Capítulo 4 mi tío me busca

Querido diario

Me encuentro en la habitación de mi hermano, tumbada en la cama y pensando en cómo es mi relación con mi madre. A veces es buena, pero otras veces no se da cuenta de cómo me habla. En algunas ocasiones me compara con otras personas e incluso me hace sentir insignificante. Me dice cosas que me duelen y llega a un punto en el que siento que no tengo derecho a decidir, por lo que prefiero no opinar en absoluto.

A veces me siento como si yo fuera la culpable de que ella pierdo su juventud por tenerme, por dejar a sus amigos y venir a España por mi discapacidad.

En todas las noches pienso que si no hubiera nacido con esta discapacidad, no sería una carga para ella y sería tan fácil. Porque ella tenía un sueño como todas las chicas, hasta que yo nací. Bueno, a veces pienso...

Sin embargo, ella es una buena mujer con un gran corazón. Aún así, no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor y tampoco no se da cuenta de las acciones de su maldito esposo cuando ella no está. A veces, creo que no presta mucha atención a lo que realmente sucede a su alrededor, o tiene una venda en sus ojos para ver dura realidad.

Él solía aprovecharse para tocarme un poco inapropiadamente hasta que le grité que no me toque e incluso le hacía arañazos en el brazo que llegaban a sangrar, sin embargo, él aún sigue tocándome.

Cuando mi madre llegaba a casa, simplemente nos preguntaba qué había pasado.

Enseguida, mi padrastro comenzaba a decirle que yo le había arañado, por lo tanto, intenté explicarle en lenguaje de signos que él me estaba tocando de manera inapropiada. Sin embargo, ella no me creyó y me dijo que seguramente había sido un error y que me quería como una hija.

Intenté millones de veces decirle nuevamente, pero en ese momento me miraba como si fuera mi imaginación. 
Según ella, me imaginaba cosas y me callé, aguantándome las ganas de explicarle la verdad.

Mientras mi madre le curaba las heridas mientras que mi padrastro me observaba por encima del hombro, sonriendo y fingiendo abrazar a mi madre.

Sin embargo, agradezco a mi madre por darme un hogar, ropa y comida.

Digamos que el cariño, el apoyo emocional y las palabras positivas siempre las encuentro en mi hermano, quien me dice cosas bonitas. A pesar de eso, no le creo porque me avergüenzo de verme desnuda en el espejo, así que me visto rápidamente y cuando termino de vestirme...

Miro al espejo y tengo complejo sobre mi cuerpo. Siento que estoy gorda a pesar de tener un buen cuerpo y una cara bonita. Aun así, me siento asqueada solo al verme. ¿Por qué me siento así?

Porque cuando estaba en la última clase, de repente mis compañeros comenzaron a burlarse de mi cuerpo y también recibí comentarios desagradables sobre mi pelo liso, diciéndome que parecía una escoba.

Empecé a llevar trenzas y a cambiar de color porque mi madre no sabe nada de todo esto.

Quería cortarme el pelo, pero no pude decírselo a mi madre porque según ella no me va a dejar. Según ella, el afro cuesta mucho mantenerlo.

Ahora sigo luchando por tener mi pelo natural.

Bueno mi querido diario me me despido hasta la próxima.

Dejo a un lado mi diario porque mi hermano Dylan está entrando con una bandeja de dos sándwiches y un jugo, diciéndome que no tengo mucha hambre y resistiendo que yo coma un poco. Por ello, decido preguntarle si puede dormir conmigo con lenguaje de signos y me respondió con una cálida sonrisa que sí, con eso se iría de la habitación para ponerse el pijama, dejándome sola con un delicioso sándwich terminado mientras bebía el zumo. 
De repente, escucho las voces de mi padrastro y mi madre.
Está hablando sobre mí, diciendo que es mejor que yo esté en una residencia para personas con discapacidad. Por lo tanto, sigo escuchando hasta que Dylan entra y me mira con pena y rabia. Notando eso en su mirada, en ese instante él comienza a decirme que no me van a llevar a esa residencia porque nos vamos a escapar de la casa para irnos a Nueva York, donde está nuestro tío, quien está muy pendiente de nosotros.

Según mi hermano, mi tío se preocupa mucho más por mí que él y soy su sobrina favorita. Pero tengo miedo de que me separen de mi hermano, así que se me ocurre una idea: como él es mayor, sería perfecto que fuera mi tutor legal y así quitarle los derechos maternales a mi madre. Aún así, le digo a mi hermano que es mejor avisar a nuestro tío para que venga a buscarnos, así no tendremos problemas con nuestra madre. Rápidamente le envía un mensaje.

Seguidamente, mi tío nos responde diciendo que está en la ciudad por motivos de trabajo.

Y está en camino a nuestra casa para buscarme, al parecer está informado sobre la situación por la que estoy pasando, supongo que alguien le ha dicho.
Miró a mi hermano, quien sostiene mi mano, diciendo que es mejor que vaya con nuestro tío, al parecer ha cambiado de opinión sobre irnos juntos rápidamente. Negó con la cabeza, con ojos llorosos, diciéndole en lenguaje de signos que venga conmigo y por favor no me deje sola .

Intentando tranquilandome diciendo que va a hacer una cosa antes por eso debo irme sola con nuestro tío después nos encontramos mientras le observo con preocupación con unas ideas que vienen a mi mente desgraciadamente mi hermano se da cuenta que estoy preocupada .

Él me tranquilizó asegurándome que estaría en casa de su mejor amigo para aprovechar preguntarle a su padre que es un buen abogado cómo se puede quitar derechos maternales a nuestra madre .
De pronto, escuchamos la voz de nuestro tío y salimos inmediatamente de mi habitación. Cuando estamos a punto de entrar al salón, nuestro tío se voltea hacia nosotros y nos abraza fuerte. Acto seguido, nos mira con cara de preocupación y me pide que vaya a hacer la maleta .

Mientras tanto, mi hermano se queda mirando a mi madre con ganas de decir algo, pero se calla. Por lo tanto, mi padrastro se quedó mirándome en ese instante y tocó el timbre.