Cyrus
—Madre ¿Es necesario esto? Podríamos quedarnos acá en casa ya tenemos 18,no somos niños.
—Lo que el dijo, no somos niños que se mandan cagadas, podemos estar acá sin problemas durante las vacaciones.
—Ya dije que no, entiendan que no los puedo dejar acá solos.
—Pero Mama....
—Nada de peros, me haran caso e irán a la casa de su padre—Niego con la cabeza insistiendo en la idea de quedarnos en casa pero ella sigue negándose.
Por lo visto hacer que cambie de idea no está en sus planes, veo como lleva las maletas al comedor y vuelve para buscar las maletas de los menores.
—Cyrus deja de seguirme como un perrito que me darás dolor de cabeza—Agarra las maletas y vuelve a bajar.
—Pero Madre no queremos ir con el viejo y sus hijos—La agarro del brazo rogándole mientras le hago puchero algo que no la convence.
—No le digas así que sigue siendo tu padre apesar de todo, el los siguió manteniendo a lo largo de los años.
—¿Y eso que? Su presencia nunca estuvo en casa—Mark trata de acercarse pero Madre nos aleja a los dos.
—No importa, el tiene su familia y lo saben, de un día para el otro no los iba a dejar solos—Agarra su teléfono por lo visto para hacer una llamada—Ahora cierren la boca.
—Porque somos hijos del cuerno allá no, nos van a querer—Mark Susurra haciendo que mi madre baje el celular y se de la vuelta—¿Porque me miras así? Tu sabes que es verdad.
—Niños, escuchen las cosas no son así, su padre y yo...es una larga historia.
—¿Una larga historia? Madre sólo se vieron dos o tres veces para quitarse las ganas y ahí nacimos nosotros los cuales su familia odia.
—Cyrus no me hables así, ahora vayan a su cuarto y déjenme hacer una llamada, preparen todas sus cosas que hoy a la tarde se van.
—Ni tiempo de que me despida bien de los chicos me dejaste ¿no?—Me quejo así saliendo del comedor.
—Puedes hablarles por llamada!—La escucho gritar pero le resto importancia.
Entro a mi cuarto en donde la maleta está a medio hacer.
Me acuesto en la cama cuando recibo una llamada, es Joa.
—¿Que paso amigo? Leí los mensajes del grupo ¿Es verdad?—Pregunta Joa.
—Si, lo que leíste, Madre insiste en que vayamos por las vacaciones a casa del Viejo.
—Uh, que cagada, si me avisabas le preguntaba a mi Vieja si los dejaba quedarse en casa—Sonrió y niego con la cabeza.
—No, amigo no es necesario, fue de último momento y tampoco queremos molestar a tu mamá que siempre se ofrece para ayudar a la mía en todo, ya es mucho con eso.
—Si lo se, sabes que ella los adora y más a ti, de los dos siempre has sido su favorito.
Me río y así seguimos conversando un rato largo para poder distraerme mientras termino de ordenar la maleta.
—¿Habrá canchas de voley por allá?—Levanto los hombros dudando.
—No se, debe de haber algún club pero no me meteré en ninguno, además solo son tres meses no son nada.
—Si, tienes razón, una cancha debe de haber por ahí, pero que mal ya no tendrás a tu fiel amigo de juego ¿No?.
—Idiota, sabes que no te voy a reemplazar, espérame a que vuelva y vos no me reemplases mientras no estoy ¿Entendido?—Escucho como se ríe.
—Obvio que no Amigo, nunca te lo haría y lo sabes, por lo menos llámame de en vez en cuando para saber que estas bien.
—Si lo haré tranquilo.
—Oh...tampoco podremos pasar tu cumpleaños juntos esta vez.
—Ah...si es verdad, realmente va a ser muy aburrido este año, los voy a extrañar a todos.
—Nosotros también Tonto, pero bueno eso ya lo sabes, me tengo que ir ¿Si? Tengo que acompañar a mi vieja al super.
—Esta bien, te mando mensaje cuando estemos viajando ya.
—Dale, te quiero tonto.
—Yo a vos, Bye.
Así cortamos la llamada y yo ya termine de ordenar la maleta y la mochila que llevare a parte con mis cosas personales.
Realmente estás vacaciones serán horribles.
Por último mando mensaje al grupo así despidiéndome de cada uno devuelta.
—¿Ya están listos?—Escucho a Madre preguntar desde la sala.
—Si, ya esta—Mark asiente con la cabeza mientras veo como baja las escaleras con menos ganas de hablar que yo.
—Esta bien, de paso iremos a recoger a sus hermanos de la sala de juegos y los llevaré al aeropuerto.
—Aja—Sin nada más subimos al auto.
En todo el camino de ir a buscar a los menores e ir al aeropuerto nadie habló, un silencio incómodo, pero que todos queríamos respetar.
—Bueno ya estamos, vamos despidanse de sus hermanos.
Mile y Rodri con cero energías nos saludan y vuelven al instante al auto.
—Están cansados de tanto jugar—Asentimos con la cabeza recogiendo las mochilas.
—Llámenme todas las noches y cada que me necesiten que les atenderé ¿Esta bien?—Con eso se acerca y nos da un abrazo a los dos al mismo tiempo.
Nos terminamos de despedir y subimos al avión, apenas despegamos me pongo lo auriculares y me quedo dormido al instante.
...
Por fin terminamos por llegar, así encontrándonos con Padre el cual nos espera con su chófer en la entrada del aeropuerto.
—Niños, están tan grandes—Se acerca para abrazarnos pero se detiene al darse cuenta que ninguno quiere—Entiendo, puede ser un poco incomodo.
—¿Podemos ya irnos?—El asiente y le pide al chófer que guarde las maletas en el auto.
—Suban—Nos señala el auto y subimos.
En todo el viaje hubo un silencio incómodo, nadie dijo nada en todo el rato.
Pero prefiero eso antes de que empiece con sus preguntas incómodas sobre nuestras vidas.
No tardamos tanto en llegar a su casa, la cual esta en un barrio privado, lo supuse desde que Madre nos contó que él era dueño de su propia empresa.
—Andrew bajara sus maletas, ustedes solo pasen directamente a la casa—Asentimos y bajamos con las mochilas.