CAPITULO III

PIEDAD

Cambio todo lo que antes era desde su aspecto hasta su alma, ya no quería que cualquiera le hablara como se le dé la gana solo por haberse enamorado así que por más que amaba a Nehir decidió ocultar ese sentimiento en lo profundo de su corazón para que nadie usara esa debilidad solo para tratarlo como basura.
Los elfos trajeron no solo la corona si no también anillos y prendas nuevas para el nuevo rey.
Pasaban los días y en el palacio dorado todos rogaban piedad, ya se habían dado cuenta de su error pero era tarde. Mientras que el miedo no solo era en el palacio dorado sino también en el reino de los elfos quienes escucharon como el rey del palacio dorado había cambiado, todos ahora culpaban a Nehir- por tu culpa el rey Subaro es así ahora, solo por salvarte- le reclamaban las elfos y humanos.
Subaro estaba dispuesto a hacer que Jïhan se inclinara y rogara así como el rogo que salvaran a Nehir.
No tendría piedad con Jïhan, haría que sufra como el sufrió, y este solo era el inicio, primero difundir su poder y darles miedo, para luego atacarlos sin piedad alguna.
Subaro ya se había enterado de la manera en la que trataban a Nehir y le habían llegado rumores sobre una criada que planeaba matar a sus bebes así que sin esperar fue al reino de los elfos donde al llegar se encontró a Nehir intentando salvar a sus bebes de aquella criada que con cuchillo en mano trataba de matar a los gemelos, Subaro no espero nada para ponerse delante de Nehir diciendo- si te atreves a tocarlos yo mismo me encargare de hacer lo que resta de tu vida el mismo infierno- la criada comenzó a llorar y a suplicar piedad pero lo que Subaro hizo fue golpearla contra un muro dejándola inconsciente para luego llevarla a pie a su palacio junto a Nehir y los gemelos en su caballo lo cual enfureció a Jïhan quien al llegar de casería con su ejército el guardia de la puerta le informo que su esposa e hijos se marcharon al palacio dorado tras un intento de matar a sus hijos.
Jïhan partió al palacio dorado donde los elfos no lo dejaron entrar aun que si lo dejaron ver como en el balcón estaba Subaro cargando a uno de los bebes junto a Nehir quien estaba a un lado platicando, Jïhan no soporto ver tal escena así que comenzó a gritar- Subaro esto es una ofensa, como te atreves a entrar a mi reino y llevarte a mi esposa e hijos- Subaro no respondió, tan solo se llevó a Nehir con sus hijos adentro.