Solitud y Sangre

Continuacion

El amanecer bañó las montañas con una luz dorada, pero no disipó la inquietud que sentía. Mark se despertó temprano y, después de un desayuno rápido, se sentó conmigo para discutir más sobre su hallazgo. La expresión en su rostro era seria y preocupada.

—Alex, las formaciones rocosas que encontramos no son naturales. Parecen ser el resultado de algún tipo de actividad subterránea. Mi equipo y yo creemos que podría haber una red de túneles o algo similar en esta área —explicó, mostrando algunos mapas y diagramas.

Examinar los documentos solo confirmó mis sospechas de que algo más profundo se ocultaba en estas montañas. La idea de túneles subterráneos trajo recuerdos de mis misiones en terrenos similares, donde cada sombra y cada sonido podían significar peligro.

—¿Tienes alguna idea de quién podría estar involucrado? —pregunté, aún tratando de entender la gravedad de la situación.

Mark negó con la cabeza, pero su expresión se volvió aún más preocupada.

—No estamos seguros. Pero el equipo de exploración con el que nos topamos parecía muy bien equipado, más de lo que esperarías para una simple expedición geológica. Y había algo en su comportamiento, como si estuvieran buscando algo específico y no quisieran que nadie más lo encontrara —respondió.

La conversación se detuvo cuando escuchamos un ruido fuera de la cabaña. Ambos nos levantamos rápidamente, y me dirigí a la ventana para echar un vistazo. Nada parecía fuera de lugar, pero la sensación de ser observados no desaparecía.

—Tenemos que ser cautelosos. Si estos hombres están buscando algo y están dispuestos a protegerlo, podrían ser peligrosos —dije, volviendo a mi lugar junto a la mesa.

Mark asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Decidimos salir juntos para investigar las formaciones rocosas y los posibles túneles. Me equipé con mi rifle y un kit básico de supervivencia, mientras Mark preparaba su equipo de geólogo.

El camino hacia las formaciones era difícil, con la nieve haciendo cada paso pesado y resbaladizo. Mientras caminábamos, no podía evitar sentir que cada árbol y cada roca podían esconder una amenaza. La tranquilidad del bosque era engañosa, y el viento que soplaba entre los pinos parecía susurrar advertencias.

Llegamos a las formaciones rocosas después de unas horas de caminata. A primera vista, parecían simplemente una serie de afloramientos naturales, pero una inspección más cercana reveló marcas inusuales y entradas parcialmente ocultas por la nieve y la vegetación.

—Aquí es donde encontramos las primeras pistas. Mira estas marcas, no son naturales. Parece que alguien ha estado excavando —dijo Mark, señalando una serie de cortes precisos en la roca.

Me arrodillé para examinar las marcas más de cerca. Efectivamente, parecían ser obra de herramientas humanas, no de la naturaleza. Levanté la vista hacia el entorno, tratando de captar cualquier signo de movimiento o sonido fuera de lo común.

—Vamos a echar un vistazo más de cerca a esos túneles. Pero mantente alerta. No sabemos quién o qué podríamos encontrar ahí dentro —dije, preparándome mentalmente para lo que vendría.

Nos adentramos en uno de los túneles, usando linternas para iluminar el camino. El aire se volvió más frío y húmedo a medida que avanzábamos, y el eco de nuestros pasos resonaba en las paredes de piedra. El túnel parecía interminable, y cada curva prometía nuevos descubrimientos o peligros.

Después de caminar durante lo que parecieron horas, llegamos a una bifurcación. Los túneles se dividían en dos direcciones, y una sensación de inquietud recorrió mi espina dorsal. Miré a Mark, quien parecía igual de indeciso.

—¿Qué opinas? ¿Cuál camino tomamos? —preguntó, su voz resonando en el túnel.

Antes de que pudiera responder, un ruido suave pero claro llegó desde el túnel de la derecha. Era el sonido de voces, apagadas pero claramente humanas. Hice un gesto a Mark para que permaneciera en silencio y apagué mi linterna. La oscuridad nos envolvió, y dependimos de nuestros oídos para determinar la fuente del sonido.

Las voces se hicieron más claras a medida que nos acercábamos sigilosamente. Estaban hablando en susurros, pero pude distinguir algunas palabras que confirmaron mis sospechas: estaban buscando algo, algo que consideraban muy valioso.

Decidí acercarme lo suficiente para escuchar mejor, pero sin arriesgarme a ser descubierto. Avanzamos en silencio, moviéndonos como sombras en la oscuridad. Finalmente, llegamos a un punto donde podíamos ver una luz tenue a través de una abertura en la roca.

Me asomé con cuidado y vi a dos hombres, vestidos con ropa de excursionistas pero claramente armados. Estaban discutiendo sobre un mapa extendido en el suelo, señalando varias áreas que parecían coincidir con las formaciones que habíamos encontrado.

—No podemos permitir que nadie más encuentre esto. Si lo hacemos, todo nuestro trabajo habrá sido en vano —dijo uno de ellos, su voz tensa.

El otro asintió, mirando nerviosamente alrededor.

—Tenemos que movernos rápido. No sabemos quién más podría estar cerca —respondió.

Sabía que no podíamos quedarnos mucho tiempo. Retrocedimos en silencio y salimos del túnel, el sonido de nuestras respiraciones llenando el aire frío. Una vez fuera, compartimos un breve intercambio de miradas, ambos comprendiendo la gravedad de la situación.

—Tenemos que informar a alguien sobre esto. No podemos enfrentarlos solos —dijo Mark, su voz baja pero firme.



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En el texto hay: accion, suspense

Editado: 19.06.2024

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