10. Busan

Ambos nos pusimos de pie sin importar lo agotados que estamos, Jungkook dijo que no podíamos darnos por vencidos ahora que al fin habías llegado a Busan así que solo continuamos nuestro camino.

Tardamos cuarenta y cinco minutos en llegar, no había caos, todo estaba en calma, pero tampoco se veían personas cerca.

–Debemos encontrar a alguien o buscar un taxi para ir a mi casa, lo logramos bebé, lo logramos.

•Kook~ tengo mucha sed.

–Bien, vamos a buscar primero un lugar donde puedas tomar algo de agua.

Asentí y seguimos caminando hasta dar con un pequeño super, entramos juntos, no habían personas ahí así que fuimos directo a un refrigerador y sacamos dos botellas de agua, empezamos a beber y luego caminamos por el pasillo caminando hacia la caja.

Pero nos detuvimos a la mitad del camino, en el suelo había una de esas cosas, mordiendo y comiéndose partes de una persona.

No lo pude evitar y grité horrorizado, esa cosas nos miro, nunca había tenido tanto miedo en mi vida, Jungkook apretó mi mano con fuerza y empezamos a correr, no importa lo agotado que me sentía en ese momento, solo quería estar lejos de esas cosas.

Corrimos por la calle a toda prisa, teníamos a esa cosa casi pisando nuestros talones, no podía permitir que le hicieran dañó a Jungkook, no podía perder el paso o nos atraparian.

Vi una puerta de un local abierta y jale a Jungkook hacia allá obligando a ir conmigo, entramos lo más rápido que pudimos y cerramos la puerta con seguro.

Me apoye contra la puerta tratando de recuperar el aliento, mire a Jungkook y empecé a llorar.

–Ya bebé, todo está bien, tranquilo.

Me aferré a él abrazándolo con fuerza y lloré contra su pecho un rato, cuando logré calmarme me separé y lo bese leve.

–Te amo bebé, vamos a buscar a alguien ¿Si? 

Asentí y caminamos por la tienda, era un tienda de ropa, exploramos cada rincón pero estaba vacío. 

–Debemos buscar algo que nos sirva para defendernos y algún teléfono o algo para llamar mi tía.

•Yo buscaré cerca de la caja.

Caminé hacia la caja de manera tranquila y al llegar empecé a buscar algo que nos ayudará, cuando escuché ligeros sollozos, entré en pánico y miré hacía el lugar del que provenían, encontrándome con algo que nunca creí encontrar y menos en estos momento.