16 de septiembre
Bastian
Es increíble que esta chica distraída sea quien viaje, se lo dije al decano, me dijo que estaba muy equivocado que ella no era así. Suspiro, es una de las últimas clases de swajili, me sorprendió verla en las clases, que se interesa en aprender el idioma y no en hacerse las uñas como todas las niñas ricas, un ejemplo de eso es Helena la hermana de Sabrina.
La observo hablando con una misionera que también va a viajar y por lo que se ve esta embarazada, ella y el marido viajaran el mismo día que nosotros, son americanos que están en el país y que les tocó misionar en Kenia ahora. Parecía que se habían hecho buenas amigas.
Al salir de la clase apenas si no miramos, era evidente que no nos soportamos, he tenido suerte que no me a tocado tenerla bajo mi cargo en el hospital, no se como haré para soportarla cuando estemos en África, por lo que se, van dos médicos más y algunos que decidieron quedarse.
Al llegar al hospital a cumplir con mi horario, la veo entrar, nos miramos
-¡Por favor no me digas que tienes turno! - Le pido
- Para mi desgracia si – Suspira resignada
- Solo te pido que no mates a nadie por tu falta de atención – le pido, me mira furiosa
No se preocupe, no lo haré y si lo hago dire que fueron los consejos del jefe médico de turno que no supo explicarme ya que es un maldito dictador que se cree superior a todos. Me responde yendose, de nuevo dejándome sin poder contestarle, parece que ama hacer eso.
Suspiro con frustración pensandoi en lo que me espera y rogando tener una noche tranquila.
17 de septiembre
dos de la mañana ingresan seis personas, entre ellas dos niños pequeñois que estan involucradas en un accidente de tránsito, superviso todo y atiendo a uno de los conductores por lo que dice, al ver se puede ver un claro traumatismo de cráneo, observo a la niña mimada atender a uno de los niños, me preocupa que haga una tonteria gracias a su falta de atención, le pido a uno de los médicos que se acerque al paciente que tengo yo y voy por el niño
- ¿Qué tenemos? - pregunto
- Niño de cuatro años, con distensión abdominal y contusión craneal. - Responde sin mirarme, esta ocupándose del niño de examinarlo.
- ¿Qué hay que hacer? - pregunto
-Si hubiera tiempo un TAC, pero los signos están bajando y por lo que se observa hay que subirlo a quirófano
-Residente no podemos llevarlo a quirofano sin tener estudios realizados y…
- Doctor, la saturación de oxigeno baja al igual que las pulsaciones. - me interrumpe la enfermera
- Hay que entubarlo Jefe, le pido que vaya a atender a su paciente y solo me autorice a hacer lo que debo para salvar a este niño, si usted lo revisara y no solo me llevará la contra, se daría cuenta de la gran distensión abdominal que tiene y de un posible hemorragia interna. Si me deja hacer mi trabajo le aseguro que este niño vivirá si esta en mis manos – Me asegura, si bien noto furia en su voz, también veo seguridad, no puedo negar que me sorprende
-La saturación siguen bajada – dice la enfermera
- ¡Al diablo con usted, haga lo que quiera yo voy a salvar una vida! - Me grita – Tubo para intubación pediatríca ahora - le pide a la enfermera, esta me mira nerviosa – Yo me hago cargo pero démelo ya sino este niño morirá – La enfermera nerviosa le da el tuvo ella toma su linterna abre la boca del niño, busca que este despejado para entubar, subciona un poco de sangre y realiza la intubación como si no existiera, el niño está entrando en paro, una vez termina comienza a llegarle el oxigeno, ella masajea el pecho del niño, logra que vuelva a tener signos vitales, yo reviso al niño, detesto que tenga razón.
- Enfermera avisa a quirofano -ella asiente y va a hacerlo – Usted suba con el paciente, cuando baje hablaré con usted
Ella me mira, veo que en su mirada solo hay determinación, no le interesa si tiene consecuencia, sin decirme nada lleva la camilla al ascensor
Atiendo a algunos otros de los implicados en el accidente, estaban graves, el otro niño estaba fuera de peligro solo politraumatismo. Espere a que bajará, no la vi hasta que la observe hablando con una de las mujeres que había estado en el accidente, me acerque.
-Residente, necesito hablar con usted.
- En un momento, estoy terminando de chequear a mi paciente e informándole sobre sus hijos – Ni siquiera me mira, es una insolente y mal educada
Respiro, quedo afuera de la habitación, cuando sale hago que me acompañe a mi consultorio, entro con ella y me mira.
- Debe aprender a acatar ordenes, pudo haber matado a ese niño.
- No soy un espejo para que se refleje en mi – Me contesta la muy mal educada – Yo solo hice lo que se hace Jefe, usted ni siquiera había revisado al niño y ya quiso dar ordenes sobre MI paciente. - Iba hablar pero no me dejo- Si, ya se que va a volverme a decir “residente” solo le recuerdo que los de último año tenemos pacientes propios y no me ofende es lo que soy. Ahora no me haga perder tiempo, redacte el informe que quiera redactar, llame al decano, haga lo que quiera, no me arrepiento de desobedecerlo, lo haría si con eso salvo una vida. - Asegura, su seguridad es total
-Obvio que voy a informar sobre esto y le advierto que no voy a dejar pasarle ningún numerito, lo único que le puedo decir es que esta vez tuvo razón. -Tomé aire, me cuesta lo que le voy a decir, pero es la verdad – Buen trabajo
-Gracias supongo. ¿Algo más? -me pregunta la maleducada
- Solo es eso, le haré un informe y se lo enviaré al decano, vuelva a su y trabajo. - Ella suspira y se va, sin dudas será un gran dolor de cabeza trabajar con ella, aunque debo reconocer que es muy buena en lo que hace.
***
Alaia
Agradezco que sean las nueve de la mañana y termine mi turno, me encanta trabajar, pero ese maldito dictador se cree superior, con solo pensar que tendgo que soportarlo Kenia, hace que la furia suba en mí.