Siempre te encontraré

Pongo mi vida en tus manos

Capítulo 22

Nota: Si eres una persona sensible te recomiendo que no leas la historia de Nathaniel, para que no te pierdad de todo de recomiendo que leas hasta donde el empieza a contar su experiencia, su historia es un poco fuerte de asimilar. Ya estan advertidos. Quienes se queden a leer todo, gracias de antemano, tomemos los pañuelos y lloremos juntos. 

Narra Nathaniel

Tenía que salir de ahí de inmediato, los recuerdos no pueden volver después de todo lo que me ha costado superarlos.

No estaba pensando en algún lugar en particular a donde quisiera huir pero como siempre mis piernas me llevaban a ese lugar.

El jardín estaba en la parte posterior del edificio, era muy bonito y casi nadie lo visitaba, en una esquina había unos arbustos grandes, me coloque atrás de ellos, me senté en el pasto de modo que ocultara mi cuerpo y abrace mis rodillas, me hacía sentir seguro.

Realmente después de tanto tiempo podía decir que estaba bien, o sino al menos estable. Los recuerdos de esos días me marcaron hasta lo más profundo de mi ser, nada podría jamás cambiar eso.

Pero a veces, solo a veces me despierto y olvido el dolor por unos momentos y siento que tal vez algún día podría ser genuinamente feliz. Hace tanto que no recuerdo lo que se siente que me ha dado miedo que en algún momento no pueda volver a serlo.

Tengo que respirar pausadamente para calmarme y lograr que mi memoria se mantenga al margen, debo hacerlo pero puedo sentir el olor a sangre trayéndome de vuelta a esa época.

Entre cada respiración sentía como mi pulso disminuía hasta llegar a su estado habitual, no tenía idea de cuánto tiempo había pasado desde que había salido del comedor, todo ahí era tranquilo. Entonces escuche su bella voz.

-Aquí estas, por un momento pensé que nunca te encontraría, ¿Estas bien?

-Hola, lamento haberme ido así. Sé que lo estás intentando Scarlet, pero en verdad no puedo.

-Está bien,  en este momento no me importa eso, solo quiero saber si estás bien.

-No lo sé. ¿Por qué tienes tanto interés en conocer las historias de todos?

-Porque hay que hablar de lo que nos afecta, con los que nos quieren y apoyan, porque debemos estar más juntos ya que ahora somos nuestra familia.

Volteó a verme, sus lindos ojos brillaban y me veían fijamente. Me encanta cuando me mira así, me hace sentir cálido mi pecho, como si pudiera llegar a mi corazón y lo derritiera con su calor. Puedo ver la sinceridad en su rostro, sé que solo quiere lo mejor para todos pero es muy difícil.

-Veo que solo quieres ayudar pero hay mucho dolor.-dije mientras le hacía un espacio para que se sentara a mi lado

-¿En algún momento se va el dolor?

-No.

-Eso creí, no pretendo que unas palabras de aliento resuelvan todo lo que Martín ha destrozado, ni siquiera creo que haya algo que pueda curar las heridas.

-¿Entonces por qué escarbar en el pasado?

-Porque somos una familia, una poco convencional pero al final todos estamos para apoyarnos, de eso se trata, de contar un poco sobre nuestras heridas para así cargar juntos el peso y avanzar.

-Pero no entiendo que caso tendría para la otra persona arrastrar con la carga que provoca mi historia.

-Bueno, no sé si lo sepas pero no eres Atlas, no tienes por qué cargar con el mundo, al menos ya no más. No estás solo, nos tienes a nosotros.

-Eso lo sé, es solo…

-¿De verdad lo sabes? Porque no siento que sea así, yo confío mi vida a cualquiera de ustedes, quiero que todos sientan lo mismo .

-Tengo miedo, Scarlet

-¿De qué?

-De volver a tener una familia, los quiero mucho, pero me he mantenido lejos de esa idea por años. Martín me quito todo el amor que alguna vez conocí.

-Ya ha llegado tiempo de que lo pague, siempre se ha salido con la suya y es tan arrogante que cree que no daremos la cara por lo heridos que estamos, pero es justo el amor que sentimos por lo que perdimos que no dejaremos la pelea.

Se ve tan decidida a terminar con todo el sufrimiento que me hace abrazarla instintivamente,  me llena de esperanza el verla tan determinada a luchar contra el monstruo que me arrebato tanto. Tengo miedo pero al verla así sé que tiene razón y que debo enfrentar el problema de una vez por todas.

Ella me abraza de vuelta y mientras la tengo en mis brazos puedo decirle con toda sinceridad.

-Cuentas conmigo, pongo mi vida y quien soy en tus manos, pero te pido que no subestimes a Martín, aun no lo conoces. –digo mientras la suelto.

-Está bien, no lo haré.

-Vamos, es hora de contarles mi historia.

Al llegar al comedor los chicos siguen en el mismo lugar, nos miran fijamente intentando comprender que ha pasado.

-Lamento haber salido así, es muy complicado hablar de esto con cualquiera, pero es tiempo de enfrentarlo y quiero agradecerles a ustedes por haberlo hecho y por estar aquí.

De verdad lo voy a decir, mi caja de pandora se abrirá, pero debo hacerlo.

-A diferencia de ustedes yo no era al que Martín quería darle una lección y quitarle todo. Verán, desde que tengo memoria siempre fuimos mi mamá y yo. Mi papá siempre se mantuvo distante aunque viviéramos en la misma casa, al menos hasta que cumplí diez años.

>>Una semana después de mi décimo cumpleaños mi mamá tomó maletas y nos mudamos a este lugar. Ella solía decir que le encantaba por que no era lo suficiente pequeño para llamarlo pueblo pero tampoco lo suficiente para ser una ciudad con su gran bullicio –Sonrío ante los recuerdos- Todo era nuevo pero se sentía como un hogar real.

>>En el tiempo en que permanecimos juntos nunca le pregunte por que habíamos dejado a papá para venir a este sitio. No era realmente importante para mí mientras la tuviera a ella. Al poco tiempo éramos realmente felices con nuestra nueva vida.



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En el texto hay: romance, aventuras, robos

Editado: 04.01.2021

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