El mapa del pasillo

Después de que Jessica se durmiera una vez más, la luz del sol que entraba por la ventana y las cortinas no la calmó, al contrario, la apresuró. La energía caótica del sueño aún flotaba en el aire. El recuerdo de la lámpara rota y los libros tirados estaba muy presente. Se levantó y, en lugar de ir directamente al baño, se dirigió a la cocina. Sobre la mesa, encontró su libreta de espiral, con la página del dibujo abierta, como si su madre, María, la hubiera estado viendo. En el dibujo, la frase "Te esperaré aquí" parecía brillar. Jessica se sintió frustrada por la falta de comprensión de su madre y aún más confundida.

En la escuela, se encuentra con su mejor amiga, Laura. Jessica le cuenta todo, desde la voz perfecta hasta la silueta borrosa. Laura, un poco escéptica pero siempre leal.

​-¿Te cayó mal el desayuno? -le preguntó Laura, bromeando.

​-No. Y no es por el desayuno -respondió Jessica, con voz y expresión seria.

​-Uy, qué mal humor tienes hoy, Jessica. El golpe te sacó la diversión, ¿verdad? -bromeó Laura una vez mas.

Jessica la ignoró y sacó de su mochila la libreta. Laura dejó de reír al ver el dibujo.​

-¿Quién es? -preguntó.

​-No sé. Su cara estaba borrosa. Solo escuché su voz. Dijo: "Te esperaré aquí" -explicó Jessica.

​-A lo mejor es tu príncipe azul buscándote -dijo Laura, con una media sonrisa.

​-No es broma, Laura. Se siente diferente. Como si fuera real -insistió Jessica.

Laura la miró a los ojos y vio la seriedad en su expresión. Dejó de bromear.

​-Si el sueño es una predicción, entonces el pasillo debe ser real -dijo Laura, más lógica que Jessica.

​-Pero, ¿dónde? ¿En qué parte de la escuela?

​-No lo sé -dijo Laura, observando el dibujo más de cerca-, pero si de verdad es una premonición, debe haber una pista en el dibujo que no has notado. Algo pequeño. Tal vez el patrón en los azulejos del piso o una lámpara rota.

El resto del día en la escuela transcurrió de forma normal, pero Jessica no podía dejar de pensar en el dibujo.

En el receso, se aventuró a una parte antigua de la escuela que ya no se usaba para clases.Y allí, en ese pasillo polvoriento, encontró lo que buscaba. El pasillo era idéntico al de su sueño. La luz que entraba por la puerta coincidía. El corazón le latió con fuerza, pero el chico no estaba allí.

Ella no creía lo que observaba con tanta atencion.

Estaba a punto de marcharse pero algo la detuvo talvez una presencia el ambiente se sentía tan diferente.

pensó que simplemente estaba cansada por los proyectos o examenes, al fin ella misma entendía que no era fácil estar en prepa y menos en segundo, era cansancio suponía ella. Pero no quería demostrar que le temia a lo que sucedería pronto.

¿Estara vivo o muerto? o ¿Sera su imaginación?...