Capítulo 04 "El Comienzo"

Viernes, 16 de junio, 2017.

— ¿Estás seguro de esto?

—No.

—Me gustan las personas sinceras, pero eso no era necesario— bufó la chica a lo que Eyael sonrió.

—¿Me pasé?

—La verdad es que sí— dijo sentándose en la esquina se su cama con aire de derrota. Eyael se acercó a ella.

—No estás así porque vayas a conocer a mi familia— Diana suspiró y negó con la cabeza— ¿Cuál es el problema?

—Tengo miedo, Eyael.

—¿Miedo?

—No soy una persona enamoradiza, yo calculo muy bien de quién me enamoro, nunca creí en el amor a primera vista ni mucho menos, pero contigo…— el chico apretó los labios comprendiendo la situación. Sabe por dónde va la conversación y sopesó la idea de si decirle o no la verdad— simplemente no entiendo por qué te quiero tanto, simplemente te vi y supe que eras tú el indicado…y eso me da miedo, no estoy acostumbrada a ello.

La verdad es que Eyael era un tipo bueno, amable, amigable, romántico y sincero, pero Diana no tenía ni idea de cómo es que con solo verlo una vez ya lo amaba. No entendía lo que pasaba, nadie le había explicado todavía que la verdadera naturaleza de Eyael era la responsable del sentimiento de amor en ella.

Diana lo miró y se dio cuenta de que sin querer había tocado un tema algo delicado para él, inmediatamente se arrepintió de haberlo dicho, pero así eran las cosas, era el deber de él poner al corriente a su amada.

—Lo siento— se disculpó la chica— no debí haber dicho eso, es solo que...me siento perdida— la mirada miel de Eyael chocó con la azulada de la chica.

El chico le sonrió levemente, se arrodillarse frente a ella, la tomó de las manos y la miró, "Es hora", pensó.

—Diana, sé que esto es muy confuso para ti— suspiró— sé muy bien que no es normal para algún humano ver a un lobo, gigantesco, convertirse en un chico para amar inmediatamente a ese chico que es completamente desconocido...ni siquiera ver un lobo del triple de grande que un lobo normal es normal, lo sé— nuevamente volvió a suspirar con pesadez, no le era nada fácil decirle todo esto.

"¿Qué tal si se asusta?"

"Por dios Eyael, estamos hablando de la chica que no le tuvo miedo a preguntarle a un lobo si es que era él el del dibujo o no", reclamó Holk.

"Calla.”

— ¿Eyael?— su mano derecha viajó a la mejilla izquierda de Eyael— ¿Pasa algo?— Eyael volviendo a la realidad la miró a los ojos los cuales mostraban preocupación y curiosidad.

—Soy un Licántropo— soltó de golpe choqueando a la chica— me transformo en un lobo gigante cuando quiero. Diana no supo si reír o echarse a correr.

"Imposible", pensó Diana a pesar de ya haber visto la transformación de Eyael.

—Pero... ¿Cómo?— preguntó sin entender, esta no era una noticia que se pudiera asimilar muy fácilmente. Eyael se sentó a su lado, tomó las piernas de la chica y las colocó en sus piernas acariciándolas suavemente.

—Siglos atrás un grupo de gitanos bailaron para la luna toda una noche con la intención que ésta les ayudara a enfrentar a los sin sangre, vampiros— Diana simplemente lo miró atenta disfrutando de las caricias y la calidez que le proporcionaba las manos de Eyael— en ese tiempo los vampiros dominaban el mundo, inmortales, fríos, fuertes y rápidos...simplemente invencibles. Varias personas se dedicaron a buscar la forma de matarlos, una vez que los descubrieron formaron grupos en los que se entrenaban para matarlos, se prometieron ellos mismos a matar a lo sobrenatural, los llaman cazadores— volvió a parar de hablar, miró a Diana pero al ver que su rostro no mostraba nada más que curiosidad, prosiguió— Los gitanos al bailar para la luna hicieron que la diosa bajara desde su hogar hasta la tierra...

*Siglos atrás*

26 de Octubre, 1302.

Una brillante luz blanca iluminaba el grisáceo cielo nocturno, la diosa Luna conmovida por la danza de los gitanos decidió bajar desde su hogar hasta ellos, una vez frente a ellos los gitanos se pararon a mirarla.

— ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis de mí?— preguntó la diosa con una paz contagiosa. El líder del grupo dio un paso adelante, hizo una reverencia con respeto para después mirarla.