~Sebastian~
El joven amo y lady Elizabeth partieron ayer por la noche dejando a su única hija a "cargo" de todo, debo preparar todo para que la señorita Angelica despierte, té de fresa y bizcochos, lo usual, es algo sencillo para ser una Phantomhive, también es demasiado amable con los sirvientes a pesar de su titulo, sin duda una señorita extraña para esta sociedad.
—Señorita es hora de despertar - Le informe mientras abrí las cortinas para serví el té.
—No quiero despertar - Se quejo suavemente mientras se cubrió la cabeza.
—Si no lo hace su té se enfriara, además le prepare su favorito - Dije despues de inclinarme un poco sobre dónde se debia encontrar su cabeza.
- Un suspiro mas parecido a ina queja se hizo presente antes de lanzar las cobijas hacia sus piernas —Esta bien...-Se estiro y sentó en su cama - ¿Cual es el horario de hoy?
—Después del desayuno sera su entrenamiento de esgrima, luego sus estudios, para la comida sus abuelos vendrán, posteriormente sera su practica de baile, tomara su té de la tarde y tendrá un tiempo libre hasta la cena - Le recorde y empecé a vestirla.
—Bien... - Seguia mis movimientos como de costumbre —Sebastian ¿algo que reportar?
—Si se refiere a la compañía de su padre todo esta en orden y la idea del peluche gato mayordomo fue bien aceptada, las ventas de este superaron las expectativas - Resumi terminando de vestirla.
Una de las ventajas que tenia con la señorita era que con ella no tenia problemas si le daba asilo a algún gato, al contrario le agradaba la idea haciendolo ella misma a pesar de que le llamaran la atención sus padres sigue haciéndolo.
—Bien - Una sonrisa de orgullo se asomo hasta que se escucho un maullido - Bueno... No pude dejarlo fuera con la tormenta de ayer... - levantó su cobija revelando un gato negro que no tardo en estirarse.
—Señorita...en estas situación no se si llamarle la atención o no - la hermosa criatura en su cama me ponía en duda sobre que hacer en esta situación, termine de arreglarla, su vestimenta era como una imitación de la ropa que solía usar el Bocchan solo que como vestido y su cabello acomodado en un peinado sencillo —La estaré esperando en el comedor my lady.
~Angelica~
Sebastian se había ido, el horario era el mismo que siempre, típica rutina; creo que los adolescentes normales tienen mas emoción que yo como nobleza a diferencia de mi padre, ya que ni una sola vez he ayudado al "Perro Guardián de la Reina" en alguna de sus misiones, bueno, no directamente, le digo mis teorías a Sebastian sobre los sospechosos gracias a la información que el me proporciona, ademas de la que consigo por mi cuenta; y he de decir que en el 99% de los casos acierto. Abrí mi ventana para que aquella maravilla negra pudiera salir por ahí cuando quisiera, además de las demás que tenia en el armario y en el resto de la cama, baje al comedor donde Sebastian y los demás me esperaban.
—Buenos días señorita - dijeron al unísono.
—Buenos días, chicos espero que me apoyen en mantener en alto el nombre se mi familia, trabajemos todos juntos para lograrlo - Les sonrei con animo.
—¡Claro señorita! - contestaron con entusiasmo todos a excepción de Sebastian.
— les pediré un favor...no es necesario que me digan señorita...llamen me por mi nombre - Tome asiento en mi lugar correspondiente.
—Esta bien... - Contestaron algo dudosos al respecto, posiblemente pasen por alto mi pedido, al menos lo intente.
—Sebastian, espero que para la cena todos los presentes estén sentados en esta mesa conmigo.
—Pero...- Volteo a verlo con cierta molestia —Entendido - Respondió resignado.
Fue un desayuno delicioso como siempre, la esgrima era lo típico ataques, bloqueos algo común, bueno en resumen todo fue normal hasta mi tiempo libre.
