Viejas fotos…

Si las fotos hablaran podrían ser capaces de hacernos recordar que no necesitas una cámara para una sonrisa crear, eras feliz en cada fotografía porque un buen momento vivías, cada foto guarda el más hermoso de los regalos pues en el momento en que la saques verás que cada experiencia se ha guardado, las fotos se encargan de imprimirnos para algún día poder recordarnos que a pesar de cada lluvia en algún momento el sol ha llegado.

No hay mejor momento que el que es fotografiado pues te deja ser libre y te enseña a amarlo, cada día que en la playa me siento para ver mis fotos y los momentos recordarlos, la nostalgia nace y siempre siento que necesito un abrazo, mientras revisaba mi baúl un álbum lleno de momentos encontré momentos que algún día me hicieron sonreír de nuevo. Encontré nuestras fotos de adolescentes de juegos ocurrentes, fotos que solía amar e igual que cuando de tu mano solía caminar, fotos donde tu sonrisa parecía la más sincera donde tus gestos y caricias me convertían en una nena.

Cada foto que me tomaste, te tomé y nos tomamos quedaron en una carpeta que cuando me siento en el mar siempre la reviso para poderme inspirar, están esas fotos donde nuestras manos estaban juntas y nuestras miradas no se separaban, esa foto tuya que te tomé mientras mirabas la carta de cumpleaños que junto a un dije te entregaba, cada una de las fotos un mensaje lleva grabado porque incluso sin saberlo desde que te conozco te he fotografiado. Te tomaba fotos con el fin de poder mirar todos los días tus ojos, era una pequeña que se moría porque una mirada tus ojos le regalaran.

Y vuelvo a sentir que si te veo en la calle tendré que fotografiarte para que en mi mente se grabe ese nuevo tú que surgió después de grande… No me queda más que esperar lo que algún día tenga que pasar, para mi cámara tomar y comenzar de nuevo a fotografiar recuerdos, momentos e historias que estoy más que segura que el tiempo borrará pero que con mi cámara en mi vida se quedarán y de mi mente nunca escaparán.