Narra Jeilana Ríos
— Si mamá, entiendo, me esperas en el aeropuerto y de ahí vamos a desayunar, después a casa. Ya entendí no te preocupes —
— Muy bien hija, ¡No puedo esperar a que llegues! —
— Mamá, me has esperado por 5 años, ¡No es posible que no me puedas esperar un día! —
— Lo sé hija, solo que estoy muy emocionada por volver a verte —
— Yo también mamá, ya quiero verte pero mi vuelo sale hoy y llego mañana temprano así que me tendrás que esperar —
— Está bien hija —
— Bien, ahora tengo que colgar porque tengo que terminar de empacar las maletas —
— Sí hija adiós — fue lo último que me dijo mi madre antes de que colgara.
Para mí será muy difícil volver a este lugar, pero lo hago por mi madre, llevo 5 años sin verla, solo por videollamada pero no es lo mismo, no es lo mismo que llegar a abrazarla con todas mis fuerzas a solo tenerla en la pantalla.
— ¡Hija! — me gritó mi padre
— ¿Qué pasó papá? —
— ¿Ya terminaste de empacar? ¡ Tu vuelo sale en una hora, nos tenemos que ir ya al aeropuerto! —
— Entiendo papá ¡Ahora bajo! — bajé mis maletas abajo y me encontré con la cara triste de mi padre
— Te voy a extrañar mucho Jeilana — y me abrazo
— Lo sé papá, yo también te voy a extrañar mucho pero ya soy mayor de edad y ya te había dicho que cuando lo fuera lo primero que haría sería ir a visitar a mi madre, más aparte allá iniciaré la universidad, es mi tiempo de revivir de nuevo en mi vida social — respondí a su abrazo
Mis padres se divorciaron hace ya buen tiempo, mi madre se quedó allá, en mi antigua ciudad, mi antiguo país y mi papá se vino que vivir para acá, muy lejos de mi antiguo hogar, así que cuando pasó eso, me vine a vivir con mi papá debido a la vergüenza, a la pena que sentía por haberme humillado de esa forma, fui cobarde... si... fui muy cobarde, pero ya no más, no pienso volver a ser la persona que era antes, no pienso hacerlo.
Nos subimos al carro de mi padre y nos dirigimos al aeropuerto, después de poco tiempo llegamos y bajamos mis maletas y fuimos a la sala de espera para hacer todo lo necesario. Cuando lo hicimos simplemente nos sentamos a esperar a que se hiciera la hora de despegar
— Saluda a tu madre por mi — me dice mi padre. Sé que aún se siguen queriendo pero ninguno de los dos me quiere decir por qué se separaron... simplemente no lo entiendo
— Lo haré, cuenta con ello — y en ese momento sonó mi llamado para subir al avión
— Bueno, creo que este es un hasta luego. Cuídate mucho hija, te amo con todo mi corazón —
— Yo también papá — me fui al avión y después de los 40 minutos de aver despegado me quedé dormida.