Solamente ámame

7. Hola y adiós

🎧🌷 chapter 7

 

 

 

 

Porque no puedo dejar de pensar en ti. 

 

Suspiro, ahí estaba de nuevo, esas mismas palabras, ese mismo pensamiento. Realmente tenía un problema grave con pensar tanto las cosas, sobre todo, si últimamente tenía muchas preguntas por resolver.

 

Y era algo que no podía evitar.

 

Después de prácticamente alterarme, Dona cambió el tema de conversación por una amena interacción sobre el futuro. Los exámenes que vendrían y la inevitable realidad de la vida adulta. Pero yo no había pensado mucho en mi futuro. Probablemente porque solo sabía que debía estudiar, ir a la universidad y buscar un buen trabajo. O porque estaba demasiado ocupada resolviendo mi vida amorosa. Después de todo, agradecía que mi madre no supiera más de esto o volvería a estar en graves problemas. 

 

Es solo que todo se tornaba muy difícil. Dona, Lex y el abrupto incidente. Y ahora sus sentimientos. Esos mismos que transmitía en cada sonrisa, mirada o palabra.

 

¿Estaba mal que me hiciera sentir especial con cada una de sus palabras?

 

¿Estaba mal que quisiera sentir algo por él?

 

Definitivamente estaba en un gran embrollo.

 

Pero no podía culpar a nadie, eran los sentimientos con los cuales debía enfrentarme. En simples palabras, debía lidiar conmigo misma de inmediato. Porque no podía dejarlo pasar y, aunque no era tan fácil, entre más lo evitará más difícil sería la tarea de soltar aquello que me hizo soñar despierta tantas noches de luna llena.

 

 —¿Me estás escuchando? —la voz enfadada de Amanda me hace sobresaltar. Me mira fijamente y no parece nada contenta con ello—. ¿Qué pasa ahora?, ¿sigues ignorando lo que acabo de decirte?

—¿Quieres mi sinceridad? —ella asiente—. Estaba distraída, no te escuché

Ella bufa, agotada.

—Llevo media hora explicándote algo importante. Pero creo que debo comenzar de nuevo —se queja—. ¿Recuerdas el inicio de está conversación?

—Fiesta, fin de semana. Sí, lo recuerdo

—Bien. Entonces ¿quieres ir o no?

—No tengo ánimos de ir a una fiesta. Además, estamos en plena etapa de exámenes. Es ilógico que hagan una fiesta cuando nuestras notas penden de un hilo

—Lo sé, lo sé —mueve las manos, exageradamente—. Pero será divertido, ¡es un boliche! Me encanta la idea de retar a la peliteñida

—¿Sabes jugar?

—Internet me ayudará —comenta con una triunfante sonrisa

Sostiene su celular y lo sacude lentamente, probando que tiene las herramientas para ganar. Pero ante mi silenciosa reacción, se mueve con paciencia por la habitación hasta detenerse frente a mí. Puedo ver que ya no tiene los labios pintados ni el incómodo pantalón negro. Ahora es un caos distinto, con el cabello trenzado, un polo largo y un holgado short. 

Es ella misma. Una chica que ama la moda y al mismo tiempo la relajante ropa estilo Adam Sandler.

—Ya dime, ¿quieres ir o no? Es una invitación, Inea. Cuando entres a la universidad probablemente tengas tu agenda ocupada, sé que no disfrutarás de muchas cosas. Al menos ahora diviértete, solo por está vez, ¿sí?

—Mi madre no me dejará ir

—Yo convenceré a tu madre —dice, llena de confianza—. ¿Cuando he fallado en mostrarle a tu mamá que estás en las manos correctas?

Carcajeo.

—Bromeas, ¿no? 

—Para nada —comenta—. Yo quiero ir y tú debes ir. Además, salimos ganando. No habrá alcohol y comenzará temprano. Así que es un medio fácil para que ella acepté

—¿Y qué le dirás según tú?

Cruzó los brazos mientras la pelirosa toma asiento a mi lado, pensativa.

—Solo seré sincera, no hay mentira en este pedido —responde. Algo atareada asiento, sin tener la menor duda de lo que debía decir, sobre todo, en un caso como este

—Bien, pero si desapruebo te aniquilo

—¿Piensas que vas a desaprobar? ¡Qué poca confianza tienes en ti misma! Aprobarás, torpe

—El miedo es inevitable

—Sí, al igual que el amor —suspira—. Entonces ¿qué pasó con Donato?, ¿algo nuevo?

La observó, incapaz ahora de detenerme. 

Mis palabras se escuchan poco después en la habitación mientras intento permanecer quieta. La pelirosa está atenta, demasiado diría yo. Tal vez demasiado intrigada por lo que estaba intentando expresar en un relato largo y agitado. Pero no decía nada y estaba cien por ciento segura que pronto debía callarme para finalmente escucharla. Es solo que, después de todo, conocía sus palabras. 

Volvería a hacerme esa misma pregunta: ¿Qué harás después?

Y era algo que no sabía cómo responder.

Apartó la mirada y suspiro cuando ya no puedo más. Es de nuevo ese nudo en mi garganta lo que me detiene. Pero sé que dije lo suficiente, es lo que ella necesitaba escuchar. Inesperadamente tras un largo silencio Amanda toma mi mano.

—Significa que le gustas

—Lo entendí, solo es difícil de asimilar —expresó mientras continuo calmando a mi corazón

—¿Qué un chico se encuentre interesado en ti? Definitivamente no, torpe. Es algo bueno. Eso significa que Donato vio algo en ti y que es el momento para dar un paso al costado, para superar lo que sientes por Lex

—¿Y cómo se hace eso?

Sus labios toman la forma de una triste mueca, como si estuviera pendiente de no lastimarme. Siento su cabeza descansar en mi hombro y me relajo ante mi cercanía. Es mi mejor amiga, mi compañera de travesuras, la cual se reía ante mis caídas y esa misma que solía brindarme los más extraños consejos. Aquella que no evitaba regañarme cuando podía.

Lo que iba a decir no iba a doler, sé que por ahora no dolería. No tanto como ya lo hace.

—No soy experta en el amor, ya lo sabes. Pero lo que me dejaron esos odiosos y horribles novios, es que los sentimientos llegan a sanar cuando aprendemos a soltar. Aunque creo que es más difícil enamorarnos cuando somos demasiado frágiles, cuando no sabemos como reaccionar o expresar lo que sentimos. Y solo puedo decirte que eres joven todavía, torpe. Aún tienes tiempo para conocer a esa persona que te hará completamente feliz, de la cual te enamorarás con el alma




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.