CAPITULO VIII

MATRIMONIO
Al día siguiente llegaron muchas doncellas hijas de nobles que esperaban que eligiese a una como esposa, Subaro por supuesto no sabía de esto, no hasta que se despertó y al bajar encontró a todas las doncellas en una fila- que significa esto sirvientes, quiero que saquen a estas mujeres de aquí ahora- ordeno Subaro, las doncellas estaban ofendidas pero tenían miedo así que se fueron sin cuestionar, entonces llego uno de los noble le dijo- su majestad se lo pido, por favor acepta a alguna de las doncellas, no puede pasar su vida solo, ¿Qué pasara con su descendencia?- a lo que Subaro enojado dijo- no necesito a ninguna de esas doncellas y sobre el tema de mi descendencia, ese es mi problema no tuyo, ahora si esas doncellas vuelven a mi palacio yo mismo las matare-
Aquel noble hizo reverencia y salió en silencio, Subaro se calmó e intento pasar un día normal lo cual no se pudo pues cada vez llegaban más y más doncellas.
Nehir se había enterado de esto eh intento calmar a Subaro diciendo- tranquilízate, intenta conocer a una al menos, talvez te enamores y veas que no hay sentimiento más lindo que el amor- a lo que Subaro respondió- pero a mí no me importa nada de eso Nehir eso no sirve de nada, yo me enamore y todo lo que recibí fueron burlas y criticas es por eso que el mejor sentimiento es el de la venganza, el ver a tus enemigos pagar, ese es el mejor sentimiento del mundo y te recuerdo que nadie pidió tu opinión- Nehir callada intento irse pero la detuvo un fuerte dolor en el estómago, no podía contener los gritos de dolor, Subaro rápidamente la auxilio y pidió ayuda, cuando llegaron los doctores la revisaron y notaron que ella había sido envenenada y que ya no le quedaba mucho tiempo de vida, esto se le informo a Subaro quien no sabía que hacer así que entro al cuarto de Nehir quien apenas le dijo- Subaro sé que moriré pero podrías prometerme algo?- Subaro solo asintió con la cabeza, Nehir con lágrimas dijo- por favor cuida a mis hijos, ellos no tienen la culpa de nada, por favor que ellos no paguen por algo que no hicieron, te lo pido ámalos como me amaste a mi por favor prométemelo- Subaro con llanto acepto diciendo- Nehir yo siempre te amare y te prometo que esos niños no sufrirán nunca mientras yo viva- en ese momento Nehir dejo de respirar, su vida ya había llegado a su fin. Subaro lloraba en aquella habitación donde las sirvientas momentos después trajeron a los bebes quienes lloraban.
Cuando Jïhan se enteró de la noticia intento acabar con su vida cosa que no se logró por que los guardias lo impidieron, el palacio entero lloraba la perdía, aun así Subaro sabia que ya nada podría lastimarlo pues se había marchado aquel ser que más amaba en el mundo.
Pasaban los días que cada vez se veían más sombríos, así fue hasta llegar a completarse un mes, donde ya era el momento de la expulsión de Jïhan.