Mi semana de exámenes no había sido tan buena y me terminó afectado peor de lo que imaginaba. Lo que hizo que pasara el fin de semana junto al lunes y martes con fiebre que solo bajaba por momentos, en esos días mamá no salió de mi habitación más que para prepararme la comida y no me saltará ninguna, o para irse a dormir un rato. Ian y Max también me cuidaron, no estaba muriendo, pero hacían las cosas un tanto complicadas. Solo por tener la defensas un tanto débiles, más de lo normal.
Hoy al fin iba a la escuela, las tareas por suerte no eran tantas para estresarme, pero tenía que ponerme al corriente ya que era mi último año de preparatoria.
- Hoy si vas a desayunar con nosotros - ese era Ian, su área queda al otro lado de mi área, pero aún así no me quitará los ojos de encima, en lo que resta de su estadía en la escuela y tampoco podía quejarme - ya lo se, pero no es necesario que vengas por mi ¿lo sabes cierto?
Y se lo decía, justo porque ahora todos nos estaban mirando, más a él que a mí, pero eso me hacía sentir incomoda, para mí desgracia, aún no podía acostumbrarme a ser el centro de atención aunque ya lo había vivido, seguía sin gustarme.
- Al fin puedo almorzar con mi mejor amiga, fue mucho tiempo sin ti - hablo dramáticamente Shell mientras me daba un abrazo – pero si solo fue una semana y días.
Shell sonrió y me entendió una cajita– mira conseguí una porción extra.
Todos hablaban animadamente, yo solo escuchaba mas no hablaba, mi charola de comida estaba intacta, por suerte el pastel si lo había terminado casi por completo. Las siguientes clases fueron un tanto aburridas, solo estaba deseando poder irme a casa, mínimo podría dormir un poco.
Cuando dió la hora de salida fui la más feliz del mundo y solo tenía que esperar a que Ian y Max llegarán, mientras tanto iba a escuchar música, pero me ví interrumpida por unas manos que taparon mis ojos.
- ¿Puedes adivinar quién soy?
- Pero ¿Qué ca...? - un momento esa voz, la conocía, pero enserio era el - ¿Jack?
Al decir su nombre, quitó las manos, no me había equivocado sí era él. Cuando alce la vista para verlo, me sonrió cálidamente.
- Vine por tí, ya que nuestra cita no pudo ser el fin de semana, será hoy - la sorpresa en mi cara era evidente ya que su sonrisa se hizo más grande - pero tengo el uniforme y no est...
- A mi parecer te vez muy linda.
Uhg, porque tenía que hacer ese comentario, eso solo hacia que me pusiera nerviosa - aún así, no he avisado ni nada.
- Puedes ir, yo le digo a mamá - un grito inconsciente salió de mi y todo por culpa de Ian, a nada de pegarle estaba.
- Uhg, idiota. Si no me mata Jack del susto lo haces tu.
Ian sonrió burlón, pero se disculpo - bueno ¿Nos vamos?
Solo asentí y seguí a Jack hacia su auto, realmente tenía curiosidad por preguntarle a dónde iríamos, pero sabía perfectamente que no me diría.
- ¿En qué piensas pequeño Koala?
Sonreí ante ese apodo - aunque te diga, no vas a resolver mi duda.
- Si no lo intentas, no lo sabrás.
- En todo caso ¿Me dirías a dónde vamos?
Jack sonreía mientras hizo un sonido de negación antes mis palabras, ugh lo sabía no me iba a decir - no falta mucho para llegar, quédate tranquila.
- Pero ni siquiera se si mi ropa va de acuerdo al lugar al que vamos.
- Lo dije hace rato y le digo nuevamente te vez linda tal y como estás, aparte tu uniforme es formal.
No dije nada ante su comentario y seguí mirando por la ventana, no sabía que más decirle o preguntarle, pero ante de seguir pensando que decirle el auto se detuvo.
- ¿Dónde se sup...?
Mi pregunta quedó al aire, cuando me di cuenta que estábamos frente aún parque de diversiones.
- Esto es increíble.
- ¿Te gusta?
- Por supuesto que sí, dios yo realmente hace mucho que no venía.
Mi emoción y felicidad eran muy obvias, pero esto realmente era muy lindo y más si era para una primera cita. Cuando mire a Jack, este me miraba con una sonrisa no esperé a que dijera algo y lo jale para entrar al parque.
Narrador omnisciente
Habían pasado casi más de 3 horas en el parque, el sol empezaba a ocultarse y eso hacia que todo el lugar fuera mucho más precioso.
Mientras Alessia admiraba todo a su alrededor, Jack solo podía sonreír como un niño pequeño que había completado su travesura exitosamente.
– Entonces ¿Qué juego sigue?
Los ojos de Alessia se iluminaron al escuchar las palabras de Jack – desde que llegamos quiero subirme a la montaña ¿Podemos?
La sonrisa de Jack desapareció poco a poco al escuchar las palabras de Alessia.
– Jack ¿Estás bien?
– Por supuesto que sí ¿Porque?
– Es que, bueno... estás un poco pálido.
– Dios, no puedo negarme a ninguna petición tuya.
Murmuró más para si mismo que para Alessia, Jack al ver la expresión de confusión de la chica solo sonrió y asintió lentamente – bien vamos, se ve divertido.
Y así pasaron las siguientes horas llendo de un juego a otro y por momentos compraban comida que a alguno de los dos se les antojaba.
_______🐨_______
Después de la cita la cual había salido perfecta y Jack era el más feliz, mientras que Alessia aunque en el momento lo disfruto su alegría duro muy poco.
– Entonces ¿Qué piensas hacer?
Alessia miro con miedo a Emilio – no lo se, yo... yo creí que al no dar respuesta simplemente me eliminarían de su lista.
– Algo se nos tiene que ocurrir, solo quedan pocos días Less.
Alessia suspiro pesadamente y volvió a mirar la ventana, como si eso le pudiera dar una respuesta.
– Es que no lo entiendo ¿Porque sigue haciendo esto? Se suponía que cada uno seguiría su vida, pero de alguna forma sigue insistiendo.
La voz de Alessia salió entrecortada, pues estaba aguantando sus ganas de llorar, Emilio camino hacia ella y la abrazo puesto que el tampoco sabía que decirle exactamente.