Capítulo 14: Cita inesperada

Grayson

Mi mundo estaba hecho de estructuras, contratos, cifras. Nada me desconcertaba. Hasta Claire.

Después del almuerzo, supe que tenía que arreglar las cosas. Quería que se sintiera valorada. No examinada. No juzgada.

Así que la invité a un evento de caridad esa misma semana. Algo neutral. Público. Sin madres interrogadoras ni paredes de mármol. Lo hice sonar como una obligación aburrida para no espantarla.

—Tendrás que vestirte elegante —le advertí—. Pero al menos no habrá preguntas invasivas. Solo gente rica fingiendo que le importa el arte.

Aceptó. Sorprendida, pero curiosa. Y cuando apareció esa noche…

La vi desde el otro lado del salón. Un vestido negro, sencillo pero elegante. El cabello suelto, labios rojos. Y por un segundo, olvidé cómo respirar.

—¿Me estás mirando raro? —dijo, al llegar a mi lado.

—Solo no reconozco a la mujer que cree que no pertenece a mi mundo y, sin embargo, brilla más que todos aquí.

—¿Así seduces a tus inversionistas?

—No. A ellos les hablo de números. A ti te hablo con verdad.

Se sonrojó. Rápido. Hermosa.

El evento fue más ameno de lo esperado. Claire se movía con más gracia de la que ella creía. Comentaba el arte con una mezcla de sarcasmo y precisión que me encantaba.

Y cuando sonó la música lenta, le extendí la mano sin pensarlo demasiado.

—¿Bailamos?

Me miró, dudando.

—¿Estás seguro? Estoy embarazada. No quiero que me pises.

—Tengo pies grandes, pero coordinación decente.

Aceptó.

Bailar con ella fue… inesperado. No había distancia. No había sarcasmo. Solo dos cuerpos moviéndose al ritmo de algo más íntimo que cualquier conversación.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, por un instante, no éramos Claire y Grayson.
No éramos la doctora y el empresario.
Éramos simplemente dos personas que se habían tocado una vez, y que ahora… empezaban a sentir algo que no sabían cómo detener.