La historia de Jack

Capítulo 20 

Después de unos minutos de silencio, Jack finalmente encontró su voz para empezar a relatarnos su historia. 

-Todo fue mi culpa, quería ser el más listo de la universidad. Verán, me había costado mucho ingresar a ella, y más sobrevivir en ese ambiente estudiantil. Todos en esa escuela eran brillantes y tenían un motivo para estar ahí, yo no era la excepción, mi especialidad con la robótica y mecatrónica me mantenía en un lugar así. Aun con eso todo el tiempo debía estarme probando a mí mismo, tenía una pelea constante con uno de los chicos, su nombre era Chase.

>>Él y yo siempre estábamos compitiendo por ser el número uno de la clase, todo empeoro cuando nos enteramos de la beca “Jenkas”. Cada año salía la convocatoria, todos los estudiantes que quisieran aplicar debían crear un invento que fuera innovador y de uso comercial, el mejor tendría una plaza en una gran compañía de desarrollo tecnológico. Era mi oportunidad de tener seguro un futuro, mi futuro. Y sabía que él estaría pisándome los talones por lo que debía apurarme.

>>Quería trabajar con inteligencia artificial, crear una máquina inteligente para protección femenina, consistía en un accesorio para los bolsos que pasaba desapercibido como una decoración más. Grababa todo y cada 24 hrs subía la información a la nube, si una chica era atacada en la calle bastaba con accionar el accesorio con la voz, el cual identificaba al agresor y le lanzaba un dardo tranquilizante que lo dejaría dormido y sin habilidades para seguir con su ataque.

>>Todos los planes estaban ahí, tenía claro lo que iba a ser pero me faltaba un material muy importante, unos transmisores de reconocimiento facial para evitar confusiones entre quien era el usuario y el atacante. Pero esos transmisores no se encontraban en nuestra ciudad, la única manera legal posible de conseguirlas era pedirlas del extranjero pero no tenía el dinero para pagarlos.

>>Ahí comenzaron los problemas, tome una mala decisión. Me entere de un cargamento de esos transmisores que llegaba a la ciudad, pero no por una vía legal, el equipo de Martín lo traía. Y ahí fue cuando se me ocurrió la idea más estúpida de todas. Le robaría parte del cargamento, sabía que no podría pagar lo que ellos pedían y solo necesitaba uno, me pareció muy fácil. No me pareció mal en ese momento el que me convertiría en un ladrón.

>>Que equivocado estaba, no hace falta decir que fui atrapado en el proceso, Martín me quería muerto pero le prometí que le pagaría el transmisor, el acepto pero me dio un tiempo corto para conseguir el dinero, cuando llego la fecha y no le pagué completo dijo que aceptaría lo que había llevado y daría una nueva fecha para pagar lo que faltaba, más intereses. No sin antes advertirme sobre lo que pasaría si no lo hacía.

>>Él me amenazó con matar a toda mi familia y dejarme vivir para sentir ese dolor por siempre. Dos días más tarde estaba desesperado por mi incapacidad de encontrar con que más pagarles. Ahí fue cuando Harry me encontró, había estado siguiendo los pasos de Martín, dio con lo que me estaba pasando y me propuso un trato. Ayudarlo a crear una máquina que le permitiera robar la caja fuerte de una empresa, fue mi primer misión.

>>Con el trabajo realizado con éxito ellos me trajeron aquí, me contaron todo lo que Martín hacía y la advertencia de que aunque le pagará el dinero el cobraría mi deuda con las vidas de los que más quería, no tenía esperanza. Pero ustedes me la devolvieron al aceptarme en el equipo y al acoger a mi hermana bajo este techo y su seguridad. Por ustedes estoy viviendo en todos los sentidos y realmente no tengo como agradecerles, estoy en deuda de por vida. Y lamento mucho que por mi estupidez este pagando nuestra familia, perdóname Scarlet.

Con esa frase mi hermano terminó su historia, todos guardaron silencio. Yo me levante y me acerque a darle un fuerte abrazo, le murmure en su oído un: “todo está bien, no tengo nada que perdonarte, te quiero mucho tonto” y sonrió en respuesta.

Unos segundos después todos los chicos se unieron al abrazo y nos quedamos ahí por unos minutos. Cuando nos separamos todos volvimos a nuestros lugares y fue cuando Tyler habló:

-Bueno, ahora es mi turno, esta es mi historia.

Todos estábamos listos para escuchar.