Siendo Padre, Aceptando tu llegada.

Capitulo 7

Capítulo 7

 

Liam


 

—Ha sido suficiente —quito la mirada de la pared blanca para dirigirla a la enfermera —Ya va a amanecer, la ronda de médicos comienza en media hora, si lo encuentran aquí me meto en serios problemas.

Su cara de angustia le da el dramatismo necesario a sus palabras, seguramente al reloj le hace falta nada para dar las seis, no es justo que ella se arriesgue por cumplir un pedido mío. 

Nate se mueve un poco, lo miro, no he visto sus ojos, lo he tenido en mis brazos todo el tiempo que he estado aquí, ha sido un reto, me he quedado lo más quieto posible para que no se despierte. Me he sentido como caminando en medio de un campo minado con él en mis brazos, si alguien quiere saber una verdad universal, esa sería es que Liam Dankworth no tiene ni puta idea de que hacer con Nate Dankworth. Me aterra que se despierte, ahí estaría en serios problemas.

No sé quién tuvo peor suerte si Nate por llevar mi sangre o yo por ser el portador de esta.

—¿Cómo se llama usted? —debería haberle hecho esa pregunta a la enfermera cuando tuvo el gesto de dejarme entrar al niño.

—Vilma… —la miro esperando su apellido —Vilma Pussett.

—Le agradezco que me haya dejado estar con mi hijo —ella asiente, la observo mientras retira al niño de mis brazos y lo vuelve a dejar en la cuna.

—¿Qué edad tiene? —se sorprende al escucharme.

—Cincuenta y dos… —el futuro de Nate a mi cuidado es tan incierto como la de un jugador de futbol con una lesión triple, rotura del ligamento cruzado anterior, rotura del ligamento lateral interno y rotura del menisco interno.  Puede que para el padre que le va a tocar una cuidadora noble le sirva de algo.

—Voy a necesitar una enfermera para mi hijo —ya que las enfermeras que le pedí a mi asistente no están por ningún lado —Le puedo asegurar un buen sueldo.

—El dinero no lo es todo señor —asegura.

—Lo tengo claro, míreme —me señalo —Tengo un hijo del cual cuidar y no lo quiero hacer —abre los ojos —Y además la madre de ese hijo se está muriendo. Todo lo que tengo no me sirve para deshacerme de toda la mierda que es esto.

Los ojos de Vilma no muestran el esperado reproche, sonríe, eso me asombra, mi honestidad sobre este tema nadie la entiende. Su atención deja de estar en mí, camina hacia Nate, mete su mano en la cuna y  acaricia sus pies.

—Es muy buen bebé… —comenta —Llora solo cuando tiene hambre y sabe esperar —se queda en silencio —Faltan diez minutos para las seis de la mañana —suspira —Cuando den de alta a Nate me voy con él.

Todo lo dice sin mirarme, sigue acariciando al bebé, eso me basta, con el mensaje claro salgo de ahí, ahora sigue el enfrentamiento con los padres de Nora.

Llego a la oficina faltando cinco para las siete de la mañana, todo se encontraba desértico y es mejor, así no soportaría una sola palabra de condolencia o algo parecido, los mandaría a volar o mejor a lavarse el culo.

Las ocho en punto marco la llegada de la familia Walker, sus rostros dejaban claro que no venían dispuesta a dialogar, ellos estaban en línea de batalla.

—Buenos días —les saludo, ellos no me contestan, ese gesto lo dejo pasar —Tomen haciendo por favor.

Cuando lo hacen la primera persona en hablar es Dayan.

—Nos hemos enterado de que ya has registrado al niño con el nombre que le has escogido y como su padre.

—¿Por qué quiere seguir discutiendo eso señora? —es un tema que me molesta —Deje claro que su nombre es Nate y para la desgracia de ustedes y  mi propia desdicha es mi hijo.

—¿Te escuchas hablar? —dice con rabia —No mereces  ser padre.

—Yo tampoco lo pedí —les replico —Y a la única persona que se le pude reprochar que yo sea el padre de Nate es a Nora, señora.

—Malnacido —murmura Anthony, su insulto me da la claridad que el buen trato hacia mí se esfumó.

—Le aseguro Anthony que lo soy —lo miro.

—Y un desgraciado —continúa —Queremos la custodia de nuestro nieto.

—Imposible.

—Nora no va a vivir —dice entre diente el hombre que a pesar de su edad está entero como un roble —Es a nosotros quien merecemos quedarnos con su hijo.

—¿Se han leído el código civil? —alzo una ceja —¿Han oído hablar de ese librito?

—No te burles de nosotros Liam.

—No lo hago… Les digo que en el registro civil de Nate reposa como sus padres Nora Walker y Liam Dankworth —prosigo, ellos se ríen en tono de burla —. Lo que nos da tanto a su hija como a mí los mismos derechos sobre él, el libro de que les hablaba deja claro ese punto, además también dice que si un padre no está el otro asume la patria potestad.

—No lo quieres, ¿por qué haces esto?

—No pienso discutir mis derechos ni mis actos con ustedes, los cite aquí en  mi oficina solamente para que quede claro mis intenciones. No hay posibilidad que yo renuncie a la patria potestad de Nate.



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En el texto hay: hijos, romance, amor

Editado: 13.06.2023

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