Si es contigo acepto

Capítulo 32

Robert.

—me encontré con mi mamá.. y ya te puedes imaginar—escucho una risa sarcástica—me dejó claro que la arruiné

—¿está enojada porque dejaste plantado a tu prometido?—no sé si me gustará la respuesta pero ya está, lo dije

¿Lo habrá visto? ¿Habrán hablado? No escucho nada por lo que estoy apunto de hablar de nuevo pensando que Viviana a colgado.

—solo quería escuchar tu voz…—habla muy bajito—te extraño..

—yo también.. te extraño—quizá no debería ser tan expresivo—Tyler también te extraña, pregunta por ti—le cuento

—Rob, quería decirte algo…

De pronto, lo presiento.

Ella no volverá…

—no lo digas…—digo con temor, temor a ya no volverla a ver

—tardaré un poco más de lo que tenía pensado

Un poco de alivio me tranquiliza, pero solo eso, sé que ella no está bien y a  pesar de eso piensa quedarse. ¿Por su abuelo? ¿Solo por él?

—¿es necesario?—pregunto—desde que te fuiste he estado preocupado, no me llamaste, no respondías a mis llamadas ni a mis mensajes y ahora me dices que algo ha pasado con tu mamá

Tyler está frunciéndome el ceño, me había olvidado que estaba aquí.

—estoy bien, Rob. No te preocupes—su pequeña y diminuta voz me hace saber que no es cierto

—¿quieres que vaya contigo?—lo haría, solo si ella me lo pide

—¡no!—se alarma al escuchar mi proposición—no, no puedes, no puedes dejar el trabajo porque sí…—intenta distraerme

—lo haría si me lo pidieras…

—¿sabes? me siento mucho mejor hablando contigo—hay cierta alegría en su voz que hace segundos era triste

—yo también, cielo—camino hasta alejarme de la pequeña sala.

No quiero que Tyler escuche mis cursilerías, es capaz de joderme toda la vida.

—te extraño mucho—sigo diciendo—es ridículo, solo han sido pocos días, pero te extraño como si…

—¿como si hubiesen sido meses, verdad?—yo iba a decir años, pero estuvo cerca—pero, te tengo aquí conmigo—no comprendo exactamente a que se refiere—he dormido aquí en la clínica, no quería separarme de mi abuelo, aún no despierta…—dice lo último con voz apagada

—se va a recuperar, ya verás

—eso espero, él casi nunca se enferma, aun no entiendo porque le dio ese ataque, fue por algo que todavía no logro comprender pero que voy a averiguar—afirma segura

Una pequeña pregunta se formula en mi cabeza ¿por qué siento que Viviana me oculta más cosas de las que imagino? Se tuvo que ir por su abuelo, pero ¿Quién más está con ella? ¿Tiene más familia?

—¿estás sola?—la pregunta brota de mis labios antes de poder pensarla y es más

—sí ¿por qué lo preguntas?

—¿y tu familia?

Unos largos segundos de silencio, me hacen reaccionar, al parecer mi pregunta la ha incomodado. Estoy a punto de decirle que me disculpe por entrometerme, pero ella se adelanta a responder.

Suelta una risita irónica y con un poco de rencor.

—¿familia? A mi mamá no le intereso Rob—deja la oración sin terminar

—cariño, una mamá puede cometer errores, pero siempre ama a sus hijos—intento calmar su enojo, quizás tienen un mal entendido

Ese es el problema. Su madre. Viviana está resentida con ella. ¿Por qué?

—no Robert—niega—tú no la conoces, yo sí

Me quedo en silencio hasta que ella vuelve hablar.

—no es necesario agobiarte con mis problemas

—todo lo que tenga que ver contigo, me interesa

Siento su sonrisa y eso me hace sonreír, también. 

—te quiero, mucho

—yo más a usted, profesor—ahora sí río con ganas. Esa es la Viviana que me gusta, alegre, juguetona e infantil a veces—debo irme, te llamaré pronto ¿sí?

—está bien, cielo—me despido—cuídate mucho, por favor

—lo haré, no te preocupes

—cualquier cosa, no dudes en llamarme, a la hora que sea—le recuerdo

—sí, tranquilo. No me pasará nada. Te quiero. Cuídate y cuídate de tus alumnas coquetas—me sorprendo ante su ocurrencia. Antes de responderle a finalizado la llamada

Dejo mi celular en el pequeño mueble de madera de la sala y al girarme me encuentro con el rostro morboso de mi amigo.

—no conocía tu faceta romántica—mueve sus cejas de arriba abajo en un gesto de coquetería—“todo lo que tenga que ver contigo me interesa, Viviana” ¡Oh Viviana, mándame un beso!—es un exagerado, yo no dije lo último

Le frunzo el ceño y voy a mi dormitorio, pero el muy jodido me sigue.

—¿entonces? ¿cuándo está de regreso Julieta Capuleto?—se cruza de brazos y me sonríe

Entorno los ojos. Paciencia, Dios mío. Es por esto que al hombre no lo aguanta ninguna mujer, por ser tan fastidioso.

—dijo que tardará un poco más de lo que pensaba—voy hacia la repisa y busco mi libro, necesito leer para desestresarme un poco

—oh—escucho su gemido de desaprobación—quería que vayamos los cuatro al club, este fin de semana no tengo presentación, pensé que podríamos ir a bailar un rato

¿Los cuatro?

—¿a quiénes te refieres con “los cuatro”?—me giro a verlo

—a Viviana, a ti—me señala—a Agus y a mí

¡Mi hermana en sus planes!

—¿mi hermana?—arqueo una ceja, para nada divertido

—no me mires así—levanta las manos—en plan de diversión, nada más

¡Imbécil!

—¡diversión!—recalco

—quiero decir en plan de amigos. Ya relájate—sacude sus manos con desdén—mejor, traeré un par de cervezas—se gira y camina rumbo a la cocina—¡o te hace falta Viviana o sexo porque estás con un genio de perros!

Lo golpearé.

Un día que el señor sexópata me agarre en serio de malas, lo golpearé.

Dejo de pensar en Tyler y me dirijo hasta la mesa de noche de mi lado en la cama, abro el cajón y busco mi libro de Jane Austen, pero no logro encontrarlo.

—heladita como me gusta—Tyler aparece de nuevo, con dos latas de Heineken, una en cada mano—¿qué buscas?



#25994 en Novela romántica
#16194 en Otros
#2540 en Humor

En el texto hay: comediaromantica, romance, amor y humor

Editado: 05.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.