Sin limite de tiempo

Capítulo 2

El primer día de pago, 800 pesos, no era mucho, pero teníamos para comer, lo bueno es que solo somos mi madre y yo, pero antes tenía que trabajar.

El fin de semana solo era medio día, Don Pepe le gustaba descansar esos días, ya que le gustaba ver el fútbol en televisión, habla mucho de eso, me cuenta cuando jugaba de joven con sus amigos.

—Sabes, recuerdo mucho cuando jugaba de joven, teníamos un equipo en el barrio que vivía, Los Dragones, ese era el nombre, en vez de pelear en el barrio se hacían partido, fueron bellos momentos, los llevo con cariño —me platicaba Don Pepe sentado en su mecedora fuera de su tienda, tomando un café, lo cual era típico en él.

—Don Pepe, en esos tiempos era diferente, yo no veo mucha gente que haga eso hoy en día, hasta eso, que se hablen, veo mucha gente por la calle simulando su amargura, cuando yo estaba en la universidad veía los mejores ejemplos.

—Por cierto ¿terminaste la universidad?, la verdad no supe después de que ingresaste —me pregunto mientras daba un sorbo a su café.

—Si la termine, me gradué de Ing. de Sistemas Computacionales, lo malo es que no he encontrado oportunidad — lo mire, en eso la mujer desconocida reapareció, así que me dieron la oportunidad de atenderla.

—Hola niño bonito, me venderías azúcar por favor —me decía esa mujer con sus ojos que son capaces de llegar al alma, era imposible no verlos, eran tan lindos, pero sabía que no tenía que saber nada, sería algo extraño, así que le di lo que me pidió, pago y se fue lanzando una linda sonrisa, así que salí y Don Pepe me miro.

—Es tiempo de cerrar, necesito descansar, ya no puedo como antes — se levantó y metió su mecedora en la tienda y lo ayude a cerrar.

—Gracias Daniel, eres un buen chico —de su bolsa del pantalón Don Pepe saco un sobre con algunos tés.

—Gracias, si ya no me necesita iré con mi madre.

—No es necesario, yo iré a descansar, para mí esto es pesado — así que me dio un saludo de mano y se fue.

Llegué a casa, mi madre estaba limpiando todo, yo llegaba con algunas piezas de pan, y el dinero para que lo guardara, sabía que en ella podía confiar en ese tipo de cosas, así que puse el pan en la mesa y el dinero y me fui a cambiar de ropa, cuando salí vi a mi madre contando el dinero, ella al verme reacciono algo asustada.

—Es tuyo mamá, trabajo para que tengas que comer y en ti si es necesario — ella me abrazo y me miro.

—Agradezco a la vida por el mejor hijo que me pudo dar, te quiero — su abrazo fue más fuerte y con mucho cariño.

—Todo es porque tengo a la mejor madre de todas, tú me enseñaste la vida sola, desde lo que ocurrió con mi padre.

—Tu papá tuvo un accidente de trabajo, fue una desgracia, pero tú eres su recuerdo divino, te veo y lo recuerdo a él, un gran hombre, deportista, responsable y dedicado, sin contar lo inteligente que era, como tú lo eres.



#12434 en Joven Adulto
#31510 en Otros
#4363 en Aventura

En el texto hay: amor y venganza, lucha libre, wrestling

Editado: 23.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.