Luche contra esa cosa lo mejor que pude, necesitabe evitar a toda costa que me mordiera, lo tome del cuello e intenté apartarlo, no podía solo.
–¡Jimin! Ayúdame, intenta alejarlo de mí.
Seguí intentando apartar esa cosa y luego de un rato Jimin reaccionó jalandolo de la parte de atrás de la camisa, cuando estuvo un poco lejos de mí me pude levantar y le rompí el cuello, tomé la mano de Jimin y empezamos a correr.
El tren se había detenido y no se veía movimiento alguno afuera, pero aún así no sabía en que lugar estábamos, abrí una de las puertas y salté jalando a Jimin conmigo.
•Kook~ para.
–No es el lugar adecuado para detenernos Jimin.
•P-por favor.
Me detuve de golpe al escuchar su voz y me di vuelta viéndolo directamente, Jimin estaba llorando.
–¿Qué tienes? ¿Qué te pasó bebé?
•Y-ya no puedo más, no quiero estar aquí, no puedo correr... Lo siento.
–Jimin no, no puedes rendirte ahora, por favor, tenemos que salir de aquí, buscar un nuevo lugar seguro, solo un poco más, por favor.
•Ya no puedo Kook~ entiende.
–Mi amor, por favor, no me dejes solo.
No se en que momento las lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas, necesitabamos encontrar un nuevo lugar pero no podía hacerlo solo, necesitaba a Jimin junto a mí, necesitaba sentirlo cerca, solo así podría saber que todo estaba bien.
–Solo aguanta un poco más, te lo suplico Jimin.
•K-kook no llores.
Nos fundimos en un abrazo, ambos necesitábamos al otro para entender que todo estaría bien pero sobre todo para sentir que estamos seguros.
•L-lo intentaré, lo haré por tí pero por favor no llores.
Seguí abrazandolo durante un rato más y luego me separé empezando a limpiar sus mejillas con mis pulgares, le sonreí ligeramente y tomé su mano entrelazandola con la mía, si tenía a Jimin a mi lado todo estaría bien.
Empezamos a correr, mientras sujetaba su mano el resto no era importante, nisiquiera el cansancio que sentía en ese momento.
Corrimos al menos durante media hora pero muestras piernas ya no daban más, ambos estábamos agotados y sedientos, lo peor es que estábamos en medio de la nada, no había nada más que las vías del tren frente a nosotros.
•Kook~ ya no... No puedo seguir corriendo.
–Yo tampoco.
Susurré mientras intentaba recuperar el aliento, estaba realmente agotado, pero a la vez agradecido de no haber encontrado más de esas cosas en el camino, ya no daría para otra pelea.
Ambos nos sentamos sobre el suelo para descansar un poco, nuestras bocas pedían a gritos un poco de agua.
•K-kook~ ¿Qué es eso?
Mire hacia el lugar al que Jimin apuntaba, lo logramos, habíamos llegado a Busan.