-—Sebastian ¿Podrías enseñarme a usar un arma de fuego? - Pregunte al terminar mi té y me levanté.
—Señorita, eso es inadecuado para una dama - Respondio mientras colocaba en la charola la taza, la tetera y demas.
—¿En serio Sebastian?, mi pelo esta al de tu largo, mi vestimenta la mayoría es de colores oscuros, dejo que el mayordomo me vista en lugar de una mucama o algo parecido, mi familia esta metida en todo lo relacionado con lo que oculta la corona y ¿te preocupa el hecho que no es para damas aprender a disparar o defensa personal?- Enumere aquellos detalles para finalmente sonreir.
- Touché, esta bien - Hablo con resignación para retirarse con la charola.
~Sebastian~
No puedo creer que una pequeña humana logre dejarme sin argumentos tan fácilmente, primero la lucha cuerpo a cuerpo y ahora quiere aprender a disparar, aun debo en cargarme de la cena, yo no hago milagros, pero admito que la combinación de Bocchan y Lady Elizabeth, es algo curiosa, algo especial; teniendo en cuenta su crianza estricta.
—Señorita por el momento sólo le enseñaré lo básico, aun debo preparar la cena - Mencione cuando llegamos al area dode seria su práctica de tiro.
—Sebastian, Sebastian - Repitio negando —Seras el mayordomo, pero no eres el único en la casa, tenemos un chef, un jardinero y una ama de llaves, en vez de solamente llamar su atención y hacer todo tu, deberías mostrarles como hacerlo.
—Seria una perdida de tiempo señorita, además que las tareas se retrasarían - Le di un arma sin carga.
—Y ¿que pasara si un día tienes que irte con mis padres? Tu imagen del prefecto mayordomo se iría a la basura si dejas a unos empleados sin gran experiencia en sus áreas - Volvió a sonreír de forma victoriosa al saber que no podría responderle algo en contra.
—Tsk... Nocosa - Susurré lo último.
—Te oí - Dijo observando el arma - Mañana, quiero que te dediques únicamente a enseñarle a los sirvientes, es una orden.
—Yes, My lady
Fue lo único que dije, de alguna forma había heredado el símbolo del contrato y lo mas extraño era que también me afectaban sus órdenes, un misterio sin resolver; seguí con la breve lección, realizó un par de tiros, sorprendentemente casi precisos, al parecer tiene talento en las armas de fuego, además de su talento en la esgrima.
~Angelica~
Se me facilito usar el arma para ser la primera vez, después de la teoría, Sebastian cargo el arma para poner en práctica lo aprendido, le intente dar a unas aves que pasaron sobre nosotros pero falle por poco, Sebastian se fue a hacer la cena yo me quede en el techo de la mansión observando el paisaje del atardecer, fui llamada a la cena por el ama de llaves de nombre Luliana anteriormente fue la mejor asesina a sueldo de la época experta en armas de todo tipo y también en combate cuerpo a cuerpo, baje y justo como esperaba estaba mi plato y el de los demás en la mesa, excepto el de Sebastian, bueno él no lo necesita, cenamos y al finalizar me retire a mi habitación.
—Señorita, puedo preguntar, ¿porque es tan amable con los demás? - Hablo mientras me ponía mi pijama.
—Bueno, es porqué los respeto, después de todo a parte de mis padres y tú, ellos también me criaron de cierta manera... creo que eso explicaría mi extraña personalidad - Sonreí y cuando termino me metí en la cama.
—¿Cree necesario que mañana haga lo que pidió? - Pregunto mientras me arropaba.
—Si, aunque quieras o no te he dado esa orden, además deberías ser lo que todos creen que eres, solo un mayordomo.
—Si fuera solo eso no creo que sea tan divertido - Sonrió con malicia - Descansé My lady.
Salió de la habitación dejándome en la oscuridad, poco después me quede dormida con tranquilidad.