~22~

—¿Qué tiene mi esposa? —el doctor sacude la cabeza y sonríe

—Creo la noticia la hizo entrar en shock —veo a Rubí en la gran cama, ella ha bajado de peso, su tez está pálida

—¿Qué noticia? —paso uno de mis dedos por el dorso de su mano, había extrañado tocarla

—Qué serán padres —él doctor saca su móvil, lo revisa y luego suspira —debo retirarme— lo veo girar sobre sus talones y salir de la habitación. Él no noto que me quedé en shock, mi mano temblaba, mi mente estaba en blanco. La miré y sentí un gran vacío dentro de mi. Ella iba a tener un hijo con Josh.

La contemple con todo el dolor de mi alma, jamás me habia sentido tan dolido cómo en este momento.

Sali de ahi... no iba a interferir más en la vida de Rubí, ella amaba a Josh, siempre lo hizo pero en mi ceguera me interpuse entre ellos pero no más, ese bebé necesitaba crecer con sus padres y yo... era tiempo de olvidarla, dejarla vivir en paz.

Pero sabia que cada dia iba a doler y mucho.

La gente pasaba junto a mi, sentia sus miradas curiosas pero no me importaba que me vieran llorar, si, yo, Landon Dagger que habia dejado de hacerlo desde mi última caída cuándo tenia diez años, pero desde que nos separamos había vuelto a llorar, la amaba tanto y por tal razón iba a dejarla libre.

—¡Landon! —senti que tomaron mi brazo, al girarme el padre de Rubí me miraba con preocupación —muchacho ¿Qué pasa?

—Ya lo sé —él bajó la mirada pero no me soltó

—No te preocupes muchacho, la policia vendrá a tomar la declaración de Rubí y ese malnacido va a pagar por lo que le hizo —lo miró sin entender ¿Policia? Mi cerebro se pone alerta ¿Qué le habían hecho a mi mujer?

—¿De qué hablas? —mi ser entero tiembla, aprieto el brazo del padre de Rubí —¿Qué le hicieron? —sentia furia

—Landon —él niega con su cabeza

—¡Dime! —gritó desesperado, mataría por ella, nadie podia hacerle daño

—Muchacho —suspira profundamente —el dia que encontraste a mi hija en casa de Josh, ella cuenta que salió de la casa de él, llegó a decirle que no quería que la llamará mas, que la dejará en paz pero no lo vio. Mi hija al salir de su casa, se sintió mal, se desmayó y es lo último que recuerda. Despertó en nuestro hogar sin recordar nada, en la condición que viste a Rubí nos indica que él abuso de ella.

Lágrimas acudieron rápidamente a mis ojos, ella habia sido violada siendo mi esposa, yo no la había protegido, ella estuvo pasando esto sola... la abandoné cuando más me necesito.

—Le creo a mi hija Landon, este mes a sido el más doloroso para ella.

—¡Lo voy a matar! —él me sujeta con fuerza de la solapa de mi saco y me mira a los ojos, el padre de Rubí era de mi misma estatura, casi dos metros mediamos.

—¡Ni se te ocurra! Mi hija necesita paz y te aseguro que si vas a la cárcel ella no estará bien, ya la policia tomará cartas en el asunto.

—¡Se atrevio a hacerle daño! ¡Ella no merecia eso!

—Nadie merece eso Landon

—Está despertando me indicó el médico —la madre de Rubí se acerca a nosotros, en una de sus manos lleva un vaso desechable —si vas a visitarla tienes que estar tranquilo, ella no está bien con todo lo que ha pasado —extiende sus manos, abre una de ellas y veo una pastilla —es un calmante —sin dudarlo lo tomó de su mano —¿Irás a verla? Es difícil lo que te voy a pedir pero no le reproches nada Landon, por favor no termines de hundir a mi hija, ella no es feliz, sólo es un cascarón vacío.

No respondí me tome la pastilla y bebí el agua, me giré y casi corri en dirección a su habitación.

Rubí

Abrí los ojos y miré a mi alrededor, él no estaba... sólo había sido un sueño, está era la realidad, una vida vacia sin él... sin Landon.

El dolor que sentía dentro de mi, crecia a cada segundo, cubri mi rostro con mis brazos mientras mi cuerpo se sacudió por el llanto, lo había perdido, una mala decisión me habia llevado a perder al hombre que amaba, justo ahora cuando ya no habian diferencias entre nosotros, cuando al fin vivíamos sin diferencias.

Lloraba por mi, lloraba por los sueños que estaban volviendo a la vida, esos que habia tratado de enterrar pero que sólo habian estado dormidos.

—Rubí —lloré más fuerte al saber que mi mente me estaba jugando una mala pasada, él no me estaba llamando, él no estaba aquí, sentí que me estrechaban contra un pecho duro, empecé a bajar los brazos cuando mis fosas nasales se inundaron por su colonia mezclada con su olor de hombre... mi cuerpo temblaba, tenia miedo de haber caído en la locura y que mis sentidos estuvieran recordando lo que más amaba de Landon.

Senti sus labios contra mi cien, sus besos... me aferre con fuerza a su cuello, si estaba soñando o estaba delirando queria sentirlo tan mio, como nunca lo ha sido.

—Mi amor... —susurró con su voz quebrada, cerré los ojos, esto no era real, Landon nunca me había llamado amor, él me abandonó por que me encontró en la cama con Josh, lloré con más ímpetu, él no estaba aquí.

—Landon —susurre entre lágrimas, sabía que nada era real, él no estaba aquí —mi amor —lo abracé con toda la fuerza —no puedo perderte, no mi amor —lloraba con más fuerza —estoy muriendo por no tenerte a mi lado, Dios mio, te amo más que a mi vida misma y por mi estupidez te perdi, te juró que nunca te he sido infiel, ¿Cómo serlo si toda mi vida te he amado? —en mi locura sentí que me apretó con fuerza, escuché una risa feliz —¡perdoname!

Sentí que levantó mi barbilla y lo vi... sus ojos humedecidos, sea lo que sea que me habian inyectado me hacia verlo tan real, sentirlo y aspirar su delicioso olor.

—¿Me amas? —asenti mientras seguia llorando —¿Estás segura? —volví a asentir, me maraville al ver sus arruguitas en los costados de sus ojos, estos aún brillaban por las lágrimas

—Siempre te he amado... desde que tengo uso de razón, has sido el amor de mi vida —me quedé sin aliento al sentir que soy levantada en el aire, sentir sus manos aferrandose a mi trasero y luego como tomaba mi boca con frenesí, abrí más los ojos por que esté beso no podia ser de mi imaginación y si en un caso lo era, debia felicitar a mi mente por crear algo tan real.