Para Viv, por siempre apoyarme en todas mis ideas, por muy estúpidas que sean, y estar para mí en mis momentos más oscuros.
Para Sammy, por estar siempre ahí para mí, incluso a 2000 millas de distancia.
Para Paula, porque, aunque no es la mejor dando consejos, sí lo es escuchando.
Para K, ella siempre está dispuesta a acosar a la gente con su propia cuenta y hacerme reír.
Para Diego, que siempre está ahí para alegrarme el día y se queda aquí para calmar mi ansiedad.
A mis padres, por enseñarme a ser una persona independiente y fuerte.
Para el mejor maestro del mundo J.R.
Para mi amor imposible, con el que nunca podré estar, pero siempre guardaré su recuerdo como uno de los tesoros más preciados y dolorosos que tengo.
Para esa Madd que está perdida en la vida y atormentada por su pasado.
Por cada Hannah que aprende a abrirse.
Por cada Alice que intenta dejarse llevar.
Para cada persona que aprende a perdonarse a sí misma.