♡♡♡ 17.- ¿Estado? ♡♡♡

No tengo mucho tiempo para regodearme en mi propia miseria, o mis dudas, la noticia de que Kendra y yo lo dejamos se sabe rápidamente y la primera en echarme la bronca es mi madre, cortesía al bocazas de Zade

—¿Qué sucedió? —Al inicio me siento renuente, o inseguro, de contártelo todo pero no me deja solo hasta que le cuento todo

—¿Y aceptaste dejarla ahí? —Su tono no me augura nada bueno—¿Bajo la lluvia a pesar de que se dio ese ultimátum?

—Te dije que lo hice —contesté secamente

—Repite eso Jones—Si me llama por mi apellido es que esta, no enojada, furiosa

—La deje mamá—Repito negándome a verla a los ojos, el presentimiento de mi pecho, ese que me grito que la estaba cagando me ataca mas fuerte que nunca

—¿Por qué son tan idiotas? —pregunta ella levantándose y caminando de un lado al otro en mi oficina

—Escuche eso

—Justo como quiero, eres un…—Esta que saca espuma por la boca—Elliot Jones, no la dejaste contarte su lado de la historia…

—Pero…

—No, cierra la boca—Me gruñe—Le dijiste que era como el hombre que la daño, sabiendo que para ella fue todo un reto abrirse a ti—Sus palabras rozan mi lado sensible, no me deja hablar mientras continua con la regañina, no me dan respiro porque el siguiente es William, si bien no me dice nada cara a cara como mi madre, lo noto molesto, distante

—Solo espero que lo pensaras bien Jones, esas personas no llegan siempre—Me dijo antes de dejarme solo en la oficina, el penúltimo es Zade, quien lo deduce

—¿Y?

—¿Qué?

—¿Se acabo?

—No he dicho nada—Solo admití ante mi madre que lo había dejado con Kendra, dios, solo pensar en su nombre dolía como la mierda

—No, pero no has estado metido en tu teléfono sonriendo como idiota, y eso solo puede significar algo —No me recrimina pero tampoco se ve feliz con mi decisión, ¿ y nosotros lo estamos?

Smith entra en mi oficina sin anunciarse antes, acompañado de una cara de pocos amigos, se limita a explicar rápidamente el programa de seguridad pero lo interrumpo a la mitad

—Suéltalo de una puta vez Smith, no estoy de humor

—Eres un grandísimo hijo de puta —Lo dejo estar, salgo de la oficina a las ocho de la noche sintiéndome igual de miserable como me veo

Al llegar a casa voy directamente al gimnasio privado en donde saco toda la mierda que llevo dentro en la maquina de correr y el saco de boxeo, pero ni así duermo bien. No necesito explicar que al día siguiente no tolero a nadie, el dolor de cabeza me mata y mi humor de perros aleja a todos, apenas y pego ojo en los siguientes días, así que antes de darme cuenta de lo que hago me refugio en el alcohol

KENDRA---

En cuanto vuelvo a ver a Ryan le cruzo la cara con una cachetada sonora, las personas a nuestro alrededor se detienen con sorpresa pero nadie dice nada

—Eres un idiota hijo de…—Golpeo su pecho con sollozos que salen de lo profundo de mi corazón

—Kendra—El idiota me sostiene entre sus brazos y no me deja moverme ni un jodido centímetro—Escúchame un segundo, ¿puedes?

—Me dejo por tu puta culpa—Lloro sobre su pecho sintiéndome como una idiota por ello

—Ponte a pensar en esto por un segundo, ¿sí? —Me lleva a una oficina vacía—Llevas casi un año con el—Lloro mas fuerte aceptando el pañuelo que me ofrece—Y de repente llega un tipo como yo que te besa y se inventa una historia de una casi fornicada contigo, ¿y que es lo primero que hace el?, ¿creerte? —Aparta mi melena de mi rostro— No, me cree a mi y te deja, Kendra, mereces mas que eso, y se que la cague, no debí de hacer lo que hice, ni siquiera se porque lo hice, bueno se porque lo hice, pero no me siento orgulloso de eso, pero si el te conociera un poco más sabría que estas lejos de ser el tipo de chica que engaña su pareja, ¿de verdad mereces tan poca confianza en una relación? —Me quedo en silencio repasando esas palabras, porque llevan buena parte de razón, pero también la situación fue idónea para que la mente de JJ creyera algo mas

No le vuelvo a dirigir la palabra a Ryan en todos los otros días y el lo deja estar, mi dolor pasa a molestia, enojo, el idiota no me dejo explicarme ni una mierda. A pesar de ser rencorosa dejo mi orgullo de lado y llamo a Elliot repetidas veces, pero todas las veces la respuesta es la misma, no toma la llamada. El dolor me corta la respiración y me dejo tiempo para llorar, o al menos una noche porque tengo trabajo mañana, pero algo es algo, siento como la capa de miedo empieza a rodearme otra vez, al igual que una voz que me susurra “saltamos sin precaución y al final nos estrellamos”

Al otro día llego bien arreglada a la oficina, a pesar de que me siento como una mierda, si Evelyn lo nota no lo dice, muy dentro de mi espero que Elliot me llame o me busque pero no pasa. Cuando nos montamos en el avión rumbo a Alemania me pegan una s tremendas ganas de dejar el trabajo unos días y quedarme, pero mi vida tiene que seguir así que me quedo viendo como la cuidad se hace más pequeña y más pequeña mientras nos alejamos

ELLIOT---