Capítulo Uno
El señor importante:
— Elizabeth— dice mi madre un tanto decepcionada de mí, ella piensa que yo me acosté con uno de sus "Inversores más importantes" ella piensa que soy una puta cómo mi tía Clarissa; aunque ella no me cree no fui yo quien se acostó con él, fue mi hermana Eilimar, ella si que tiene un vida sexual muy activa. No es que me importe su vida sexual es solo que por su maldita culpa mi madre Doña perfecta (como yo le digo) alias Eliza Harrison, es una mujer alta, de tez un poco morena con un cabello largo con muchos risos, de color chocolate unos ojos marrones oscuros que bien podría decirse que son negros; ella no es la típica mamá que te dirá que todo está bien, desde que tengo memoria ella ha intentado por todos los medios que yo Elizabeth Harrison sea tan parecida a ella como fuera posible.
Desde que tengo uso de razón, mi vida no ha sido nada fácil, mi padre Richard Harrison es uno de los dueños de una de las empresas más importantes de Canadá, mi madre y mi padre se casaron por compromiso y mi madre quiere que todos nos vean como la familia perfecta el problema está en que no somos para nada perfectos y eso es porque bueno;
Mi madre simplemente quiere mantenerlo todo controlado, mi padre es todo lo que desearía que fuera mi madre es cariñoso y atento desde que tengo memoria el simpre ha estado en todo momento para mí apesar de su trabajo, luego tenemos a la insoportable de mi hermana Eilimar Harrison esta chica tiene problemas, piensa que todas las personas que no tienen una buena situación económica son basura y se acuesta con todo el que le provoque sea casado o soltero viejo o joven. Es simplemente ella, no la juzgó yo no soy una santa pero para mí su comportamiento no es el adecuado; luego tenemos a mi tía Clarissa González la tía que quiere todo lo que tiene su hermana, la típica envidiosa y odiosa tía de la que todos escapamos.
Todos en esta familia somos diferentes. Mi padre tiene la tez pálida unos enormes ojos color verde y el cabello dorado, tiene una mirada amable y cariñosa te cae bien al instante de conocerlo.
Mi hermana por otro lado es diferente ella se parece a la tía Clarissa Es alta con un cuerpo que muchas envidian tiene la tez blanca pero no tanto como la de papá su cabello llega hasta debajo de los hombros y es de color castaño claro sus ojos son de un hermoso color miel ella es hermosa y lo sabe y todo eso lo usa a su favor, parece más hija de la tía que de mi madre, yo por otro lado soy la diferente Mi tez es tan pálida como la de mi padre mi cabello es cobrizo y me llega hasta la cintura liso con ondulaciones en las puntas, mis ojos son de un verde claro no soy alta pero tampoco soy tan pequeña estoy en lo normal. Tengo pecas muchas en realidad y las amo yo amo cada parte de mi, no tengo nada que envidiarle a nadie pues tengo buen cuerpo.
Y eso siempre ha enloquecido a mi hermana pues ella quiere tener toda la atención de los hombres y no lo logra cuando tiene a su pequeña hermana con ella.
Siempre he recibido la atención de los hombres y yo no me siento mal por ello.
Pero a mí hermana y a mi tía eso les molesta, a mí me da igual pues yo no me acuesto con ninguno de ellos, por eso ellos pasan de mi y van por mi tía y hermana.
Volviendo al presente mi madre está molesta porque yo supuestamente tuve sexo con uno de sus Inversores.
— ¡Elizabeth Harrison más vale que me cuentes todo ahora!
— No sé que quieres que te diga, yo no tuve sexo con él y no me grites deja el drama.
— ¡Que deje el drama! ¡Acabó de ver salir a Gerardo de tu habitación! ¡Quiero una explicación ahora Elizabeth!
Respiró profundamente.
— Eliza deja a mi hija en paz — llegó mi padre por fin. Alguien se apiada de mi pobre ser.
— ¡Que la deje en paz! ¡Ella se está comportando como una puta Richard! ¡Y tú solo la defiendes!— de verdad ella está como loca.
— ¿Cómo estas tan segura que fue ella la que se acostó con Gerardo?, Y Eliza que sea la última vez que tú llamás a mi hija de esa manera.
Mi madre lo mira incrédula.
— ¿Por qué ella no sería capaz de algo así? ¡Claro que fue ella!
Yo solo ruedo mis ojos y miro a mí padre, el me mira tratando de ocultar su sonrisa.
Él es así simpre ve el lado divertido de las cosas
—Bien, Beli ¿Podrías decirnos que fue lo que pasó?
Yo asiento y les digo:
— Quiero que me sigan— me levanto y camino hacia mi habitación, me volteo de vez en cuando para ver si me siguen los dos, una vez que llegamos les digo:
— Mamá abre la puerta.
—¿Para qué? Ya vi todo lo que tenía que ver Elizabeth
— Que abras la maldita puerta mamá.
Empiezo a perder la paciencia, y Doña perfecta no está ayudando
La veo resoplar, pero la abre una vez abierta la puerta les digo que pasen y camino hacia mi cama.
Claramente se ve el bulto oculto bajo las sábanas.
— Madre levanta la sábana
Ella me obedece y cuando lo hace el rostro de mi hermana se asoma está dormida en realidad parece que está muerta, claramente está desnuda, miro a mí mamá que está pálida
Claro no cree eso de su niña perfecta pero si de mi.
Volvemos a la sala y mamá no dice ni una sola palabra.
— Espero que antes de decir cualquier tontería primero investigues bien.— dice mi padre mirando a mí mamá.
— Lo siento Eli. Pero tienes que entender lo vi salir de tu habitación. Y si a esas vamos ¿Por qué Eili está en tu habitación?
— Por qué ayer yo llegué tarde, y ella pensó que esa era la suya ya que estaba tan borracha que ni de su nombre se acordaba.
Veo la vergüenza en la cara de mamá, y siento pena por ella. No es mala es solo que quiere aparentar algo que no somos.
Luego del incómodo momento decido salir a caminar un rato; bueno la verdad es que me votaron de la casa según mi madre la necesita sola para hablar con tía Clarissa y con Eilimar
Así que en estos momentos me encuentro en el parque más cercano a casa, de repente escucho el ruido de un auto deteniéndose abruptamente, y entonces lo veo a escasos metros de mi. ¡Oh por dios! ¡Casi me arrolla un auto!