Epílogo

Baekhyun

Se lo dije cada día que me desperté a su lado. Se lo dije todos los días a través de e-mails cuándo fue enviado en una última misión, la final. Se lo dije todas las noches, antes y después de que hicimos el amor. Lloré cuando se lo dije el día de nuestra boda dos semanas más tarde de que volara a Wonju por primera vez, y una semana después de que él me hubiera llevado a Chungcheong del Sur para decirle a mi madre y para que dejara zanjados mis asuntos.

Lloré de nuevo cuando se lo dije en el hospital, después de conseguir mi primer vistazo de él en meses.

El amor no se preocupa por los obstáculos o riesgos.

No me importaba si tenía que pasar 12 días en el hospital con él. No me importaba si tenía que llevarlo a terapia física tres veces a la semana, a una hora de distancia, durante un año. No me importaba que él regresara de la guerra con metralla en su pierna aplastada, lo que requería de cirugía, pernos de metal y mucho más. No me importaba que él tuviera cicatrices en la pierna para siempre o caminara con una leve cojera. Sobrevivió de quedar atrapado debajo de trozos de un edificio bombardeado durante horas, mantuvo su promesa de luchar siempre y volver a mí.

El amor no se preocupa por los obstáculos o riesgos. En cambio, los utiliza, los fuerza en un esfuerzo por consolidar su vínculo, para mostrar su poder, porque si realmente amas a alguien, ningún obstáculo o amenaza logrará destruirlo.

El Ejército, la lesión en la pierna que le acortó la última gira, tres niños traviesos, una madre que nunca parecía dejar a pesar de vivir al lado, y dos yernos que tienen pasión por causar problemas, nunca nada se interpuso entre nosotros.

El amor no se preocupa por los obstáculos o riesgos, pero al final, he perdido nada y gané todo.

Comencé un club de lectura erótica en Wonju. Gain fue la primera en unirse, y sorprendentemente, no era tan extraño. Finalmente encontré una receta casera de café helado decente. Nada puede sustituir a mi amado Starbucks, pero Chanyeol amaba más que yo mi café. Continué mi blog y se convirtió en mi única fuente de ingresos, aunque en realidad no necesito mucho, y con la maravilla de las compras en línea, tuve la oportunidad de comprar en todas mis tiendas favoritas, a pesar de estar a unos buenos cincuenta kilómetros de la localización más cercana de ladrillo y mortero.

Hice muchos amigos nuevos, creé muchos nuevos recuerdos, y viví el resto de mis días felizmente enamorado de mi soldado. ¿Quién diría que un correo electrónico podía llevar a una vida de amor y felicidad?

El amor no es fácil, pero el compromiso si lo es. Chanyeol y yo nos comprometimos a amarnos a través de los obstáculos y los riesgos, a través de los miembros entrometidos de la familia, de la distracción de los niños, a través de los buenos y malos tiempos, a través de lo que tuviera el potencial para separarnos. Amamos nuestro camino a través de eso, un día, y a veces, un minuto de cada día.

Pero valió la pena. Mi soldado sexy valió la pena, porque era la persona adecuada, mi compañero del alma, incluso tal vez, siempre lo será.

Actualización final

Club del Libro, Hongseong – Cartas a los Soldados

Sungjae encontró un segundo soldado a quien contactó durante dos años, pero al final, él no podía lidiar con una relación a larga distancia, que era el noventa por ciento tiempo.

Amber se reunió con el soldado, cuando regresó a Korea, pero no se puede iniciar un incendio cuando solo hay una chispa. Se convirtieron en buenos amigos y todavía hablan hoy.

Para nuestra conmoción y sorpresa, Shindong tuvo un trío con su soldado y su esposa. Fue cosa de una vez, una experiencia que él dijo que nunca olvidará, pero que tampoco quería hacer de nuevo. Supongo que no todo es tan increíble como parece en el mundo de la ficción.

Los otros chicos nunca oyeron de nuevo de sus soldados, o nunca compartieron nada más allá de sus e-mails con ellos. Voy a decir esto. Yo fui el más afortunado del grupo. Y ellos estaban odiosamente felices por mí. No podía culparlos, sin embargo. Encontré un felices para siempre en un lugar donde no lo estaba buscando.

Chan se burla ocasionalmente de mí sobre mi primer correo electrónico, por lo general cuando me está follando áspero y duro, cuando esta siendo todo Alfa comandante... por atreverme a decirle que ojalá no fuera un hombre.

Pero si hay una cosa que mi soldado me enseñó, fue cuándo abrir fuego y cuándo retirarme en silencio.

Mi respuesta era siempre la misma.

—¿Ah, sí? Pruébamelo, mujer.

Y, maldita sea si no probaba ser cien por ciento hombre, una y otra vez.