Siempre fuiste tú

Capítulo III

22 de junio 2010

Bastian

- ¿Estás segura? - le pregunto

- Si Bastian, los dos sabemos que nos queremos mucho, pero yo ya no te amo como antes y se que tu tampoco lo haces, no quiero terminar mal, tenemos a Ema, quiero que él vea que sus padres se llevan bien. -Asegura mirándome a los ojos.

Aunque dolía, ella tenía razón, hace mucho lo nuestro no era lo mismo, no se en que momento terminamos siendo simplemente dos amigos, cooncordaba con ella, no quería terminar mal.

- Te quiero – le dije.

Ella sonríe

- Lo se también te quiero- Nos fundimos en un tierno abrazo, luego me mira. - Y de nuevo te digo, deberías ir a África, Bastian tu naciste para salvar vidas y en este tiempo no lo has hecho, nos dedicaste tu vida a nosotros y te lo agradezco pero es hora de que pienses en ti. Yo voy a estar bien y Emanuel también, prometo que haré que hagan videollamadas todos los días, pero sinceramente creo que debes ir.

Quizás ella tenía razón, volvimos a abrazarnos, yo tome mis valijas, iría por unos días a casa del hermano de ella, si Alex es mi mejor amigo y se que me recibirá. Le doy un beso a Emanuel y un abrazo y me voy en mi auto. Al llegar Alex ya me tiene pronto un vaso de Whisky, lo miro, sonríe, él ya sabía todo, seguro Sabrina hablo primero con él, lo tome suavemente.

- Gracias -Le digo

- No tienes nada que agradecerme y sabes que esto es lo mejor, se que si me pongo a hablar vas a decir que te estoy psicoanalizando, algo que no puedo evitar al ser psicólogo. - Sonrió solo el lo logra.

Dejo mis cosas en su cuarto de huéspedes, me acuesto en esa cama, miro el techo pensando, sin dudas duele, pero quizás sea bueno y quizás tenga que ir por un tiempo a África.

Alaia

Por primera vez en mi vida falte a clases, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, iría a la tarde a realizar practicas. Había apagado mi celular, al prenderlo tenía mensajes de Marco, de Evan, de mi padre y de mi mamá. Se ve que otra vez Marco no cumplió lo que le pedí y me busco molestando a todo el mundo, solo llame a mamá, después de que me retara, le dije donde estaba y le pedí que viniera para hablar con ella.

Ella tardo quince minutos en llegar, ni bien toco mi puerta le abrí, me abrazo fuerte, no pude evitar las lágrimas, nos sentamos en la cama que había estado esa noche, ya que no dormí nada, solo llore, le conté todo.

- Se lo que me vas a decir y si, soy una estúpida, pero lo único que quiero saber es ¿Te puedes encargar de mi divorcio? - Ya que ella es abogado

- Mi vida, ¿ Estás segura? - Asentí, aunque me dolía el alma era lo mejor. - Claro que lo haré y me encargare de todo, no te voy a decir que eres estúpida Ali, simplemente amaste y eso a veces duele mucho. Pero te aseguro que aunque ahora creas que no, va a pasar y también te voy a pedir que llames a tu padre y tu hermano, porque están preocupados y creo que Evan es capaz de matar a Marco

- Lo haré, le voy a escribir un mensaje a Evan, a papá no creo que le importe mucho. El nunca estuvo de acuerdo, quizás piensa que me merezco esto, hasta yo estoy pensándolo. -llorando, mamá levanta mi rostro, lo toma con sus manos y me mira seria.

- ¡Escúchame bien, vos note mereces que ese hijo de su madre te rompiera el corazón! Tu lo amas con todo tu alma, de lo único que eres culpable es de eso y de cegarte a ti misma. - Me abraza. - Ahora vas a juntar todo y te vas a casa conmigo.

-Mamá, prefiero quedarme acá, no quiero molestar a nadie con mi tristeza.

-No me molestas y a Cris menos, vas a irte conmigo y punto, tu no estas sola.

Asentí, me fui con ella. Al llegar Cris me abrazo solamente y me dio una taza de chocolate caliente con merengue y caramelo, lo miro.

- Cuando nos duele el corazón es bueno tomar esto, es una receta secreta de doctor. - Sonrío y lo abrazo, es un gran tipo sin dudas.

Voy hacía mi cuarto allí, tomo el celular, le paso un mensaje corto a Evan. Luego busco todo para tomar una ducha, aunque estoy quebrada por dentro y mis pedazos no tienen forma de pegarse, voy a ir al hospital, en este momento nadie me puede ayudar a mi, pero yo si puedo ayudar a alguien. Mamá insiste que por hoy no vaya, pero le digo que no, que lo necesito, Cris me comprende, él es médico al igual que yo, me lleva y promete ir a buscarme.

Sin dudas ir fue lo mejor, sirve para que mi cabeza este en otro lado por un rato, aproveche en el descanso y le pedí a un compañero si podía pasarme apuntes de la clase y lo hizo con una sonrisa. A las nueve salí de allí, esperaba ver a Cris, pero no, el que estaba allí era Evan recostado al auto,se acerca a mi y me abraza.

- ¡Nunca más en tu vida desaparezcas así! Morí de preocupación y tenías que haber ido a casa

- Evan, - Me separo un poco y lo miro. - simplemente no quería un “te lo dije”, necesitaba estar sola y si estoy en casa de mamá ahora es porque casi me obligo.

- Nunca te diría eso, solo te abrazaría fuerte y le rompería la cara como lo hice. - lo miré sorprendida – No me mires así, te rompió el corazón Ali y yo se lo advertí, le advertí que si te lastimaba no respondía de mi.

- No lo tenías que haber hecho, eso te podría traer problemas con Mía, no quiero que pelees por mi culpa con ella. – Asegure preocupada.

- Por ti mato Ali y no es novedad, Mía solo me pregunto porque no le había pasado con el auto por arriba y quiere que te diga que ella te ama y que lo que haga, esto es textual de ella “el estupido” no tiene nada que ver con ella. - Me mira y me abraza de nuevo. - Eres mi hermana, te amo y eso no va a cambiar, ahora nos tenemos que ir, porque mamá dejo que yo viniera a buscarte con la condición de que te llevará sana y salva

Asentí, me fui con él a casa de mamá, se quedo a cenar, aunque no tenía mucha hambre comí un poco, luego se despidio, mamá se acerco y me dijo que ya tenía redactada la demanda de divorcio, sentí un nudo en la garganta, la tome, la leí




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