--Eres el primero que ha logrado lastimarme de esta manera ¡maldito!.. te voy a matar.
--Grita sargos lanzándose al ataque en sus ojos solo había irá, Siskan lo ve venir hacia él, con sus letales garras, instantáneamente extiende su brazo derecho con dirección hacia la espada, está retorna velozmente a su mano, el mortífero avance de las garras choca contra la espada, produciéndose un constante destello de chispas de fuego.
--No puede ser, sino no fuera por tu espada te habría rebanado con mis garras en pedazos.
--El combate se hizo más intenso y alargado, en la distancia cerca al precipicio, la sacerdotisa Kleisy miraba fijamente a Siskan, noto en su expresión y sus ataques, un progresivo debilitamiento y cansancio; propio en un ser humano, ella no podía ocultar su asombro, era la primera vez que veía al Guerrero sufrir tanto en una batalla. Entonces, supo que; de seguir combatiendo a ese ritmo Siskan pronto quedaría a merced del demonio Sargos.
-Esa decisión de renunciar a sus alas y tomar la forma permanente humana, había limitado mucho el poder del guerrero, y esta decisión estaba por costar-le, la vida a él y a la mujer que amaba.
_ Ambos combatientes se atacaban y en su constante avance se acercaban cada vez más al precipicio. La batalla había llegado a su punto máximo, La sacerdotisa se disponía a intervenir, Siskan la mira asintiendo con su cabeza negativamente. ----Jamás podrás vencerme guerrero, no luches es inútil, sin el poder del guerrero alado; tus fuerzas y tus habilidades ya, no son las mismas, prepárate para morir.
Las Filosas garras de Sargos pasaban cada vez más cerca, Siskan las evadía con dificultad y retrocedía, sin esperarlo en uno de los cruces de las letales garras, Siskan es alcanzado, éstas, pasan cortando parte del costado izquierdo de las costillas, en su avance las garras se llevan parte de la capa del guerrero, pedazos de estas son esparcidos por el viento. Retrocediendo Siskan toca su costado izquierdo, el cálido líquido rojo y espeso comenzó a brotar de su herida, parte de su vestimenta también estaba rasgada. ¡Sikan! Exclamó Kleisy tratando de correr hacia el.
--No, quédate ahí, yo estoy bien sólo fue un rasguño. Valiente el gesto de tu parte mantenerla al margen, ya que ahora que has sido herido por mis garras, ya no podrás mantener el mismo ritmo de combate. Sargos no me subestimes, esta herida no significa nada para mi. Que tonto eres Guerrero no conoces nada sobre mi y mis garras. Debes saber que, mis garras no sólo son letales por su filo y fuerza, mis garras fueron impregnadas con un veneno sacado de una planta muy rara, que solo crece en las riveras más oscuras del infierno.
--La planta es tan venenosa que son pocos los que se atreven a tocarla, su veneno es especial y muy extraño, ya que cuando eres herido con él no te mata de inmediato, este veneno se alimenta de la energía vital de la víctima. Poco a poco comenzaras a sentir como tu poder y habilidades comenzaran a mermar tanto que llegará un momento en que, no podrás moverte a voluntad, tus sentidos te abandonaran. Entre más poderoso es el sujeto más rápido surte efecto el veneno, gracias a este veneno producido por esta planta llamada Ventrica oscura, yo Sargos me he convertido en uno de los demonios más temidos del inframundo.
--Contéstame sólo una cosa ¿hay manera de revertir el efecto del veneno? Sí, matándome pero eso es algo que no sucederá jamás. Sabes me decepcionas me habían dicho que eras un guerrero muy hábil y poderoso pero, eso debió ser en otros tiempos. Con este ataque acabare con tu miserable existencia y esta vez ya no podrás evitarlo. Sargos corre velozmente hacia su oponente utilizando una velocidad sobrehumana, Siskan lo ve venir esta vez con dificultad, su visión se torna borrosa, la reacción de su cuerpo es lenta y tardía, sentía la espada pesada.
--Todo indicaba que este sería el fin del guerrero Entonces, la espada brillo y tomó movimiento propio, el impacto descomunal de las garras sobre la espada que se interpuso, crea una poderosa onda de energía que agrieta el suelo, había sido tanta la fuerza y la presión ejercida por el ataque que, una de las poderosas garras se quiebra hasta romperse en pedazos. La fuerza violenta del ataque de sargos arrastra a Siskan hasta el borde del precipicio, una enorme cortina de polvo los cubre totalmente. Kleisy mira afanosamente tratando de penetrar la espesa marea de polvo que comenzó a ser disipada por el viento. Pronto ambos combatientes quedaron visibles, Siskan permanecía semi arrodillado, conteniendo el ataque con su espada, por momentos las garras trataban de avanzar por sobre la hoja metálica que no dejaba de brillar.
-Kleisy sabía que había llegado el momento de tomar una decisión que le causaría mucho dolor a Siskan y a ella, pero no había otra forma. Sabía que tenía que omitir la petición de Siskan de no intervenir, aprovechando la posición de descuido que tenía Sargos, ella se desplaza rápidamente hasta llegar a el y realiza un hechizo de magia blanca y lo aprisiona dentro de su cuerpo. ¡¿Qué has hecho sacerdotisa?! Libérame déjame salir o te aseguro que te vas arrepentir. Jamás esta es la única forma que se puede acabar contigo engendro de las sombras. Siskan que esperas acaba con el ahora, mátame. --Ja no seas tonta si ataca tu también morirás...
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Editado: 28.06.2022