8. París.

JIMIN.

Miré por la ventanilla del auto y sonreí, todo era tan hermoso en París, sin duda serían unas vacaciones inolvidables. Abrace a Yoongi apoyando mi cabeza en su pecho y lo mire estirando mis labios hacia él.

–¿Quieres un besito Mochi?

-Si quiero oppa

Sonreí al sentir sus labios contra los míos y le correspondí gustoso mientras apretaba sus mejillas.

–Ya llegamos, seguimos con los besos en el hotel

Mire por la ventanilla y sin duda alguna ya habíamos llegado, era un hotel hermoso con un gran letrero que indicaba su nombre "Hôtel Le Relais Saint Charles".

–Estamos a quince minutos de la Torre Eiffel Mochi... Quería un mejor hotel pero no tuve mucho tiempo para las reservaciones.

-Es hermoso hyung~ me encanta

Me lancé hacia sus brazos dándole un fuerte abrazo y besando su mejilla con mucho cariño.

–Vamos adentro bebé precioso

Entrelazamos nuestras manos y caminamos hasta la entrada, en la recepción nos indicaron nuestra habitación y fuimos directo a ella, realmente estaba cansado pero no era una mala hora para estrenar la cama... Apenas llegamos Yoongi empezó a quitarse la camisa y aproveché, me acerque y empecé a besar su pecho.

-Daddy, nene ya se aburrió... Juguemos.

–Eres un mal bebé eh... No respetas a tu daddy

Sonreí y besé su mejilla, él me cargó y me llevo hasta la cama, me recostó con cuidado y se acomodó sobre mí mientras me besaba.

Aproveche para acariciar su pecho desnudo, Yoongi tenía un cuerpo tonificado y marcando, me encantaba cada centímetro de él.

No mucho tiempo y ya estábamos completamente desnudos, nuestras intimidades rozaban y nuestras bocas producían un chillido excitante.

–¿Estás listo bebé?.

-Estoy listo daddy...

Cerré mis ojos con fuerza y apreté su espalda con fuerza clavando un poco mis uñas, su miembro realmente era grande y eso lo hacía un tanto doloroso, pero Yoongi lo hacía lento.

Cuando estuvo adentro por completo tardo unos minutos antes de empezar con movimiento suaves mientras sus manos acariciaban mi cintura y con su boca se encargaba de jugar con mis pezones. Empecé a gemir.

Luego de casi quince minutos los movimientos de Yoongi eran rápidos y profundos, la cama rechinaba, nuestros cuerpos creaban fricción entre sí y estaban cubiertos por una fina capa de sudor, el cabello de Yoongi estaba pegado a su frente, era demasiado sexy...

Las embestidas fueron cada vez más rápidas, más necesitas... Y mis gemidos aumentaron cuando Yoongi logro encontrar mi punto, lo necesitábamos, ambos necesitamos que nuestros cuerpos rebosaran de placer. Y así fue, luego de algunas embestidas en mi punto dulce ambos llegamos al orgasmo sintiendo como eras golpeados por una acalorada ola de placer, pequeñas corrientes eléctricas recorrían nuestros cuerpos, era magnífico.

-L-lo amo~

Sus manos apretaron mis mejillas apachurrandolas un poco y sus labios se unieron a los míos creando un tierno beso.

–Yo también te amo bebé precioso.

Sonrió mostrando sus encías y no pude evitar sonreír, sabiendo que me pertenecía, su hermosa sonrisa era solo mía y eso era todo lo que necesitaba, con Yoongi a mi lado el resto no era importante.