Solo Es Un Mayordomo - Kuroshitsuji

Capitulo 4

~Angelica~

Corria entre la luz y la oscuridad, un paisaje monocromático es donde me encuentro aun así la oscuridad me es mas familiar que la luz, me encuentro atraída, fascinada por ella, pero a pesar de que quiera saltar al infierno un ser alado me detiene y es ahí donde algo me provoca dolor, por mas que quiero escapar todos mis esfuerzos por alcanzar mi meta provocan que aquel ser me cause dolor y sufrir impidiéndome volver a la realidad.

—Señorita.... - Se escucho a lo lejos a penas audible —Señorita...despierte - En ese momento de las sombras una mano me es extendida la cual tomo sin dudar y es esta quien logra liberarme del ángel.

—Se..Sebastian... - Llamo con dificultad a quien se encontraba a mi lado, tomando me de los hombros, yo estoy sentada a la orilla de la cama.

—Señorita - Dice con alivio —¿Se encuentra bien?, ¿Puedo saber que sucedió?

—Fue... un ángel..- Imprevistamente mi pecho dolió insoportablemente tan solo decir aquello —Ah.. - Gemí del dolor, por el cual me tiré en la cama.

—¡Señorita! ¿Qué sucede? - Se alarmo.

Toque mi pecho en un intento de mostrar donde me dolía, ni siquiera podía hablar, esto jamas me había ocurrido antes, era insoportable, Sebastian entendió que el dolor era proveniente de mi pecho, me saco de la cama y me llevo con un doctor, la visión se me nublaba cada tanto mientras trataba de mantenerme consiente viendolo a él.

~Sebastian~

Me encontraba haciendo los preparativos para mañana, pero unos sonidos repentinos provenientes de la habitación de la Señorita me distrajeron, decidí ir a ver lo que  sicedia, crei que simplemente se había despertado, pero al entrar note algo extraño, su ventana abierta y una pluma blanca a lado de la cama, recuerdo perfectamente que su ventana estaba cerrada, además aquella pluma tenía un ligero brillo, casi divino... Repentinamente la Señorita gimió de dolor, trate de despertarla, incluso la había sentado en la cama y agitado un par de veces de los hombros, pero al no ver reacción de su parte sin pensar la llame por su nombre en ese momento despertó, se encontraba confundida, le pregunte lo ocurrido pero la respuesta de que el culpable fue un ángel me causo intriga, segundos después la Señorita volvió a gemir de dolor, ahora esta siendo atendida por un doctor en el hospital cercano a la mansión. 

La pluma en su cuarto y su respuesta... a caso después de de todos estos años el "cielo" planea una venganza contra el joven amo por haber matado a su compañero. Esto se volvia interesante. Después de unos minutos se me permitió ver a la Señorita.

—¿Usted es familiar de la joven Phantomhive? - El doctor preguntó al verme entrar.

—No, él es solo un mayordomo - La Señorita contesto desde atrás sentada en una camilla, se veia mejor.

—¿Vino algún familiar?

—Por el momento los padres de la Señorita están fuera de la ciudad.

—Ya veo... La joven tiene una excelente salud según los estudios ¿Ella a padecido alguna enfermedad antes?

—No ninguna - Contesto la Señorita claramente molesta.

—Disculpé doctor mí ama ¿Puede retirarse?

—Si ya puede irse, pero señor avise a sus padres - Lo último lo dijo con seriedad, era evidente que sospecha sobre algo, posiblemente alguna patología.

~Angelica~

Sebastian me había traído a un hospital, no sé que me dieron para controlarme, al parecer los estudios revelaron que mi salud física esta bien, pero no lo que me sucedió, me sentía molesta no se el porqué, además tenía frío, cuando el doctor termino de hablar con Sebastian, este me dio su frac y me cargo pues no tenia zapatos, salimos y regresamos a la mansión de la ciudad caminando.

—Sebastian ¿Por qué no trajiste un carruaje?

—Señorita mi deber es mantenerla a salvo, su vida pudo haber peligrado.

—Si... Tsk... - Me queje un poco debido a una punzada en el pecho, pero fue solo eso.

