La misma voz que la había guiado, le dijo que su esposo la visitaría por las noches. Sin embargo, lo haría en la oscuridad y por ninguna razón ella podría verle la cara. Si eso ocurría, los dos tendrían que separarse para siempre. Ella debía confiar en él, pues si no había confianza, ningún amor era posible.
Dice el mito de Eros y Psique que la muchacha se sintió muy halagada por tantas atenciones. Después de pasar la noche con su nuevo esposo, comenzó a enamorarse cada vez más de él. Sin embargo, había algo que aún la afligía. Hacía tiempo que no veía a sus hermanas y las extrañaba. Su esposo intentó persuadirla de que no lo hiciera, pero ella estaba empeñada. Así que él accedió, pero advirtiéndole que no hablara de él con ellas.
Las hermanas por fin pudieron acudir al palacio y sintieron mucha envidia por todo lo que tenía su hermana y por el amor que brillaba en sus ojos. Se valieron de artimañas para que en su corazón entrara la desconfianza. Le dijeron que quizás su esposo era un horrible monstruo.
la muchacha siguió el consejo de sus hermanas: poner luz en el rostro de su esposo. Al encender la luz, vio que era el hermoso Eros quien yacía a su lado. Mientras le contemplaba, el aceite de la lámpara lo hirió. Él, herido y molesto, se apartó de ella y fue a buscar a su madre. Dijo que jamás volvería con Psique.
Arrepentida por su desconfianza, la propia Psique buscó a Afrodita para arreglar su matrimonio. Afrodita la sometió a durísimas pruebas, no aptas para humanos. Sin embargo, las hormigas, un rosal y un águila ayudaron a que las superase. Finalmente, Afrodita le pidió que fuera al inframundo y le trajera un poco de la belleza de Perséfone, dueña y señora de ese lugar.
Perséfone se conmovió de la muchacha y le entregó parte de su belleza en un cofre. Tras muchas vicisitudes, Psique logró volver, pero antes de llegar quiso un trozo de esa belleza para sí. Por eso abrió el cofre; rápidamente brotó un vapor narcótico y ella quedó dormida. Por entonces, Eros ya la había perdonado y la seguía a todas partes sin ser visto. Así, la despertó del sueño mágico.
Eros rogó a los dioses que consintieran el matrimonio entre él y Psique. Estos accedieron y le dieron a Psique ambrosía, para que también fuera inmortal. Ante esa situación, Afrodita cedió y aceptó el matrimonio. Dice el mito de Eros y Psique que desde entonces se amaron para siempre.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.
Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.
Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 25 enero, 2022V
la muchacha siguió el consejo de sus hermanas: poner luz en el rostro de su esposo. Al encender la luz, vio que era el hermoso Eros quien yacía a su lado. Mientras le contemplaba, el aceite de la lámpara lo hirió. Él, herido y molesto, se apartó de ella y fue a buscar a su madre. Dijo que jamás volvería con Psique.
Arrepentida por su desconfianza, la propia Psique buscó a Afrodita para arreglar su matrimonio. Afrodita la sometió a durísimas pruebas, no aptas para humanos. Sin embargo, las hormigas, un rosal y un águila ayudaron a que las superase. Finalmente, Afrodita le pidió que fuera al inframundo y le trajera un poco de la belleza de Perséfone, dueña y señora de ese lugar.
Perséfone se conmovió de la muchacha y le entregó parte de su belleza en un cofre. Tras muchas vicisitudes, Psique logró volver, pero antes de llegar quiso un trozo de esa belleza para sí. Por eso abrió el cofre; rápidamente brotó un vapor narcótico y ella quedó dormida. Por entonces, Eros ya la había perdonado y la seguía a todas partes sin ser visto. Así, la despertó del sueño mágico.
Eros rogó a los dioses que consintieran el matrimonio entre él y Psique. Estos accedieron y le dieron a Psique ambrosía, para que también fuera inmortal. Ante esa situación, Afrodita cedió y aceptó el matrimonio. Dice el mito de Eros y Psique que desde entonces se amaron para siempre.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.
Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.
Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 25 enero, 2022
la muchacha siguió el consejo de sus hermanas: poner luz en el rostro de su esposo. Al encender la luz, vio que era el hermoso Eros quien yacía a su lado. Mientras le contemplaba, el aceite de la lámpara lo hirió. Él, herido y molesto, se apartó de ella y fue a buscar a su madre. Dijo que jamás volvería con Psique.
Arrepentida por su desconfianza, la propia Psique buscó a Afrodita para arreglar su matrimonio. Afrodita la sometió a durísimas pruebas, no aptas para humanos. Sin embargo, las hormigas, un rosal y un águila ayudaron a que las superase. Finalmente, Afrodita le pidió que fuera al inframundo y le trajera un poco de la belleza de Perséfone, dueña y señora de ese lugar.