Solamente una Vez

CAPITULO 16 MIRANDA

-Lo primero que debes saber es que el accidente de tu padre realmente fue un atentado y todas las evidencias apuntan que iba dirigido a ti –me quedo pasmada mirando a JB, el continua hablando.

-Quiero ser muy claro contigo, quiero que sepas todo lo que pasa para que puedas ayudarnos a protegerte. Sabes que daría mi vida por ti y por mi hija, ustedes son lo que más amo en este mundo, por eso debes saber todo y prometerme que vas a seguir algunas pautas que hemos decidido para protegerlas – todavía no salgo de mi asombro al escuchar a JB. Me contó todo lo que había sucedido, sobre el equipo de seguridad que han contratado, de la ayuda de Carlos y del posible riesgo que también corre mi prima Paola.

Jackson se nota muy preocupado, casi desesperado por la situación. No puedo negar que siento miedo, sobre todo por mi bebé; pero en el fondo sé que mi amor hará todo para protegernos. Por eso accedo a todo lo que me pide en cuanto al viaje a la villa, sobre la seguridad. Luego de que me contó todo, le aseguré que voy a cooperar y que quiero que él también esté seguro y conmigo. No quiero que ande por todos lados buscando a los “malos”, la policía se puede encargar de eso.

-Amor, entonces voy a preparar todas nuestras cosas, porque irás con nosotras, cierto? –le digo mirándolo con preocupación. Mi amor se acerca y toma mis manos, besa cada una y me dice que siempre estará conmigo.

Esa misma semana nos vamos a la villa del padre de Paola. Es una casa inmensa con vistas impresionantes. Tiene área de piscina, equipada con todo lo necesario. Un estudio desde donde Jackson podrá seguir con su trabajo y el equipo de seguridad podrá instalar y controlar todos los aparatos necesarios para la vigilancia de la villa. Cuando Carlos nos informó que estaríamos completamente rodeadas por seguridad, nunca pensé que literalmente sería así. Hay hombres apostados en todo el perímetro de la villa, dentro de la casa hay dos agentes que son mujeres, Brenda y Cassie. Todos se llaman por sus apellidos, pero yo prefiero los nombres. En total tenemos un cuerpo de seguridad de unos 20 hombres, las dos chicas y Carlos que es el líder de todos. Se coordinan directamente con la Policía.

Al principio pensé que era una exageración, pero Carlos se encargó de contarnos porque era necesaria tanta seguridad. Según nos dijo, aparentemente los que están detrás de esto, son los mismos que han perseguido a Paola desde niña. Mi pobre prima nunca ha podido tener una vida normal. Siempre ha tenido guardaespaldas, por suerte ahora tiene a Carlos que es mucho más para ella, sé que está enamorada, pero entre ellos las cosas son muy complicadas por sus personalidades. Mi prima sigue siendo muy tímida y Carlos aparentemente no se atreve a dar un paso adelante.

En la noche cuando ya estamos en nuestro cuarto, soy yo la que está dando un masaje a JB. Lleva todo el día de aquí para allá y se nota que anda cansado mi amor.

-Amor ¿crees que todo esto pase antes que nazca nuestra princesa? –le pregunto a JB mientras le doy un masaje en la espalda.

-No estoy seguro hermosa, pero no te preocupes por eso. Carlos y yo hemos planificado todo si llegas a ponerte de parto antes que todo pase.

-Ni quiero saber lo que han planeado, ya me duele la cabeza de pensar en todo esto –le digo casi en un susurro. Es que me siento tan agotada, trato de estar positiva, pero creo que las hormonas del embarazo me hacen una mala jugada.

-Princesa mía, ven aquí – me dice mi amor mientras se sienta en la cama y me coloca en su regazo.

-Mírame bien –dice mientras atrapa mi cara con sus dos manos –nada ni nadie podrá acercarse a ti. Tenemos un ejército para monitorear 24 horas. Nada se acerca a esta casa sin que pase al menos por tres filtros. Quédate tranquila porque para llegar a ti tienen que pasar sobre mí –dos lagrimas bajan por mis mejillas y no logro detener un sollozo. Mi amor me abraza y me arrulla para calmarme.

-No llores mi amor, sabes que te amo y que nunca dejaría que nada te pase –continua susurrándome palabras tiernas y poco a poco dejo de llorar.

-Perdón amor, sé que debo ser fuerte, te prometo que no lloraré más –le digo mientras lo beso varias veces y lo abrazo.

-No tienes que pedir perdón por nada, esto es demasiado para cualquiera. Sé que te preocupas por tu estado, pero yo te aseguro nuevamente que nada ni nadie se acercará a ustedes, te lo juro mi amor.

JB me besa dulcemente y siento como me voy encendiendo con cada caricia. Lo beso igualmente y la pasión se enciende entre nosotros. Al poco rato ya no tenemos ropa y empezamos a amarnos con mucha ternura. Mi amor me dice cuanto me ama y lo hermosa que soy. Yo no puedo parar de tocar su cuerpo bien trabajado que meja boba cada vez que lo veo y lo toco. Finalmente llegamos juntos al clímax y quedamos abrazados y más unidos que nunca. Realmente me siento protegida  y espero que todo esto pase lo antes posible. Es mi último pensamiento antes de quedar completamente dormida sin saber lo que nos depara el futuro.

 




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