Si te soy sincera

Más tuya que mía…

 

-Hoy iremos a la ciudad y pasaremos un día de compras, aprovechando que aún te quedan unos días de tus “Vacaciones” que no sé qué tienen de vacaciones porque ni siquiera sales de casa- Ella levantó su ceja como solía hacerlo antes de retarme.

-¿Cómo estás tan segura de ello? Que yo sepa no has estado todo este mes conmigo, si he salido sólo que amo estar en la playa con el sonido de las olas del mar chocando contra la orilla.

-Y ahí vas tú, con tus palabras poéticas de escritora con una historia de amor imposible, amiga sabes que siempre te he apoyado pero es momento de que salgas con alguien. Él nunca va a volver, ahora está mucho mejor que antes, tiene fama y dinero todo lo que siempre quiso y lo que tu tanto evitabas. Así que deja de vivir en un libro; la historia que ambos tuvieron nunca será como las que lees o escribes, él ya tal vez tiene a alguien más y es feliz mientras que tú sigues como una ingenua esperando a que aparezca de la nada y te diga que aun te ama. No, Am eso no va a pasar- Mis ojos se habían llenado de lágrimas ella en realidad tenía razón. Tanto tiempo y yo aún a pesar de todo aún lo quería y lo quería como si nunca nada hubiese pasado.- Tú silencio y tus ojos me acaban de confirmar lo que tanto temía, tú desde que todo ocurrió no lo has olvidado y no has superado eso que sientes.

-Tal vez tienes razón y aceptaré tu propuesta de que salgamos hoy a la ciudad no creo que salir me haga daño – Y con mi respuesta nos fuimos a cambiar y salimos hacia la ciudad.

Mi suerte es la única que responsable de todo lo que me pasa, estaba más que segura de que algo pasaría y así fue luego de habernos comido una sabrosa marquesa en la mejor tienda de postres de la ciudad, saliendo del local iba distraída hablando con Sabrina cuando recordó que había dejado su tarjeta adentro y regresó para buscarla, yo terminé de salir y casualmente me choqué con alguien provocando que casi me callera y al elevar la vista tenía en mi frente aquellos ojos que ya había olvidado sin dejar que me aturdiera susurré un disculpe y me marché corriendo. Luego esperé a mi amiga  en el auto y nos dirigimos a casa en donde estamos en este momento, no le di explicación simplemente le dije que estaba cansada y me dirigí a mi habitación para escribir y soltar tensiones tal vez ella no estaba tan equivocada y el ya ni siquiera me recordaba.

Como si el destino me jugara una broma tus ojos vuelven a mostrarme, aturdiendo mi realidad y alterando mi forma de pensar. Apareces de nuevo aquí en esta ciudad que durante tanto tiempo ha sido mi refugio y es aquí donde entiendo que siempre fui más tuya que mía con tan solo observarte de nuevo me basto para entender que sigo siendo aquella pequeña tonta enamorada del mismo chico al que ella nunca le importó y con el tantas cosas soñó.

En qué momento olvidé que el mundo es redondo, en que momento olvidé que te volvería a ver, en que momento me olvidé de mí y me dejé consumir por todo lo que decidí sentir, no entiendo en que momento dejé de mentirme para resignarme, deje de creer que amarte se me había olvidado. Aquí quisiera de alguna forma repetir cada cosa y corregir lo que no funciona para haber evitado salir aturdida de un simple encuentro en dónde después de tanto tiempo mi mirada junto a la tuya se han cruzado causando revivir ese amor que se suponía que había dejado lejos.

Después de tantos años negando que existía algún sentimiento, el mirar tus ojos de nuevo solo me hizo reconocer que yo aun en el fondo te quiero, que este corazón roto y con vendas espera verte de nuevo, mientras la razón y mi cerebro se niegan a que pase un nuevo encuentro.

 



#23315 en Novela romántica
#3852 en Chick lit

En el texto hay: diario, primer amor, secretos amor

Editado: 22.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.