Solamente ámame

2. Inea, sinónimo de torpeza

🎧🌷 chapter 2

 

 

 

 

 

—Inea…

Ignorando su insistente llamado volví a hacerlo, golpeé mi frente contra la mesa y solté el más profundo suspiro que mi garganta encerrará. Y no sabía con exactitud cuántas veces he golpeado mi frente está mañana, pero al menos estaba segura que ese había sido el peor comienzo del último año escolar. Aunque al parecer no era lo único malo que podía ocurrirme. No, definitivamente no.

—¿Seguirás golpeando tu frente de esa manera? —Amanda, a quien llamaba pelirosa por su color de cabello, preguntó con esa particular mirada de regaño

No me atreví a responder y ella solo pudo ahogar una queja, completamente derrotada. 

—¿Sabes que con golpearte no solucionarás nada?

—Sí, lo sé —alcé la mirada, acongojada—. ¿Por qué soy tan torpe?, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?

Am alzó los hombros, sin saber qué decir. Y la entendía a la perfección, existían preguntas que nunca obtenían respuesta.

—Te lo advertí, pero no me hiciste caso. Metiste la pata, Inea —dijo ella—. Y eso no es lo más importante ahora. ¿Por qué diablos mencionaste al hermano de Lex? Ni siquiera estaba ahí. ¿Cómo llegó a tu mente el nombre de un chico con el cual solo cruzas dos o tres palabras?

—Mi lengua se enredó, literalmente

—Yo creo que no fue tu lengua, inventa otra excusa. Te lo advertí, tenías que hacerlo a solas y esperar a que se confirmará si ese supuesto rumor era cierto —sentí su mirada sobre mí, pero mi deplorable culpabilidad me hizo ignorarla. Siguiendo ahí, con el mentón sobre la mesa—. Entiendes mi punto, ¿no?

—Sí, lo entiendo. Es solo que estaba emocionada

—Y nerviosa, muy nerviosa

—No me tortures —me queje—. Ya tengo suficiente con haber sido regañada por mi madre

—¿Y qué quieres que diga o haga? Te mereces ese regaño 

—¿Sabes? El consuelo serviría en este momento

Me miró expectante. 

—Nop

—Auch —ella sonrió satisfecha

—No te quejes, torpe. Mejor dime que piensas hacer ahora que estás castigada por un mes

—Esconderme, porque mamá no quiere que me meta en problemas de nuevo

Hizo una mueca, esa que siempre lograba atemorizarme por lo que significaba. Aún más si ya conocíamos la personalidad de mi madre y las medidas que la directora pudo tomar en esta terrible circunstancia. Y es que no me expulsarían de la escuela, algo que en cierta forma aliviaba mi temor. Sin embargo, tendría que asistir a un castigo durante un mes o mis notas se verían comprometidas. Y ya tenía suficiente con el largo regaño de mi madre. 

Porque no estaba nada contenta con lo ocurrido. No habíamos hablado durante el trayecto a casa, algo sumamente extraño, pues mamá se mantuvo expectante y silenciosa. Eso, de cierto modo, me hizo sentir demasiado culpable y ansiosa. Por la noche, cuando la cena terminó, entendí que ya no podía huir y tuve que permanecer sentada esperando escucharla. Ella sabía cuán nerviosa podía estar en ciertas circunstancias de mi adolescencia y como me afectaba ordenar mis emociones a través de las palabras. La única excepción era que mamá también sabía que este año significaba mucho para mí y mi futuro, así que simplemente me dejó muchas advertencias. 

Por lo que, debía resignarme. Sabía que en algún momento tenía que arreglar esta situación, aunque eso significaba que Lex probablemente terminará por odiarme. Y esa sería la cereza del pastel. 

Era demasiado en tan pocas horas.

—Tengo miedo —solté, inesperadamente

—¿Por qué?

—Lex… —ella guardó silencio, completamente expectante—. Sé que voy a tener que arreglar esto, pero ¿y si me detesta por eso?

La pelirosa rodó los ojos.

—¿Detestarte por meterlo en problemas? —asentí—. Lex no es ese tipo de persona

—Uno nunca sabe, ¿no?

—Tal vez, pero es mejor que lo hagas con calma así descubres si tu querido Lex termina por detestarte o no. No vayas a cometer el mismo error de hacerlo frente a los demás, porque luego no podré salvarte de las consecuencias. No quiero que este año sea traumático para ti —exhalo, tras decir

Sonreí, sin poder contestar.

Apartó su paquete de galletas sobre la mesa y cruzó los brazos mirando alrededor, tal vez aburrida por el inesperado silencio. Agradecía al menos tener con quien hablar sobre esto, con quien desahogarme en mejores palabras. Porque necesitaba calmar mi corazón, ordenar mis pensamientos. Y, luego de estar en medio de la pelea viendo sangre y muchos puñetazos, ahora no podía olvidar la mirada de Lex. 

Lucía tan diferente. 

Fue la primera vez que lo veía reaccionar de esa forma, con la ira llenando su rostro y gritos entrecortados surgiendo de él. Parecía que los rumores sobre la enemistad con su hermano cobraban vida cada día, aún más con este inconveniente. Y claro, la tensión entre ambos hermanos era muy notoria y eso que solo habían pasado unas horas desde aquel incidente.  

—Al menos no te están mirando —la oigo decir

Observó alrededor. Las mesas en la cafetería se hallaban esparcidas a una prudente distancia, ordenadas y concurridas. Por supuesto que los grupos ya se habían formado. Amigos, compañeros de clase o alumnos solitarios que preferían guardar silencio ignorando a los demás. Todos tenían su lugar y las palabras de Am fueron acertadas.

Nadie nos observaba y eso era un peso menos sobre mis hombros.

—Eso es un poco reconfortante

—Mucho, torpe. Porque sin duda alguna, por las características de todos, ya estarías siendo el chisme de la mañana —comentó, dándome una corta mirada—. Aunque a todo esto, ¿no te parece extraño que Lex ni Silvana estén por aquí? —sus ojos recorrieron el lugar, muy intrigada




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