Capitulo 2

Capítulo 2

Liam

Qué demonios estoy sintiendo, estoy nervioso, el llanto sin cesar de Summer, no ha ayuda en nada, no sé a qué hospital se llevaron a Nora, lo que si puedo asegurar es que queda muy lejos.

Desciendo del auto aturdido, sin entender nada, mis acompañantes van delante de mí, yo me quedo varios pasos atrás, no siento que tenga el derecho de ir adelante.

Llegamos a la sala de espera, está llena, los padres de Nora, Dayan y Anthony están de espalda mirando a través de una ventana.

—Mamá… —Summer corre hacia su madre y se refugia en ella.

—Buenas noches… —la voz gruesa de mi hermano hace que se den cuenta de nuestra presencia.

En la sala también está nuestra hermana quien se para y nos ve, sus ojos están llenos de lágrimas, Savannah deja a un lado su enojo con nosotros, corre hacia mi hermano y  a mí abrazándonos fuertemente.

—Me alegra que estés aquí Liam, este es tu lugar —dice suavemente entre lágrimas.

—¿Qué paso? —pregunto, necesito saber por qué Nora está aquí.

—Iba a verte… —cierro mis ojos al escuchar esa respuesta.

—¿En medio de la noche? ¿Manejando? —digo confuso.

—Los últimos días había estado algo deprimida, te ha extrañado —mi respiración se entrecorta —Estaba dolida por tu abandono y las últimas fotos tuyas con una mujer no ayudaron.

A pesar de todo,  no he querido herirla más de lo necesario, se supone que hice de todo por no dejarme ver con mujeres procurando que ella tuviera la oportunidad de sanar, malditamente fracase, cometí el error de dejarme ver con alguien más, no, mi primer error fue embarazarla.

—Estás aquí Liam… —la voz del padre de Nora me saca del hueco de culpa que está amenazando con consumirme.

—Sí, señor —al contrario de sus hijos, Anthony Walker, no me retiro el habla, tal vez fuera por el acuerdo comercial que mantenemos hace diez años, pero su amabilidad no cambio al momento que se supo que su hija y yo nos separamos sin importar que ella estuviera en embarazo.

—Era lo mínimo —me mira de arriba abajo.

—Liam —ahora me habla su esposa, a ella si se le nota en la voz el tono de reproche —Lo mínimo que mi hija merece después que la abandonaste.

Ella si no se guarda nada, mi hermana se aleja de Roman y me abraza completamente.

—Buenas noches, señora —le habla mi hermano supongo que tratando de mermar la situación.

—Déjense de diplomacia —Daniel habla —No quería a mi hermana y a su hijo, fue sincero al menos en no engañarla.

—Lo único que importa es Nora y mi sobrino no es momento de reclamo —Savannah alza la cabeza de mi pecho solo para decir eso y la vuelve a hundir nuevamente.

El silencio ahora es lo que acompaña,  tomo asiento en uno de los sillones con mi hermana en brazos,  Roman se sienta al lado y empieza a asarle mimos a Savannah. 

No tengo nada que decir, lo que está aconteciendo me sobre pasa en toda su totalidad ¿Por qué me iba a buscar? ¿Qué quería decirme? 

Miro el reloj en mi muñeca, no ha  pasado ni media hora desde que llegamos; sin embargo, lo siento como un mes.

—Familiares de Nora Walker —esa voz desconocida hace que todos se pongan de pie.

—No les voy a mentir —es lo primero que dice el médico cuando todos se van encima de él —La afección de la paciente es muy grave.

—¿Qué quiere decir con eso? —la madre de Nora es quien pregunta.

—Las posibilidades que vivan es mínima —unos gritos es lo que provocan las palabras del médico—. ¿Quién es el padre del bebé?

Nadie dice nada, ni siquiera me miran,  el remordimiento me acecha, hay una enorme posibilidad que Nora no este y ese niño tampoco.

—Yo… —digo poniéndome de pie, yo fui el único que se quedó en su sitio al ver al médico —Soy el padre.

Confirmo al estar enfrente el médico, es la primera vez que digo en voz alta en que soy padre.

—Liam Dankworth —le extiendo mi mano al doctor.

—Necesito hablar con usted señor Dankworth.

—¿Por qué él? —la voz fuerte de Dayan —Él no tenía una relación con mi hija, la abandono en cuanto supo que estaba embarazada.

Nos separamos en realidad, yo no quería lo que ella me ofrecía y ella no quería lo que yo le ofrecía, a pesar de eso no le refuto.

—Entiendo, pero es el padre del bebé, ¿no?

—Lo soy, de todos modos creo que la familia de Nora debe de estar presente, espero que usted lo permita.

—Como usted desee —sé que el médico está a punto de decir algo que no le va a gustar a nadie—. Lamentablemente, el impacto fue muy fuerte, lo que provoco un traumatismo craneoencefálico y también facturas en su cuerpo.

Los llantos son tan altos que debo de poner mucha atención a lo que me está diciendo.