capitulo 3

Al día siguiente no fui a clase, como carajo iba aparecer frente a mis amigos con diferente apariencia.

>>carajo mi cabello es platino y mis ojos verdes, como rayos se explica eso.

Pero ya tenía una excusa, por eso no asistí ese día, diría que me pinte el cabello y me puse lentes de contacto, fácil No.

………….llamada entrante……………..

--ángel donde estas?

-hola Geremy, no es que esto haciéndome un cambio

--un cambio?

-sí, quería un nuevo respiro- no se en qué momento puse mi uña dentro de mi boca pues estaba un poco nerviosa.

--o.… k, si tú lo dices, entonces nos vemos en la tarde.

-si claro

………….llamada finalizada………….

Respiro Geremy es un poco difícil de persuadir, tomo aire y entro al baño a alistarme, cuando salgo del baño escucho un fuerte golpe en la puerta.

>>hay viene otra vez.

-abre la puta puerta, quien te dio el derecho de encerrarte en MI casa- respiro hondo tomo mi mochila y salgo por la ventana.

Aunque la casa es mía, pues mis padres dejaron todo a mi nombre y pues papa no era de poco dinero mi casa es bastante grande y siempre tengo buen dinero, pero mi abuelo no sabe, el cree tener todo el dinero, pues mama le dejo una parte y no lo saco de casa por respeto a mi madre pues ante de quedar sumida en la oscuridad en aquel accidente me recomendó al abuelo.

>>pero ya me está hartando, es un viejo grosero y egocéntrico.

>lo sé, pero falta poco ya casi termino la universidad y hay vendemos la casa y nos iremos.

Si cuidare de mi abuelo, pero ya basta de mimarlo, en mi casa tiene todos los cuidados, tiene empleados personales y todo, enfermera que cuida de su salud y todos ellos saben que apenas complete mi nivel universitario la casa será vendida, el único que no sabe es el.

Me dirigí al centro comercial a dar una vuelta mientras llega la hora de ver a mis amigos, escuchaba música hasta que vi a un niño llorando me acerqué mientras me quitaba los audífonos.

-oye pequeño que sucede-miro alrededor y no veo alguien cerca- donde esta tu mami.

-la perdí- dice el pequeño mientras cubría su rostro con un brazo.

-tranquilo si- acaricie su cabello- que dices si te ayudo a buscarla- levanta su rostro y sus ojitos brillan mientras asiente.

Tome su mano y camine buscando a su madre, le pedí su descripción y ya con eso me base, aunque su descripción fue graciosa me guie por la ropa que dijo que tenía, su llanto no había cesado y lo estaba llevando cargado mientras sobaba su espalda.

-y si te compro un helado me prometes dejar de llorar- el pequeño saca su rostro de mi cuello mientras asiente.

Sonrió ante aquella acción mientras me acerco a una heladería, pedí el helado me senté con el niño en mis piernas mientras espero que lo termine a lo lejos vi a una mujer mirando hacia todos lados desesperada, por su vestimenta supe que era la mama del niño, alce mi brazo tratando de llamar su atención y logro verme se acercó casi corriendo a mi lado.

-oh mi dios me tenías con el Jesús en la mano- le entregué a su hijo mientras él seguía comiendo su helado feliz- muchas gracias, me distraje solo un segundo y ya no estaba.

-tranquila no fue nada- le sonrió, me alegra que haya encontrado a su mama.

-cuanto te debo? - la miro sin entender- por el helado- agito mis manos en el aire.

-no tranquila- toco la cabeza del pequeño- oye Kalim recuerda no volverte a separar de mama si- el asiente con su carita untada toda de helado.

-muchas gracias y perdona tanta molestia.

-no fue nada que tenas un feliz día.

Camino hacia el área de comida pues mi estomago ya reclama comida, sonrió recordando como el pequeño me dijo su nombre mientras hipeaba debido al lloro. Me acerque donde vendían hamburguesas y pedí una con papas y gaseosa, “grandioso desayuno” aunque soy de contextura delgada no soy de comer poco rara vez como algo liguero, pues mi estomago siempre me está pidiendo comida, termino mi super desayuno salgo del centro comercial y empiezo a caminar por sus alrededores hasta que note un pequeño albergue de animales, miro una pequeña águila hermosa posando solita en un rincón, entro hipnotizada por su mirada, me acerco y acaricio su pequeña cabeza, ella se deja y se acerca más para recibir más caricias.

-wau- giro mi rostro y hay un chico a mi lado- persy no se deja tocar de nadie, solo se deja alimentar, es la primera vez que veo que se deja acariciar de alguien- sonrió ante aquella información.

-y porque este pequeño se encuentra aquí- digo mientras vuelvo acariciar su cabecita.

-era un animal doméstico maltratado, lo rescatamos, pero no convive en otro lado porque siempre es maltratado, solo aquí está a salvo- giro hacia la pequeña ave.

-pobre pequeño- de verdad vi a la pequeña águila llorar- te hace falta alguien que te de amor- sonrió y dejo de acariciarlo- y se permite que me lo lleve?

-em la verdad varias personas querían llevarla, pero era rechazadas por él, creo que a ti si te acepto- sonríe el chico mientras me acerca a una mesa- tendrías que pasar por un protocolo para poder llevártela.

Pase el resto de la mañana en aquel albergue haciendo el papeleo, que era bastante, aunque me hicieron falta alguna cosa, pero ya las llevaría mañana, Sali del albergue y me dirigí a la cafetería donde me encontraría con mis amigos, a lo lejos los vi, levante mi mano para saludarlos pero sus caras reflejaban asombro.

-wow chicas Ger dijo que te harías un cambio, pero que cambio- dice Maira tratando de salir de su asombro.

-te queda super- dice Elizabeth mientras sonríe.

Ger no comento nada y sé que interrogara después, entramos a la cafetería pedimos algo y empezamos a charlas. Estuvimos entre risas y bromas hasta que ya eran las 6 pasadas y era hora de irnos. Eli y Maira se fueron juntas y Ger conmigo.

• A ver a mi si me dirás la verdad- sabía que no se creería ese cuento- tu odias las peluquerías y jamás tocarías tu cabello.
• Quise hacer algo diferente- Ger para de caminar mientras se cruza de brazos, detengo mi caminar- hay ya así te diga la verdad no me creerás.
• A ver intenta- dice mientras vuelve a caminar a mi lado.
• No sé de repente anoche me dolió el pecho y al verme el espejo estaba así.
• A ti también- giro y veo su rostro.
• Como que a ti también- digo interrogándolo con la mirada.
• Pues a mí me paso en vacaciones, estaba en casa cuando ocurrió, no había nadie así que nadie vio cuando me paso y como estuve una semana solo todos creyeron que había ido a la peluquería.
• Que loco todo esto.