Prefacio

Se dice que los amores que más duelen son los no correspondidos. Son filosas dagas que destruyen el ego, el alma y el corazón de cualquiera que caiga en las garras de tan amargo juego.

Cualquiera puede sufrir por amor, desde el inexperto hasta el mujeriego, pero el dolor sigue siendo el mismo. Cuando se ha vivido un amargo amor no correspondido las personas cambian, su mente se oscurece y el amor en muchas ocasiones deja de ser una opción.

No siempre sucede esto, claro, pero al menos para aquella chica que en sus tiernos dieciocho escucho un terrible “ni siquiera imagines que eso puede suceder” fue como un valde de agua fría derramado sobre ella en pleno invierno.

Entonces sí que vivió desde ese momento para si misma, solo para sus sueños, pero el destino fue el encargado de poner frente a ella la oportunidad de llevarle a él por propia mano su Karma.

Eso es lo que a muchos les hace falta, una cucharada de su propio chocolate, como dicen por ahí....