Capitulo 19

Alma

Me desperté gracias a los gritos de mi madre. Tuve que bajar antes que nada a ver que ocurría.

— Hija, Sara les tengo un notición que les encantará— mi madre sonreía con orgullo, que hasta creí que ya no me pondrían al guardaespalda.

— Aver mamá misteriosa, cuenta ya ¿Quée es eso tan bueno?— interroge

—Acabo de hablar con los padres de Sara y me pidieron un rincón para que Sarita se quedé a estudiar acá

—¿Qué?— pregunté con sorpresa

— hija ¿No te entusiasma? Estarán juntas— Ánimo mi madre

— Aver mamá, ¿Eso por qué o que?

— La seguridad en Canadá está muy mala. Además la escuela de Sara es muy horrenda.

"Esto si que sería muy bueno para seguir con las bromas a Sarita" sonreí

— ¡Que alegría! Esto es un sueño, un sueño hecho realidad— con todo el esfuerzo de mi vida abracé a Sara.

— Buenos días les presento a Charly, el será el guardaespalda de Alma— dijo mi tío desde la puerta de su oficina— Ya me encargué de hablar con él, le conté que aún no tenemos un coche firme para Alma y se ofreció en trabajar con la suya— Charly parecía un muy buen chico: guapo, joven y muy serio.

— Gracias tío Erick, Muchas gracias— pronuncié mientras me arrojaba a mi tío— prometo portarme super super bien Charly— le sonreí tomándole la mano— bueno tengo que ir a cambiarme, deberías de hacer lo mismo Sara

— Sara empezará sus clases el día de mañana— dijo mi madre.

Esto si que es una mala noticia, ahora tenía que esforzarme para que nadie se acercará a Sara, le haría la vida imposible y más si intentará acercarse a Manuel.

°°°

— Charly, ¿Que edad tienes?— pregunté cuándo empezamos a salir de casa

— Señorita, le recuerdo que yo solo soy su guardaespalda no soy su confidente

— ¿Que no puedo saber nada de ti? Si lo que quiero es conocerte más y así poder llevarnos bien — insistí

— Tengo 19 años de edad— Increíble, yo solo tengo 17, si todo sale mal con Manuel, yo podría darme oportunidad con el— ¿Por qué no estudias?

— Desde pequeño me interese en proteger a las personas, tengo mucha experiencia llevo más de cuatro años trabajando como guardaespalda

— ¡Increíble!— sonreí— te veo al rato, no llegues tarde por favor, de lo contrario me iré sóla— termine y salí del auto

—¡Wow Nena! Nos dirás quién es ése chico con el que llegaste ¿Acaso ya olvidaste a Manuel?— pregunto Anne

— Esa es una pregunta estúpida, mejor centresen en lo que les diré: Sara se queda a vivir en mi casa

— ¿Qué? Ahora sí que no fué tu día— dijo Emmy

— tranquilas no es para tanto, esta es una oportunidad para demostrarle quien somos y dejarle claro que este no es su lugar— dije orgullosa

Todas nos empezamos a reír y estuvimos hablando de las ideas que teníamos para no llamar a Sara. El fin de semana se organizaria una fiesta en casa de Clara para alejarla, ahí se daría la primera diversión. Manuel me saludó con un gesto, pero yo no reccione al recordar las palabras de Diana, me sentía tan humillada por lo que el pensaba de mí.

— ¿Algún problema Linda?— pregunto Emmy

— Emmy tengo que cambiar de look— sonreí— ¿Tardé de comprás? 

— Claro que sí... ¡Que emoción!

°°°

—¡Pero mira quién está aquí Marlene!— Pronunció Diana al verme parada frente al espejo— Escuchá Alma, yo no sé para qué estás en éste lugar debes de entender que aunque te arregles sigues siendo fea muy fea

— Eso está por verse— Sonreí orgullosa y salí del baño con tanta prisa hasta llegar a mis amigas.

—Nos vemos a las cuatro, ¡no se tarden porfavor!— Sugirió Anne 

— Ahí estaremos— respondimos juntas y nos separamos.

Llegué al estacionamiento del colegio, Charly aún no llegaba, así que camine un poco para comprarme un helado de vainilla.

—Yo pagó— dijo Manuel a mis espaldas

— Disculpa pero no es necesario, ya está pagado— finji una sonrisa y caminé con dirección al estacionamiento.

—Alma espera, quiero hablar contigo ¿Puedo?— pregunto con ternura, haciendo que me detuviera

—Soy todo oído

— Te busque el fin de semana para invitarte al cine, cómo no te encontré he pensado que podríamos salír hoy— Propuso dejándome en completo silencio— No es necesario que sea hoy, si quieres lo dejamos para mañana

—Escucha Manuelito temo que no podré ni hoy ni nunca, así que no pierdas tu tiempo por favor— traté de finjir cuando lo único que quería era decir que sí. Había hecho la promesa de no salir con el hasta que fuera delgada y no podía traicionarme.

—¡Alma por favor no finjas! Sabes bien que tú lo quieres— dijo tomándome de la  cintura, para después entrelazar sus labios con los míos, mientras yo manchaba su uniforme con helado.

— ¡Oye ya basta! Suéltame ¿si?

— No te soltaré hasta que me des una respuesta afirmativa— Dijo con un rostro tan serio

—¡Me estás lastimando! ¡Manuel suéltame ahora!

—¿No esta escuchando joven? Déjela en paz— Interfirio Charly a lo lejos, logrando el objetivo

—¿Alma quién es el?— preguntó Manuel

—Eso no es problema tuyo— dije caminando hacia al coche y después subí...

—Señorita debo advertirle que no se acerqué a jóvenes como él, ellos solo quieren divertirse con usted— Interpretó Charly una vez que había subido al auto

— Gracias pero puedo cuidarme sola— Lo miré con odió— Necesito que te arregles en cuanto lleguemos a la casa, saldré de compras con mis amigas. Te necesito a las tres y media. Por lo mientras te doy permiso de salír a tomar aire puro.

— Lo siento pero eso no es posible, tengo que acompañarla en la casa puesto que no hay nadie de seguridad— respondió con frialdad

Las cosas con Manuel iban de maravilla, si ésto seguía así pronto sería su novia, de lo contrario ahora lo ocuparía de diversión algúna.

Manuel