Solo Él

16. La Confesión.

Jack había sido dado de alta ya hace unos días, para su desgracia no podía jugar todo una semana.

Mientras tanto Alessia ayudaba a su mejor amigo practicando para que pudiera entrar al equipo de basquetbol de la escuela

- ¿Podemos descansar un rato? Esto es muy cansado.
Alessia no podía más, pues llevaba bastante tiempo sin jugar y su condición física en se momento no era la mejor.

- Yo creo que deberías hacer un poco más de ejercicio - dijo Emilio mientras seguía encestando y haciendo que su amiga lo mirara mal.

- Y yo creo que no me deberías pedirme ayuda si ni siquiera alcanzó a quitarte el balon.

- Es que era muy pequeña.

- Eso ya lo se.

- Por cierto la abuela quiere verte - cuando Alessia escucho a su amigo, se quedó callada puesto que aunque quisiera hablar las palabras simplemente no salía. Hasta que reacciono al recibir un ligero golpe en la pierna.

- ¿Me escuchas? - preguntó Emilio al ver que su amiga no decía nada - eh si, si te escuché, solo que... no creí que me quisiera ver después de todo.

- Tranquila, no es obligatorio, llegó esta semana de Inglaterra y estuvo recorriendo la ciudad, cuando al fin llegó a la casa me preguntó por ti y hoy me dijo que te invitará a comer.

Alessia procesaba todo lo que le había dicho su amigo, ya que no veía a la señora Myers desde hace ya casi tres años.

- ¿Entonces vas conmigo?

- Por supuesto que si, no la veo hace mucho tiempo. ¿Tus papás van a estar?

- No, otra vez estan en un viaje de negocios por eso la abuela vino conmigo.

- En todo caso, no hagamos esperar más tiempo a la abuela.

Alessia estaba muy feliz por ver a la señora Myers, ya que ella no tenía nada que ver con lo que había pasado. De igual modo aviso a su tía que estaría con Emilio, para que no se preocuparan, en el camino escuchaban y cantaban las canciones aleatorias de la infinita lista que tenía Alessia en su celular. Cuando comenzó la canción Diamond de Rihanna, ninguno de los dos pudo evitar cantarla tan alto como su garganta se los permitía, con 2 canciones más que cantaron llegaron finalmente a la casa de Emilio.

- La abuela va a estar muy contenta de verte otra vez.

Dijo mientras abría la puerta, la señora Myers se encontraba en la cocina terminando de hornear un pastel de chocolate ya que sabía que era el favorito de Alessia.

- Abuela ya llegamos - la señora los recibió con una cálida sonrisa, para después abrazar a Alessia a quien no veía desde hace algún tiempo.

- Oh pequeñas Less, hace mucho que no te veo, ¿Te alaciaste el cabello?

Alessia la miro confundía ya que ella casi nunca se alisaba el cabello a menos que fuera necesario.

- Abuela Myers, también estoy feliz de verla y no, no me planche el cabello de hecho está un poco esponjado.

- Yo recuerdo que lo tenías ondulado la última vez que nos vimos, pero bueno no importa vénganse a comer.

En el transcurso de dicha comida, la señora Myers prácticamente interrogó a Alessia de que había sido su vida durante los años pasados y que había hecho hasta el momento.

– Entonces querida ¿aún prácticas voleibol?

La pregunta tomó por sorpresa a Alessia puesto que siempre evitaba hablar sobre el tema si le era posible, pero ella sabía que con la abuela Myers eso no sería posible.

– Uhm, no hace ya más de 2 años que no he jugado o algo parecido.

– Ya veo y ¿Cómo han estado tus tíos?

– Oh, la tía Kat está mejor que nunca al igual que mi tío, pero apenas regresaron a España por asuntos de su trabajo.

– Una lastima esperaba poder visitarla, pero ya será en otro momento.

– Abuela Myers me encantaría seguir platicando contigo, pero ya es tarde y tengo algunas cosas que hacer.

– Tranquila hija otro día podemos seguir platicando, ve con mucho cuidado.

Alessia se despidió y Emilio la llevo a su casa, para que su abuela no estuviera preocupada.

– Less, disculpa si mi abuela te hizo sentir incomoda o algo por el estilo.

Alessia le sonrió – tranquilo, no es la primera en preguntarme del voleibol, así que estoy bien.

Emilio lo dudo un poco, pero prefiero creerle.

Semanas después.

La final de temporada para el equipo de Lacrosse de Marklan se acercaba la mayoría estaban felices y a la vez nerviosos por saber los resultados finales.

– ¿Era necesario que viniera?

– Obviamente, eres como mi amuleto de la suerte.

Alessia miro confundida a Jack, pero no dijo nada – Ya me quiero ir.

– Ya lo dijiste no es necesario que lo repitas a cada rato – Alessia se encogió de hombros y empezó a caminar – voy a comprar comida.

Alessia no espero respuesta y se fue, miestras que Jack solo sonrió al ver cómo la chica desaparecía.

– Si antes pensaba que Lessi te gustaba, ahora lo confirmo

Jack se espanto al escuchar la voz de Chase, este solo pudo reír levemente – no se de qu...

– Ni se te ocurra decir decir que no sabes de hablo, porque hace unas semanas estabas casi muriendo y hasta que no ella no llego no fuiste al hospital.

– No era tan grabe, deja de exagerar.

– ¿Porqué simplemente no lo admites y ya?

– ¿Qué quieres que te diga? Que estoy enamorado de ella desde que tengo memoria, que tengo miedo a que me rechace, por dios ni siquiera me recuerda a pesar de que nos conocemos desde pequeños. Nada ha sido fácil, no desde que la volví a ver y supe que si pasaba mucho tiempo con ella me volvería a gustar, que ese amor de infancia que le tuve volvería a aparecer poco a poco – Chase no sabía exactamente qué decir a todo lo que su amigo se había guardo por tanto tiempo, pero también lo entendía – lo peor es que cada que la tengo cerca las ganas de abrazarla y no soltarla son enormes, pero ni siquiera tengo la menor idea de si al menos le gusto aunque sea un poco.

– Yo creo que deberías hablar con ella lo antes posible y así las cosas estén claras entre ustedes.



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En el texto hay: amor, amistad, viajes

Editado: 09.01.2025

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