Solamente ámame

4. Algo que tal vez (no) debía decir

🎧🌷 chapter 4

 

 

 

Para tomar el autobús con destino a casa después de clases, el tiempo era algo importante porque entre más rápido subieras más posibilidades tienes de obtener un asiento libre y no terminar de pie, completamente aplastado. Así eran los tiempos donde no tenía ningún castigo, pero ahora no había ninguna multitud agitada alrededor.

Solo éramos tres personas, sentadas en las sillas de concreto bajo el toldo azul. Lex prestaba atención a su virtual conversación con Silvana o su equipo de fútbol, no lo sabía con exactitud, Donato observaba la carretera esperando ser el primero en ver al autobús acercándose y yo volvía a estar quieta, nuevamente entre ambos hermanos. Pero me preocupaba más el silencio y que ninguno de los dos parecía dispuesto a entablar una conversación.

Y no es que estuviera ansiosa por hablar con alguno de los dos, solo detestaba ese silencio. Era agotador y sumamente asfixiante. 

Aunque tal vez si me acercaba un poco más, podría hablar con Lex. Decirle que realmente no era mi intención arruinar tal momento, que no deseaba, por nada del mundo, dejar así las cosas. Y que era él quien me hacía sonreír cada vez que lo miraba así fuera a la distancia. Particularmente lo podría decir, solo que ahora había un pequeño inconveniente: no estábamos solos. 

Donato seguía siendo parte de este asunto. Y Lex ya tenía novia, algo que me hacía detenerme.

Llevó mi atención al susodicho, encontrándome inesperadamente con su mirada. Parecía haber estado ahí, mirándome, durante un largo tiempo.

—¿Por qué me miras así? —pregunte

Donato sonrió.

—No te veía a ti —respondió—. Solo a tu artístico peinado

—¿Naciste irritante?

—No tanto como tú

¿En serio quería pelear?

—Bueno, ¿puede dejar de mirarme, señor no irritante?

—No —al ver su expresión burlona contengo las ganas de lanzarle un balde de agua fría o alguna piedra que pueda encontrar bajo mis pies—. Es solo que tu peinado es interesante. ¿Cuánto tardaste en hacerlo?

—No me preguntes eso. Quiero un poco de paz

—¿Segura? Porque en realidad veo tus intenciones. ¿Acaso quieres que me vaya para que hables con Lex en privado? —susurra, haciéndome temblar

—Yo no… —me detuve. ¿Qué había dicho?

—¿Qué? —elevo los hombros, confundiendo aún más mis pensamientos

—¿Qué dijiste?

—Nada

—¡No bromees! —grite poniéndome rápidamente de pie. Se escuchó la sorpresa de Lex y el nerviosismo que me hacía rechinar los dientes. Demasiado dramático, diría yo. Si quería tanta prudencia lo principal era evitar gritar, sobre todo si estaba muy cerca de Lex

Volví a estar perpleja, tenía que calmar esta descontrolada euforia. Al menos no había más personas que me vieran perder la cabeza.

—Lo siento, lo siento. Simplemente deja de alterar mis nervios, Dona

—¿Dona? —Lex sonrió, cómplice

—No es un buen apodo 

—Yo creo que sí es un buen apodo, Dona —el susodicho gruño, con los brazos cruzados

—No deberías meterte, Lex —Dona parecía haber ganado esta batalla—. Mejor siéntate, enana. El autobús todavía no llega, te cansarás

Me dejé caer sobre el asiento sin rechinar a su mandona voz. 

Sinceramente no tenía ganas de hacerlo, parecía que Dona siempre estaba un paso adelante de la conversación y, aunque buscará irritarlo, me di cuenta de que su hermano era el único que de alguna u otra forma lo hacía enojar con solo respirar. Así que necesitaba encontrar otra manera de vencerlo.

Pensativa abracé mi mochila y descansé el mentón sobre ella. Estaba demasiado cansada, con la advertencia de que mañana volverían a dolerme los brazos. Y encima tenía que terminar la tarea, acomodar mis libros, verificar si había ropa por lavar y escudriñar el cajón de mi hermana por si nuevamente había tomado mis bolígrafos sin mi permiso. Tal vez alguno de estos asuntos podría despejarme para olvidar que no le diría a Lex mis sentimientos.

Porque, aunque me disculpará, él volvería a estar demasiado lejos de mí. Y era lo que menos deseaba. Las cosas así parecían funcionar.

Siempre quise ser cautelosa respecto a lo que sentía por Lex, evitar sobrecargar mis expresiones costaba demasiado y que no fuera muy buena socializando era la excusa perfecta para retroceder esperando el momento adecuado, el instante donde todo comenzaría a surgir por sí solo, donde tal vez yo daría el primer paso y Lex cortaría la distancia. No necesitaría replantear mi afecto, porque él podría verlo a través de mis ojos.

Y escucharlo de mi propia voz, cada día. Aunque todo esto solo fuera un pensamiento en mi larga lista de deseos.

Miro a Lex al escuchar respirar hondo, está de pie y con la mochila colgando sobre sus hombros. Vuelve su atención a mí con una agradable sonrisa.

—Debo irme —dice él

—¿Tan rápido? El autobús todavía no llega, ¿acaso irás caminando hasta tu casa?

—No. Tengo entrenamiento —pero me siento desconcertada por su inesperado movimiento—. Nos vemos. Cuida a Inea, Dona —resalta burlón el apodo de su hermano

Vuelve por el mismo camino hacía la escuela, se ve confiado y contento. Y estoy casi, no, muy segura que no es ningún entrenamiento.

¡Pero no debería entrometerme!

Lex es libre de escoger lo que debe hacer luego de clases, aunque mis pensamientos me llevan a un encuentro concertado entre Silvana y él. Después de todo, son pareja, ¿qué podía esperar? Y si mi corazón hervía de celos, debía simplemente ignorarlo. Respirar hondo y mantener mi misma postura, concentrarme tal vez en admirar la carretera, en ahogar la pena atascada en mi garganta.

Podía hacerlo.

—¿Qué haces? —abro los ojos y miró a Dona, su expresión se concentra en mi silencio

—Espero el autobús —contestó, sin ánimo a escucharlo más

—No parece. Y puedo notar tu dolor. ¿Por qué no lloras? Después de todo, tus sentimientos son importantes. Solo no olvides que mereces más que un amor platónico. Que alguien será capaz de admirar lo especial que eres. Inea mereces ser amada con la misma intensidad que el sol sale cada mañana




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.