Microcuentos

1. Amor

Cada día, a las seis en punto, la veía pasar frente a su ventana. Una tarde lluviosa, la encontró bajo el techo de la parada, temblando. "¿Te acompaño?", preguntó. Caminaron juntos por calles mojadas, hablando de sueños y secretos. Décadas después, bajo la misma lluvia, ella miró la silla vacía junto a la ventana y recordó cómo todo había comenzado.

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2. Muerte

El reloj dejó de sonar en el mismo instante en que ella exhaló por última vez. Su nieto, jugando con el péndulo roto, no entendía por qué todos lloraban. Una semana después, el reloj volvió a latir en sus pequeñas manos, y en la casa vacía se sintió como si la abuela nunca se hubiera ido del todo.

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3. Duelo

El jardín estaba lleno de rosas que ella había plantado. Desde que partió, él las regaba sin falta, pero ninguna florecía. Una mañana encontró un brote inesperado. Entre lágrimas, comprendió que, aunque la pérdida era eterna, la vida siempre encontraba un camino para seguir creciendo.

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4. Depresión

El mundo parecía gris, y los días se desmoronaban en silencio. Hasta que una tarde, al abrir la ventana, un gorrión se posó en su mano. Lo miró con asombro, y, por un momento, el peso que cargaba se hizo más liviano. Decidió salir al parque. No curó todo, pero fue el primer paso.

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5. Ansiedad

El auditorio estaba lleno, y el micrófono parecía un monstruo hambriento. Tragó saliva y sintió que las palabras se ahogaban. Entonces, alguien en la primera fila le sonrió. Ese gesto, pequeño y silencioso, fue suficiente. Con voz temblorosa, empezó a hablar. Las palabras no fueron perfectas, pero al terminar, los aplausos se sintieron como un abrazo.

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6. Solidaridad

La inundación arrasó con todo. Las calles, antes llenas de risas, eran ríos de silencio. Hasta que alguien levantó un tablón para cruzar. Otro llevó comida, y una mujer trajo mantas. En poco tiempo, lo que parecía destrucción se convirtió en un puente de esperanza construido con manos y corazones unidos.

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7. Migración

Dejó su hogar con una maleta y un sueño. Cada paso era un eco de adiós, cada frontera una herida. Al llegar, las calles eran frías, y el idioma, un enigma. Pero una anciana le ofreció pan y café. Esa noche, bajo un techo prestado, supo que había encontrado algo más que un refugio: un comienzo.

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8. Discriminación

En la plaza, todos miraban al niño con piel distinta. Él mantenía la cabeza baja, hasta que otro niño se acercó con una pelota. "¿Juegas?" Esa simple palabra rompió la barrera invisible. Al caer la tarde, las risas habían borrado los prejuicios, aunque los adultos seguían mirándolos con desconfianza.

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9. Racismo

Pintaron insultos en su tienda, pero él los cubrió con flores de colores. Cada día, más flores aparecían, traídas por manos anónimas. Cuando llegó el día de cerrar, toda la ciudad parecía un jardín. Las flores no borraron el odio, pero mostraron que también había amor.

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10. Xenofobia

"Ellos no pertenecen aquí", decían en el mercado cuando vieron a la joven de cabello trenzado. Al día siguiente, trajo su comida típica. El aroma conquistó a quienes antes la rechazaban. Una semana después, todos querían aprender su receta, y aunque no hablaban su idioma, el sabor era un lenguaje universal.

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11. Tolerancia

Las reuniones familiares siempre terminaban en discusiones. Uno amaba la ópera, el otro, el rock. Una tarde, se quedaron atrapados en un apagón. Sin música, comenzaron a hablar de sus canciones favoritas. Descubrieron que ambos adoraban un viejo bolero. Esa noche, tararearon juntos en la oscuridad, y la diferencia se convirtió en armonía.

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12. Inclusión social

En la escuela, nadie invitaba a Martín a jugar fútbol. Una tarde, después de clases, lo vieron haciendo malabares con el balón. Asombrados, le pidieron que enseñara. Al día siguiente, Martín era el capitán. No porque era el mejor, sino porque era el único que sabía que todos merecían un lugar.

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13. Exclusión social

En el parque, Clara se sentaba sola mientras los demás jugaban. Un día, un niño se acercó y le ofreció una cuerda para saltar. “No sé”, dijo ella. “Yo te enseño”, respondió él. Desde entonces, las risas de Clara llenaron el parque, y la soledad se convirtió en un eco lejano.

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14. Feminismo

María soñaba con ser piloto, pero le dijeron que las mujeres no volaban. Un día, construyó un avión de papel y lo lanzó al viento. Ese vuelo breve, pero perfecto, le mostró que el cielo no tenía dueños. Décadas después, María aterrizó su avión real, demostrando que los sueños no conocen límites.