Siendo Padre, Aceptando tu llegada.

​​​​​​​Capítulo 9


 

Capítulo 9

 

 

Liam


 

—Señor —con una leve inclinación de cabeza le respondo el saludo a Vilma —Por favor no se demore más de media hora.

—No se preocupe —sigo el camino que me aprendí hoy en la madrugada, la cosa pequeña rosada sigue ahí quieta, respiro profundo antes de estar cerca de él nuevamente.

Sophie se aleja de mí para acercarse completamente al bebé, sus ojos brillantes y llenos de vida miran con emoción a Nate, puede que ella sea la primera que lo ha hecho, la primera mirada que le di estoy seguro de que fue de miedo, dolor y frustración.

—Es hermoso —dice en un hilo de voz, ¿por qué está emocionada? Nate está dormido, no ha hecho algún movimiento o sonido—. Hola, Nate, soy Sophie.

La fascinación que muestra me descoloca, es un niño, un bebé que no hace nada, pero ella parece que estuviera frente al mayor avance tecnológico.

—¿Puedo cargarlo? —me mira expectante.

—Sí… —.

 Si es posible su emoción aumenta, con mucha agilidad saca al bebé de la cuna, lo acomoda en sus brazos, su cuerpo lo mese a un ritmo lento.

—Nana, nanana… —tararea suavemente —nanana, eres un ángel… nanana —.

Sophie le dedica toda la atención, le sigue tarareando ese intento de canción y Nate parece estar bien con eso. La imagen me causa desagrado, me parece hasta asqueroso de mi parte sentir eso. 

Es mi hijo y yo no puedo verlo así, yo no lo puedo sentir así, ella una desconocida lo observa como el objeto más preciado que haya tenido entre sus brazos. También el desagrado es por Nora, quien lo tenga en sus brazos, tuvo que haber sido ella.

—Tengo que hacer una llamada, te espero afuera —saco ea excusa del pozo de mi desgracia, huyo de esa imagen apresuradamente.

Ya en el pasillo escupo todo el aire que había acumulado en los pulmones desde que Sophie tomo en brazos a Nate. ¿Soy tan desgraciado que me molesta que el niño reciba un poco de cariño? Uno que no ha recibido desde que nació.

Recuesto mi cabeza en la blanca y fría pared, cierro mis ojos, Nora sigue apareciéndose en mi mente, atormentándome, removiendo esa culpa tan poderosa que me acecha por lo que le paso. ¿Qué quieres de mí? ¿Qué debo de hacer contigo? ¿Acaso es tu venganza desde lo más profundo de las tinieblas? 

—¡Maldita sea esta vida! —gruño.

La imagen sonriente y amorosa que he mantenido de Nora desde que la conocí se está borrando, esa Nora ya no la veo, parece que mi vida junto a ella nunca pasó. Ahora en mi mente está instalada la imagen de una Nora queriendo que me haga cargo de su hijo y de ella, aunque ella no esté. Aunque, ¿es Nora la que me está atormentando o el pasado? ¿O la vida pasando factura? Y si es así la vida confirma lo cruel que es, da a entender que a la final hacer pagar el mal también se cobra. 

—No me dejaron quedarme más tiempo, es una pena —suspira.

—Vamos a afuera… —la saco de ahí lo más rápido que la decencia me deja —Creo que es hora que vuelvas a tu restaurante.

—No quiero —responde casi al instante —Échame que no me iré.

—¿Qué te empuja a esto? —pregunto con fastidio.

—Tengo cierto apego a los desgraciados —dice, sus palabras hacen que deje de caminar, ella sigue caminando sin importarle que me he quedado como un imbécil analizando sus palabras —Y no precisamente es la definición de desgraciado que utilizan allá afuera.

Vuelvo a caminar y apresuro mis pasos hasta quedar nuevamente al lado de ella, ¿qué clase de mujer es Sophie? Es inexplicable.

—El abogado está en la cafetería —se apresura a decir Roman al vernos regresar a la sala de espera —Los Walker no se han enterado, estoy a nada de decirles unos cuantos hijos de puta, no quiero volver a escuchar un solo comentario.

—Bajemos a la cafetería —con mis hermanos guiándonos pasamos sobre la familia de Nora, ya no los quiero ni ver.

En la cafetería se encuentra el abogado de Nora, ese que está a punto de confirmarme la peor responsabilidad de mi vida.

—Hola, Liam —nos damos un apretón de manos —Sintiendo lo de Nora y felicitándote por el nacimiento de tu hijo.

—Dígame que dispuso Nora —voy al grano.

—Ella no le dejo responsabilidades económicas, es decir, sus bienes, dinero y todo lo de esa índole lo manejará su hermano Daniel —al menos no tendré que lidiar con temas de dinero con los complicados Walker—. En cambio, le dejo la más importante, ella especificó si algo le pasaba a ella y no tenías las capacidades físicas y mentales,  las decisiones obre la vida de ella y su hijo,  solo usted sabría qué hacer con ella. 

—¿Por qué? —.

—Porque eres el padre de su hijo —dice —De todos modos al ella no está la patria potestad del hijo estaría en manos del padre.

—Pero a la Nora dejar escrito que Liam es quien debe quedarse con Nate nos ayudaría si los Walker pelean la tutela —habla Savannah —Ya no han amenazado con eso.



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En el texto hay: hijos, romance, amor

Editado: 13.06.2023

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