VI

ADJUDICADORA

Cuando llegué al palomar, ya me esperaba. Siento decir que el olor a mierda de paloma no era mi fragancia favorita, pero tendría que aguantarlo mientras hablaba con Bowery King.

-¡Bienvenida a mi centro de control! Bulbo raquídeo de mi operación. La información sobre ruta de vuelo. Aquí controlo lo que se dice en la calle y ocurre en el mundo.

-¿Con palomas?

No veía tanto atraso de tecnología desde mis libros escolares de historia del Medievo.

-Sí. Usted ve ratas con alas, pero yo veo internet. Sin dirección, sin huellas digitales. Irrastreable, injaqueable, imperseguible.

-¿Puede contagiar enfermedades?

-Bueno, no le recomendaría comerse una. ¿Qué es lo que quiere?

-En principio ver donde no tuvo lugar. 
-¿Qué es lo que no tuvo lugar?

-Donde no mató a John Wick.

-Verá, siempre he creído que los contratos y su ejecución eran algo optativo. No tengo ningún problema con John Wick.

Harta de sostener el paraguas y del olor a mierda, se lo pasé al sin techo de mi derecha. Me encantaría poder mandar matar a todos estos ingratos, que se han reído de las reglas de la Alta Mesa.

-Sin embargo le dio a John una Kimber 19-11, sabiendo que tenía intención de usarla para alzarse contra la mesa, ¿sí?

Saqué de mi cartera la pistola y mostrándosela dije:

-Ésta Kimber 19-11 para ser exactos. Le dio a John Wick siete balas, la Alta Mesa le da siete días.

-Siete días ¿para qué, exactamente?

-Para arreglar sus asuntos. Buscará un hogar para sus… pájaros. En siete días abdicará de su trono.

Vi como se reía. Era común que nadie me tomara en cuenta, pero no era a mí a la que tenían que tomar en cuenta. Yo solo era un instrumento, era la Alta Mesa la que estaba haciendo porque se cumplieran las reglas.

-Ah, querida mía. Dígame si por casualidad sabe lo que es el Bowery, ¿sabe qué pasa cuando agito mi mano? No, le aseguro que nadie me sustituirá en el trono porque resulta que yo soy el trono, pequeña. Yo soy el Bowery. Soy todo lo que no se atreve a mirar cuando va por la calle de noche. El Bowery es mío. Solo mío.

-No cometa el error de creer que puede existir fuera de las reglas, nadie lo hace. Tiene siete días.