Han pasado unos diez días aproximadamente desde que le di respuesta a su majestad del caso, todo había vuelto a la normalidad, mi rutina era la misma de siempre y las noches habían sido tranquilas hasta hoy.
Caminaba por un lugar oscuro con tranquilidad, sin rumbo y sin preocupaciones, hasta que un estruendo se escuchó captando mi atención, corrí al origen de este y de la nada una luz me cegó, cuando me acostumbre al exceso de luz, lo vi, vi algo que nunca creí ver, mis padres muertos, totalmente cubiertos en sangre, fue entonces que desperté por el impacto de aquella escena.
Mi respiración se encontraba agitada, sudaba en frío y los ojos me ardían, estoy asustada... O en shock, no lo sé exactamente, pero no puedo hablar, trate de ponerme de pié pero colapsé de inmediato a pesar del golpe no pude gritar o si quiera quejarme un poco "¿Qué me sucede?...S...Sebas..."
En ese momento entro sin aviso previo, pero al verlo pude calmar aquella horrible sensación.
—Señorita ¿Qué sucedió?! - Se veía preocupado cuando se acerco —¿Qué hace en el suelo? - Se puso a mi altura, me cargo y regreso a mi cama. —¿Esta bien?
Trate de hablar, pero un dolor en la garganta me lo impidió.
—No puede hablar, espere aquí
Lo tome de la manga antes que se fuera, me vio y sonrió, entendia que no quería quedarme sola, ayudo a que pudiera levantarme, y lo acompañe a la cocina, en donde me sente sobre la mesa que se encontraba en el centro.
—Señorita ¿Me dirá lo que paso?- Asentí aunque no entiendo que paso exactamente, trataría de explicarlo —Puede que no deba consumir su alma después de todo - Dijo en un susurro para él, pero logre oírlo —Bien, tome es un té de jengibre, limón y miel - Me acerco la taza, la cual tome y bebí su contenido.
—Se...Sebastian... - Trataba de hablar, pero fue en vano.
—No se esfuerce, deje que haga efecto el té.
"De acuerdo, pero en realidad no entiendo que sucedió"
—¿No lo entiende?
"No, solo sé que estaba soñando tranquilamente, de la nada vi los cuerpos de mis padres bañados en sangre, luego de eso me desperté sudando en frío, con la respiración agitada y con un ardor en los ojos, y cuando quise levantarme me caí "
Explique rápidamente.
—¿Hubo un cambio repentino en el sueño? - le di la taza vacía.
"Si, al inició estaba oscuro y de la nada una luz cegadora iluminó todo"
Se acerco a mi cara invadiendo un poco mi espacio personal.
"¿Ocurre algo?"
—Sus ojos están irritados y esta mas pálida de lo normal - Volvió a su posición —Lo que tuvo debió ser una pesadilla que la dejo en shock, por lo que no procesaba bien la información, lo que explicaría el hecho de que cayera cuando intento levantarse.
"¿Es todo?"
Una explicación demasiado sencilla para todo.
—Si Señorita, es posible que este estresada ¿Quiere cancelar sus clases y el resto de actividades de hoy?
Estaba oscuro, pero ya pasaban de las doce.
"Si..."
Aunque realmente no quisiera hacerlo, tal vez si necesitaba un descanso.
—Entendido, debe regresar a su alcoba y tratar de conciliar el sueño de nuevo.
"Esta bien"
Me acompaño a mi habitación y arropó, afortunadamente pude dormirme casi de inmediato.
~Sebastian~
Salí de la habitación de la señorita después que se quedara dormida, estaba por regresar a mis labores nocturnos, pero alguien se encontraba en el recibidor, un intruso, fui al lugar y me encontré con...
—Hola demonio... ¿Como esta tu "ama"? - Hizo comillas con los dedos en dicha palabra.
—No creó que le incumba, además en estos momentos no recibe visitas, asi que tendra que diaculparla.
—A caso ¿Sigue asustada?, lamento la pesadilla.
—¿Asustada?, La Señorita no es cualquiera como para asustarse con algo ambiguo.
—Pero se quedo sin habla... que alma mas curiosa si se me permite decir.
—¿Qué es exactamente lo que buscan de la Señorita?
—Pues... ¿No te parece raro que si es humana aun no tenga su periodo?... Bien, debo irme demonio y es mejor que te desacostumbres de ella.
Sin mas se fue, ese ángel esta empezando a irritarme mas de lo normal. Una cosa era segura ha aparecido cada vez que la Señorita esta mal, pero la duda es ¿Por qué?.
Tenia razón a pesar de ya presentar los 16 años, la Señorita no ha tenido algún periodo, ni siquiera signos de llegar a tener. Tuvo su pubertad como cualquier humana a excepción de ese punto, habían dicho que era normal en ocasiones esa parte no en todas era igual y teniendo cuenta su origen los amos ya no se preocuparon.
Ya es adolescente y su comportamiento es adecuado según la situación o persona. Ha desarrollado habilidades y obtenido conocimiento con extrema facilidad. A pesar de todo no ha tenido signo de ser un demonio, su alma es apetitosa, pero no esta profanada.
Mientras analizaba las variantes continúe con mis actividades nocturnas antes de ir a tomar un descanso.
~Angélica~
Habían pasado unos días y nos llego una invitación para un baile de los Condes Spence's para celebra el séptimo décimo cumpleaños de su único hijo Alex Spence. Los Spence's son socios de mi padre de la zona de los dulces y caramelos, pero a pesar de eso por mi parte no he convivido mucho con ellos, sobre todo con el Conde y la Condesa.
Debo ser cuidadosa para que no tengan una imagen errónea del hecho que iré yo en representación de los Phantomhive, me he puesto uno de eso odiosos corset que tanto adoran las chicas, para ser mas exactos Sebastian me dijo que lo uso mi padre una ocasión pero que lo modifico un poco, por la diferencia de talla, agregando segmentos rojos y negros, mas que nada por la edad y altura, la anchura se modifico un poco. A pesar de todo quedo muy lindo en mi opinión. Sebastian se vistió como de costumbre, viene como mi mayordomo y tutor.
Nos encontramos en el carruaje camino a la mansión Spence, aquí entre nos es el primer baile al que asisto sin mis padres, pero creo que todo saldrá bien usualmente estoy con Sebastian mientras mis padres hacen sus negocios.
Alex Spence antes solía visitar la mansión con sus padre y siempre quería jugar conmigo, era hostigoso en exceso. Por lo que trataba de ocultarme, pero no duraba demasiado, Sebastian era enviado a buscarme y yo me veía en la obligación de aceptar jugar con él.
Ya hemos llegado y entrado al recibidor.
—Condesa Phantomhive, Bienvenida gracias por aceptar la invitación.
—Lamentó la tardanza joven Alex.
—Ashelia escoltalos al salón.
Una mujer de no mas de 20, con una sonrisa calida, vestida de colores puros y cabellos blancos apareció, se acerco a nosotros, me miro con amabilidad, pero a ver a Sebastian su sonrisa se borro un momento, comenzando un duelo de miradas, la tensión es evidente entre ellos, parecé que se destrozaran el uno al otro en cualquier momento. ¿Que ocurre?.