¿Regresaste? ... me pregunto,
mientras la puerta se cierra por décima vez.
Pero solo me contesto en silencio:
no, no regresaste.
O tal vez sí...
regresaste de una forma extraña,
no con tu cuerpo, pero sí con tu recuerdo.
Tu voz volvió a instalarse en mi mente,
también nuestros buenos momentos,
esas risas, esos abrazos,
esa forma en la que me mirabas.
Todo eso volvió…
menos tú.
Físicamente no regresaste.
Te fuiste.
Te alejaste.
Y simplemente no llegaste.
Me olvidaste.
No regresaste.
Cuánto hubiera dado por verte aparecer,
por oír tu voz llamándome desde la puerta,
por sentir de nuevo tus brazos abiertos,
esperando los míos.
Pero creo que la vida decidió
llevarte a otro lugar,
lejos de mí, lejos de nosotros.
Y yo me quedé aquí,
con tu recuerdo y una esperanza que duele.
Observo desde lejos
los sitios donde fuimos felices,
y me da miedo volver a entrar,
porque sé que ya no sería para revivir,
sino para recordar.
Desde afuera,
veo la puerta, la ventana,
los carros que pasan,
las personas que entran y salen,
esperando que, entre todas ellas,
un día aparezcas tú.
Sigo esperando escuchar tu voz,
sentir tu tacto,
tu calor,
tu abrazo reconfortante.
Pero cada día que pasa,
siento que me engaño,
porque sé que no volverás.
Sé que te fuiste…
y que no regresarás.
Y aun así, sigo aquí,
esperándote.
Esperando por alguien que ya no vuelve.
Me duele admitirlo,
pero es así.
Quiero olvidarte.
Quiero soltar todo esto.
Pero mi mente me traiciona,
mi corazón te sigue recordando.
Vuelves una y otra vez en mis pensamientos,
como si tu ausencia fuera solo un mal sueño.
El tiempo pasa.
Otoño vuela,
verano corre,
y el invierno llega con un frío que cala profundo.
Un frío distinto,
un frío que no se va,
porque viene de dentro,
porque es el frío de tu ausencia.
Un frío igual al que siento en el pecho,
por no tenerte aquí,
por no poder abrazarte,
por saber que solo tengo tu recuerdo.
¿Olvidarte?
¿Cuándo será el día en que deje de pensarte?
¿Cuándo llegará ese instante
en que deje de buscarte
y no me duela no encontrarte?
¿Cuándo podré superarte?
Estoy cansada…
de esperarte,
de engañarme,
de sostener esta ilusión rota.
Pero aquí sigo,
con la esperanza necia
de que algún día regreses.
Aunque, en el fondo,
sé que eso nunca pasará.
ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ🧠🫀ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩ٨ـﮩﮩ٨