Al día siguiente...
Estaba tan feliz durmiendo en mi cómoda cama, pero como dicen lo bueno no dura para siempre.
– Dale Nini levántate.
– Ve a molestar a alguien más Ian tengo sueño.
– Ya levántate que vamos a ir al centro comercial.
– Pero yo no quiero ir – dije mientras me tapaba hasta la cara – aparte ni siquiera he desayunado y no tengo cosas que comprar por el momento.
– Te compro algo para que comas, pero ya apúrate.
– Pero aún es muy temprano – me queje por segunda vez – no puede ser más tarde.
– Que más tarde quieres si ya son las 11:00 de la mañana.
Yo solo bufé mientras me levantaba he iba directo al baño para hacer mis necesidades y lavar mi cara después fui a buscar ropa en el closet agarrando lo primero que vi, era un jean color azul claro, una blusa rallada junto a una chaqueta de mezclilla y unas vans negras, mientras bajaba me hacia una trenza sencilla para estar más cómoda.
– ¿Nos vamos?
– Mal humor – dijo Max a lo que yo lo mire con cara de "tu qué crees" y el solo sonrió mientras me daba un abrazo – anda vamos que mientras más rápido lleguemos más rápido vas a poder comer algo.
Le devolví el abrazo y le sonreí, mientras nos dirigíamos al coche sentí que alguien me miraba voltee a ver y era mi hermano yo lo mire confundida él se encogió de hombros.
– Tu ropa – me señalo a lo que yo lo mire aún más confundida – ¿escogiste lo primero que viste en tu closet no?
Pregunto a lo que yo reí mientras asentía, me conocía a la perfección, pero bueno como no si es mi hermano.
– Hasta día de hoy me sigo preguntando como es que te vez tan bien sin siquiera escoger que ponerte.
– Ni yo lo sé, pero supongo que es normal – dije encogiéndome de hombros – digo tanto tu como Max tampoco escogen su ropa a la hora de cambiarse así que no te quejes.
El solamente rio y 10 minutos más tarde ya estábamos entrando al centro comercial donde yo me fui directamente al área de comida específicamente a un pequeño café.
– Gracias por esperarnos – dijo Chloe a lo que yo me encogí de hombros – sigo sin entender porque siempre eres así.
Dijo enfada a lo que yo y todos la miramos con confusión.
– ¿Así como?
Pregunto Max con el ceño fruncido y eso solo significaba cosas malas, ella rio nerviosamente.
– Si digo siempre que se trata de comida ignora completamente a todos como si no existiéramos.
– No entiendo porque te quejas es como para que ya supieras que Alessia siempre ha sido así.
Hablo Max antes yo pudiese decir algo, aunque por el tono de voz se oía que mi querido primo se empezaba a enojar
– Si Chloe, aparte creo que todos sabemos que cuando despiertan a Alessia no se levanta con el mejor humor del mundo.
Yo le di la razón a Aaron pues no tengo el mejor humor y menos cuando me despiertan, pero no entendía porque se ponían a la defensiva si solo había sido un comentario no era para que esos dos se enojaran.
– Si bueno porque no mejor van a comprar lo que necesiten y en una hora nos vemos en este mismo café.
Les dije a lo que todos estuvieron de acuerdo menos Ian cuando ya se habían ido me miro seriamente que hasta miedo me dio.
– Ya me dirás que pasa.
– Markland de eso quiero hablar.
– ¿Qué pasa con Markland?
– No tiene entrenador.
– ¿Y eso a mí afecta en?
– Los del equipo de lacrosse necesitan un entrenador y un amigo me pregunto si conocía a alguien ya que la semana que viene empiezan su entrenamiento el director les pidió ayuda a ellos para conseguir a alguien y ellos me pidieron ayuda a mi – yo solo tomé de mi delicioso batido – y pensé que tu podrías se su entrenadora por el momento.
– Bonita broma Ian – el seguía serio – uhm no es broma ¿verdad? – el negó – bien, pero ¿porque yo?
– Fácil sabes de que trata lacrosse ya has entrenado anteriormente a otros equipos – dijo a lo que yo lo mire confundida pues casi nadie sabía sobre ello a excepción de Max y mis tíos – Max me lo dijo aparte también te pagarían solo necesitas confirmarme y yo le paso tu número al director de Markland.
– Bueno si he entrenado a otros equipos, pero eran de voleibol y si se sobre lacrosse, pero solo he entrenado con Max y contigo aparte las chicas entienden más y dudo que ellos quieran a una mujer como entrenadora.
Le dije mientras tomaba lo último que me quedaba de mi delicioso batido.
– ¿Entonces?
– Se que me viene bien un poco de trabajo, pero hay algo que aún no me queda muy claro – le dije a lo me miro con mucha atención – en qué momento cambiaste tanto que estás al borde de dejarme ser entrenadora de aproximadamente 11 o más hombres a medio desarrollar.
Ian rio por mi forma de exagerar las cosas, pero no lo entendía.
– No cambie tonta simplemente que casi la mitad del equipo tiene novia – dijo a lo que yo lo mire con cara de "y eso a mí me ayuda en que" – y la otra mitad están más interesados en mantener buenas calificaciones para seguir en el equipo o no están interesados en algo serio.
Dijo como si fuera lo más normal del mundo a lo que yo reí.
– Bueno, bueno está bien lo haré.
El rápidamente comenzó a celebrar.
– No, no célebres antes de tiempo – dije con la cara más seria – tú me llevaras y traerás las veces que me toque entrenarlos y no quiero quejas, ha sin olvidar que tendrás que ir por lo menos la primera semana para decirme quien es quien ¿entendido?
– Si, si lo sé ya me imaginaba algo como eso.
Los dos reímos mientras nos levantábamos, yo fui a pagar y finalmente salimos del pequeño café.
– Bueno vamos con los demás Max dice que están en una tienda de dulces.
– Uhm ve tu con ellos yo me voy a la casa – dije haciendo una mueca – aparte tengo que terminar de arreglar mi cuarto.
– Bien entonces vamos te llevo y ya regreso por ellos.
– Ian no es necesario me puedo ir caminando, la casa no esta tan lejos y de paso me sirve que camino un poco.