¿Por qué, rodeada de tanta gente,
me siento tan sola?
¿Por qué, si hay voces a mi alrededor,
mi corazón sigue buscando explicaciones
para este nudo torcido que aprieta dentro de mí?
¿Por qué, si hay tantos a mi lado,
al final del día no tengo a nadie?
En mis momentos más oscuros,
cuando las dagas de la tristeza perforan mi pecho
y el dolor se vuelve hueco,
solo hay vacío.
¿Dónde están los que se supone
debían estar conmigo?
¿Por qué esta soledad me abraza
aunque esté rodeada de tantos?
¿Será que nunca fueron realmente míos?
¿Que todo fue una ilusión mía,
una fantasía de compañía
que inventé para no derrumbarme?
Tengo tanto… y sin embargo,
siento que no tengo nada.
¿Estaré exagerando?
¿O es que la verdad duele tanto
que preferimos no mirarla de frente?
¿Por qué, si hay tantos rostros cerca,
mi alma se siente cada vez más lejos?
Las ganas se disuelven,
como lo hicieron las personas.
Y no sé qué me estoy quedando sin más:
si sin vida,
o sin esperanzas de que un día
alguien realmente esté ahí,
que alguien de verdad me mire
y me entienda.
Porque puedo estar en el centro de la multitud,
rodeada de risas, palabras, movimiento…
y aún así,
sentirme más sola que nunca.
Y ese momento de melancolía
lo confirma todo:
miro a mi alrededor
y la habitación está oscura,
inundada de una sombra que pesa más que el silencio.
Estoy sola.
Tan sola…
que ni siquiera la compañía logra tocarme.
Porque a veces,
estar rodeada de todos
es lo mismo que no tener a nadie.
Porque a veces,
todos no significa alguien...
ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ🧠🫀ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