ELLIOT…
Bajamos del auto listos para entrar a la gala, estaba seguro que esta noche terminaría hasta las narices de la gente falsa y pretenciosa, pero a fin de cuentas era mi trabajo soportarlas y fingir que todos me agradaban
Will como era de costumbre apenas paso unos minutos entre la gente antes de salir al balcón alejándose de todos, aislándose, me tome el papel de interceder por él, porque asid y buen amigo soy, hallo a algunos inversores extranjeros con los que me sumo a platicar por un buen rato, dejo que mi mirada analice la estancia, hasta que doy sorpresivamente con Evelyn, joder si, inmediatamente busco a Kendra pero no la hallo a su lado, mi desilusión no pasa desapercibida a mi hermano quien se apiada de mi y me señala en donde se encuentra la fuente de mi penar, está en una de las esquenas, JESUS, esta mujer es hermosa por donde la veas, lleva un vestido beige que le resalta en los lugares justos, su castaña esta ondulada cayendo en suaves bucles sobre su espalda, atontado respondo de forma bruta a las preguntas que me hacen, cada que nos movemos me aseguro de poder verla, era sinceramente un espectáculo para la vista, me siento feliz al ver al cuarto hombre ser rechazado por ella de manera educada
Se que Eliza también esta aquí, pero me las he arreglado para mantenerme lejos de ella, y joder que ha intentado abordarme pero no se arriesga a tanto ya que mandarla al carajo en un gala no le dejaría una muy buena imagen, pero esta como un animal agazapado listo para saltar cuando se le da la oportunidad
Sorpresivamente Deborah Tylor se le acerca a mi castaña, y más aun sorprendentemente ambas se saludan y sonríen mutuamente, creo que se me funde una neurona o algo, es la primera vez en todos los años que llevo de conocer a los Tylor que veo sonreír a Deborah, no tardó mucho en deducir de que va su platica ya que ambas mujeres examinan a todos los presentes, un malestar se instala en mi al ver que están concentradas en Smith, a pesar de que el me ha dejado la vía libre no puedo evitar el sentimiento, cavernícola a las 3, seeh, estaba comportándome como todo un hombre de las cavernas, ese hombre de las cavernas pega brincos de emoción cuando los ojos de Kendra caen en mí, finjo no notar que me mira y la dejo disfrutar de la vista, al menos trajimos un buen traje, no puedo evitar sonreír cuando ella determina que soy un buen ejemplar y Deborah la apoya, gustos pequeños que me alegran la vida, suspiro obligándome a concertarme en las personas que tengo frente, así después de 30 minutos noto que Kendra se excusa y sortea a la gente para ir a la salida, si ella se va, nosotros también, grita mi mente, estoy listo para excusarme también, pero de pronto una de las amigas cercanas de mi dolor de cabeza derrama “accidentalmente” vino sobre ella, el grupo de Eliza ano tarda en acercarse y disculparse de manera falsa, las taradas ni siquiera aguantan las risas tontas, Kendra las mira con pena y cansancio, ya estoy acercándome al lugar cuando surge el gran BOOM, Deborah se acerca al grupo derramando vino sobre la cabeza de la que mancho a Kendra, todas se quedan congeladas y las sonrisas desparecen, intercambian unas cuantas palabras hasta que el grupo se disuelve quedando solo Deborah, Kendra y como no… Eliza, la mencionada tiene una mueca de enojo por palabras que Kendra le susurra, veo que alza su mano en dirección a mi castaña, la jodida loca quiere golpearla, sobre mi jodido cadáver, llego justo a tiempo para tomarla y detenerla, al principio no mido mucho mi fuerza por lo que ella suelta un quejido bajo, relajo un poco el agarre pero me niego a soltarla, Eliza me mira con sorpresa, yo la miro molesto, Kendra y Deborah dan unos pasos atrás pero les noto en la cara que ambas están felices con el desarrollo de la situación, Kendra nos mira y suspira
—Gracias—Me murmura— Eliza, pasa una buena noche—Ese es un golpe con guante blanco, la hará quedar mal, como la loca que no se supo controlar en un evento público, con medios televisivos incluidos
—¿Qué jodida mierda se supone que intentabas hacer? —La reprendo molesto
—¿De verdad estas cambiándome por eso? —Cierro los ojos rezando por tener paciencia, que se refiera a Kendra como por eso me molesta de sobremanera— ¿Te gusta ella? —Arrastro a la rubia hasta la salida echando humo por las orejas, su estúpido berrinche podría hacer que Kendra se decidiera por mandarme a la mierda, y joder sería razonable, nadie quería tener que tratar con una loca acosadora, distingo a Kendra a lo lejos con un hombre detrás intentando ser el gran caballero con armadura, jooooooder
—Mañana en mi oficina a las 3— Bramo a la rubia— Mas te vale aparecer—La dejo ahí sola con los ojos llorosos saliendo detrás de Kendra
—¡NO ES JUSTO! —Grita Eliza con voz rota, pero la ignoro, que ella se las arregle con el revuelo
—Gracias—Escucho decir a Kendra—pero no necesito ayuda
—Insisto, el vino deja manchas muy difíciles de retira, mientras más tiempo pase en su vestido más se impregnará el color
—Gracias por el consejo, si me disculpa…
—Anda mujer—Ruedo los ojos con molestia
—La dama dijo que no— Afirmo con tono grave, el hombre más bajo que yo se gira molesto pero al verme d aun paso atrás, mira de nuevo a Kendra y finalmente se excusa torpemente para retirarse, Kendra sigue caminando así que yo igualo su paso sin detenerla
—Eliza tiene una muy grande obsesión para con usted, ¿no le preocupa?