—Algo le molesta - Afirmó después de observarme un momento en silencio.

—Bueno el sueño era una maravilla hasta que apareció el ángel.

—Un sueño entonces... - Medito un poco —¿Podría saber que soñaba?

—Te cuento en la mansión - No era ni momento y mucho menos el lugar.

La mansión de la ciudad era mas pequeña que la principal, pero aun así era una mansión, al llegar pedí que me dejara en la sala pues ya no tenia sueño, aparentemente había descansado lo suficiente a pesar de todo lo ocurrido.

—Le traeré un té - Menciono después de dejarme en un sofa y se retiró.

No se porqué, pero odio los ángeles... esos seres alados creen que son mejores que todo, aun así todo mundo los adora por ser bondadosos, amables y llenos de luz, pero eso es lo que quieren aparentar, he recibido más cariños y apoyo de demonios que de esos odiosos seres.

—Los odio - Susurré sin pensar.

—¿Señorita? - Pregunto mirntras colocaba la taza en la pequeña mesa de en medio.

—Perdón Sebastian, es solo que... les tengo odio a los ángeles y no se bien el motivo.

- Sonrio —Ellos fueron quienes humillaron a su padre después de todo.

—Si, lo sé y a pesar de todo tu esfuerzo al final no pudisteis consumir el alma que tanto ansiabas.

—Señorita ¿Puedo saber que le sucedió? - Pregunto cambiando el tema.

Le conté lo ocurrido en el sueño, después de todo era extraño que por un sueño me ocurriera algo así y si se supone que estaba bien físicamente ¿Qué fue ese dolor repentino en el pecho?

—Señorita ¿Por qué decidió saltar hacia el infierno?

—Bueno tal vez sea ridículo, pero eso fue debido que los tres seres que más aprecio estaban en el y por eso el infierno seria mi paraíso perfecto - Expliqué brevemente.

—Se que dos serian sus padres, pero ¿El tercero?

—Si te digo creerás que es una estupidez humana.

—Entiendo, ¿Quiere ir a tratar volver a dormir?

—No, trae las listas y la información que obtenida - Solo hizo una reverencia antes de ir a traer lo solicitado.

De toda mi familia yo soy la mas humana, pero no sé si es algo bueno o malo, los humanos son frágiles y mueren con facilidad, en cuanto a los demonios son casi inmortales, sé que mis padres dejan a Sebastian a cargo de mi cuidado debido a que hasta ahora soy una simple humana por lo que temen por mi seguridad.

Chequé y compare las listas fui apuntando los nombres que se repetían, y solo uno de los nombres fue invitado a todas las fiestas Willian Culpepper, creo conocerlo, pero no sé de donde, la información proporcionada sobre él decía que era un conde y jefe de una compañía de comestibles, pero no mencionaron el nombre, tendré que investigar mas para estar segura. Ya estaba amaneciendo cuando finalmente me percate del tiempo transcurrido.

—Señorita ¿Quiere tomar un baño? - Me saco de mis pensamientos.

—Si, necesito relajarme un momento - Me levante dejando caer el frac, olvide que lo tenia; lo levante y lo entregue a su respectivo dueño - Disculpa.

—No se preocupe.

Subimos a la habitación para luego entrar al baño, donde Sebastian me ducho, era algo normal para mi a parte de mis padres o él nadie mas me ha dado un baño aunque la primera vez que mi padre lo hizo casi me ahogo, al menos eso me contaron; mis padres... siempre tratando de que me alejara de la oscuridad en la la familia esta involucrada, pero la luz me es molesta, en ella no ocurre nada interesante, yo soy una Phantomhive es natural para mi caminar donde otros no pueden hacerlo, continuar donde los demás se darían por vencidos, el lugar a donde casi nadie quiere ir es mi paraíso de en sueño, no existe nada mejor que el sufrimiento y desesperación de las personas, verlas caer en el avismo del fracaso repetidas veces tratando de alcanza aquel hilo de esperanza simplemente es algo que me entretiene.

Después de que Sebastian me vistió bajamos al comedor para que yo desayunára adecuadamente, luego de esto continué con la investigación del caso.
 




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