ¿Qué tienes?—me pongo de pie y Tyler me mira atento y preocupado también

—nunca se atrevió, pero claro me lo merecía… —de pronto escucho su sollozo fuerte

—Viviana, dime que ha pasado…

Llora y no puedo estar con ella.

No estoy a su lado.

—mi abuelo está grave Robert y mi mamá ya me vió

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En el texto hay: comediaromantica, romance, amor y humor

Editado: 05.07.2022

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