La cercanía entre Drew y yo creció con cada día que pasábamos juntos. Caminábamos por la playa, hablábamos sobre nuestros sueños y nos reíamos juntos. Me sentía viva por primera vez en años.
Mientras caminábamos por la orilla del mar, Drew tomo mi mano.
-Me encanta estar contigo.- Dijo mirándome a los ojos.
-A mi también.- Le respondí sonriendo.
Drew se acercó y me beso suavemente en la mejilla. Me aleje rápidamente sorprendida.
-¿Qué pasa?.- Pregunto mirándome con curiosidad.
-Nada.- dije sonriendo.- Solo que todo esto me hace feliz.
-Me alegra, me encanta verte sonreír.- Sonrió también.